¿POR QUÉ EVITAMOS HABLAR DE LO QUE SENTIMOS?

Hace unos días hice esta publicación en mi Facebook personal: 

“Pobrecita de mi, a todos les contesta menos a mi”…¿Te ha pasado eso por la mente? - A mi también ;-) un claro ejemplo de victimización y de robarte tu poder como ser humano. Entre más vueltas le das, menos entiendes… “Mi trabajo no es entender, mi trabajo es amarme (a mi mism@)”.  

Todas mis publicaciones en Facebook, tanto en mi página personal (www.facebook.com/brainywoman) como en la página de Yo Soy Abundancia (www.facebok.com/YoSoyAbundancia.me), son mis propias creencias, aprendizajes y estados de ánimo. Ninguna es ajena a mi, es muy rara la vez que publico o comparto algo de alguien más. 

Y por supuesto que he escuchado esa vocecita en mi cabeza diciéndome “pobrecita de mi”, la diferencia es que ahora se negociar con esa voz, sanar y no dejar que me victimice. Me encanta experimentar y vivir todas mis emociones, nunca negarlas. Sin embargo las respuestas y comentarios en esta publicación fueron rápidos, comentarios aparentando que no importa lo que digan y hagan los demás y tratando de justificar a los demás. 

Es sorprendente como quisiéramos que lo que hacen o dicen los demás no nos afecte, y ese es el camino, a eso se requiere llegar a que no nos afecte; sin embargo está claro que lo que hacemos es evadir hablar de lo que sentimos, parece un tema tabú el reconocer y hablar de como nos sentimos. Nos han programado y enseñado a no sentir, estamos adormilados y anestesiados. Somos expertos en cubrir y maquillar lo que sentimos. Es normal ir por la vida lleno de resentimientos, rencores, odios y sentimientos que nos han hecho daño que se convierten en caparazones que aparentemente nos protegen para que ya nada ni nadie nos haga daño. Creemos (erróneamente) que eso me hace más fuerte.

Somos incapaces de darnos cuenta que esta es una gran mentira que me estoy contando todos los días. Quiero creer que lo que dicen y hacen los demás (especialmente las personas que amo y las importantes para mi) no me importa y lo único que hago es ir cargando con una bomba de tiempo que puede explotar en cualquier momento, ya sea en una reacción emocional que me dañe o dañe a los demás o en una enfermedad física grave. 

Mientras no reconozca lo que siento, mi vida será solamente una apariencia, a lo mucho que puedo aspirar es a sobrevivir y no a vivir. Es increíble como nos dañamos a nosotros mismos por no reconocer lo que nos hace sentir mal. Nos hemos creído el cuento de “fíngelo hasta que lo logres” o de “ponte bonita no importa como te sientas”, o de “así es la vida y hay que aguantar”, y otros muchos cuentos más que nos ayudan a evitar sentir. 

Nadie tiene que saber como me siento, ni siquiera yo, así que a pasar la página que hay otras cosas más importantes que hacer. Y así, de prisa y lentamente nos convertimos en nuestras propias víctimas, evitando sentir. Negándonos el derecho de reconocer y aprender a manejar lo que yo considero, lo más importante del ser humano: mis emociones. El ser humano es 100% emocional, y eso no va a cambiar aunque seamos los seres más inteligentes y sabios de este planeta.

Por supuesto que lo que dicen y hacen los demás, nada tiene que ver conmigo, tiene que ver con ellos. Esa es una de mis reglas de vida, pero eso no quiere decir que no sintamos nada ante lo que dicen o hacen (o no hacen) las personas que amamos. Por supuesto que sentimos, somos humanos, lo importante aquí es que cuando aprendo a reconocer como me siento, en lugar de negarlo, lo puedo sanar y volver a mi balance. Si no lo reconocemos o lo negamos nos convertimos en nuestras propias víctimas. 

Cada vez que reaccionamos ante algo que dicen o hacen los demás nos victimizamos y nos robamos nuestro poder. Comúnmente las reacciones “normales” de la victimización son: no me importa, molestarnos, defendernos con palabras o violencia, dar explicaciones constantes, hacer cosas (indirectamente) para llamar la atención o herir a la otra persona, sentirnos mal y no reconocerlo… ¿Como puedo no ser víctima? No reaccionando, reconocer como me siento (sin culpar ni justificar a la otra persona), observar, evaluar, tomar lo mejor de la situación. Reconocer honestamente como me siento ante esa situación, sanar y manejar mis emociones (energía) para sentirme bien. Cuando logro sentirme bien (ser honesta conmigo misma) y enfocarme en mi, ahí dejo de ser víctima. Ahí es cuando ya verdaderamente no me afecta. 

Somos seres humanos y no podemos dejar de sentir. Despierta, deja de anestesiarte con el no me importa. Deja de aparentar que eres fuerte. La verdadera fortaleza no es aguantar y dejar de sentir; la verdadera fortaleza es aprender a reconocerme, amarme y sanar desde la raíz mis emociones. Recuerda que el dolor es pasajero, sin embargo el sufrimiento es crónico, es un hábito. Entre más aprendamos a manejar y dejar de controlar nuestras emociones, mejor y más sana será nuestra vida. 

En el video en vivo hablo sobre este tema y te explico mucho más, te recomiendo ampliamente que lo escuches: ¿Por qué evitas hablar de lo que sientes?

   

Abrazos y bendiciones,

Patricia Anaya

Si deseas más, te invito a que seas parte de la comunidad de Yo Soy Abundancia en Facebook, donde tienes material para empezar a practicar tu grandeza diariamente. Unete en www.facebook.com/yosoyabundancia.me 

Si quieres ir más allá te invito a que seas parte de la primera generación de Coaches de Yo Soy Abundancia. Empezamos este 29 de febrero. Después de 10 años de crear y enseñar este programa ya puedo decir que estoy lista para compartir contigo mi aprendizaje y experiencia en descubrir mi grandeza y practicarla día a día para crear la vida que deseo y merezco. Si quieres más información sobre este programa conéctate conmigo (Patricia Anaya) en mi Facebook personal en www.facebook.com/brainywoman o en www.facebook.com/yosoyabundancia.me, y envíame un mensaje privado. 

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