PARODIA, SALIR DEL CLÓSET. (video)

MAMÁ, PAPÁ.... SOY NEGRA. Wanda Sykes, demostrando lo ridículo que pueden ser algunas madres y padres, rechazando a su hijos por ser homosexual. Demuestra lo cerrada que puede ser la sociedad al reprimir y "enclosetar" a una persona, por el simple hecho de ser distinta. Parodia, salir del clóset.( versión negra)

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Comentarios

  • Les comparto un artículo que publiqué en Milenio Jalisco: 

    LOS HIJOS DEL ARCOIRIS

    Mauricio Ochoa Guerrero*

     

    La posibilidad de otorgar niños en adopción  a parejas homosexuales, ha despertado opiniones encontradas y ha dividido a la opinión pública. La gran mayoría de los que han expresado su pensar y sentir sobre el asunto, lo hacen desde sus juicios previos inducidos por sus creencias, sin reparar en la necesidad de dirigirse a los hechos de la realidad objetiva y los resultados de las investigaciones científicas en la materia.

    No es necesario  dar niños en adopción a homosexuales para saber que pasará con ellos. Existen muchos homosexuales que están criando o han criado hijos con su pareja homosexual. Tuvieron una pareja heterosexual con la que procrearon y de la cual después se desprendieron al descubrir y asumir  su orientación real. En estas familias (aunque muchos no estén de acuerdo, son una familia, aunque diferente a la convencional) hay de todo, como en  cualquiera de las familias típicas de nuestra sociedad. El hecho de ser homosexuales, no constituye una variable que por sí misma induzca patologías. Son otros factores como la calidad del vínculo, la provisión de amor, reconocimiento, aceptación, respeto y cuidados los que dan pie a un desarrollo sano o patologías del desarrollo.

    Estos elementos bien los puede proporcionar una pareja gay. Un hombre y una mujer, no por el sólo hecho de ser heterosexuales, están en condiciones de darle a un niño lo que necesita para promover un desarrollo emocional adecuado. Tal vez un niño en una familia de padres homosexuales esté en desventaja, al ser objeto de burlas y descalificaciones por parte de los otros. En este caso, no es la orientación sexual de los padres sino la discriminación del entorno lo que provoca desajustes. En comunidades donde existe una aceptación irrestricta de las personas homosexuales, sus hijos crecen sin los estigmas agregados de las comunidades homofóbicas y no presentan desajustes emocionales producidos por esta circunstancia.

    Los buenos padres o malos padres pueden ser homo o heterosexuales. Lo realmente importante es la instrumentación de la función materna y la función paterna en la vida de un ser humano. Estas funciones las pueden llevar a cabo una pareja de hombres, una pareja de mujeres, una madre o un padre soltero.

    Lo que está en el fondo de este asunto, es la posición misma en torno a la homosexualidad. Si a alguien le da “asquito”  esta manera de vivir su sexualidad, le producirá la misma sensación la posibilidad de que conformen una familia. Estas reacciones viscerales  se deben principalmente a dos cosas. Un rechazo recalcitrante y un miedo descomunal a sus propios núcleos homosexuales o bien  a una profunda ignorancia sobre la condición humana convertida en prejuicio fundamentalista.

    Uno de los rasgos más conspicuos de la salud mental es la posesión de una actitud flexible y abierta a la diversidad de formas de pensar y de sentir todos los asuntos de la existencia, dispuesta a rectificar cuando sea necesario, sin caer en la pusilanimidad ni en el dogmatismo. Poseer una buena plasticidad en cuanto a la forma de reflexionar, experimentar y actuar en el mundo. Pensar con claridad, realismo y relativa objetividad sin estar atado a prejuicios, tabúes y falsas creencias.

    Los fundamentalistas coquetean alegremente con la locura. Caminan por el mundo con la convicción de que sólo es justo, decente, correcto, bueno y aceptable lo que sus creencias  señalan. El obstinado rechaza cualquier definición de familia, hombre o matrimonio que no encaje con sus supuestos. Los guardianes de la moral ortodoxa no se atreven a desafiar ninguna costumbre, disposición o tradición con las que han crecido. Son los diques del pensamiento y el espíritu progresista. Sólo se someten a lo establecido sin cuestionar ni un instante el legado de sus tradiciones. De manera muy similar ven las cosas los psicóticos. Viven en un mundo de certezas en los que no caben las dudas. Colocar un signo de interrogación en las convicciones que nos habitan  es lo que nos acerca a la salud mental.

    Una verdad única y absoluta  es inadmisible en el pensamiento científico. Esto no significa que todo sea relativo y que todos los juicios sobre la realidad sean igualmente válidos. Hay afirmaciones con mejor sustento que otras. Ni dogmas ni relativismo absoluto. Los seres humanos cuanto más ignorantes son, les cuesta más trabajo aceptar lo diferente a sí mismos. Se sienten amenazados ante la existencia de otras maneras de vivir y significar el mundo y sus diversas realidades. Alguna vez los zurdos también fueron injustamente objeto de recriminaciones por ser diferentes.

    La homosexualidad es algo que nos pertenece, es parte de nosotros. Cada uno portamos la posibilidad de concebir un ser humano con preferencias homosexuales. Prácticamente todos los homosexuales han nacido de una pareja heterosexual. Los homosexuales rara vez se reproducen. Han existido homosexuales en todas las épocas, en todas las culturas, en todos los estratos sociales, en todas las especies. Los hay tontos, otros más inteligentes. Hay impúdicos, otros más recatados. Algunos son excelentes trabajadores y hay también flojos e irresponsables. Los encontramos de todos colores y sabores…igual pasa con los heterosexuales.

    Dejemos de ver en su presencia en el mundo un problema, un objeto fóbico o repulsivo. Aceptemos esa realidad que a todos nos pertenece. Carece de sentido preguntarse sobre las causas. La homosexualidad es una realidad y punto. Pelearse con la realidad, quererla hacer a la medida de nuestros deseos no conduce a nada. Sólo a fastidiarnos y fastidiar a los demás. El único acto inteligente ante una realidad dada es la aceptación. No tenemos derecho a hacerles la vida más complicada de lo que ya la tienen. Es inhumano llenarlos de oprobio, hacerlos objeto de rechazo, denostarlos, perseguirlos, discriminarlos por ser algo que no eligieron, que sólo descubrieron en un momento de su vida.

    *Psicoanalista

  • Bueno ya llegara el momento en la humanidad, piense que los seres humanos (de la clase que sea) existen por que son parte de la biodiversidad humana, no de otra manera, o que sean averraciones geneticas o que se yo ¡PUES!, si ceramente, recharlos o agredirlo, es como agredir al resto de los seres humanos.

    saludos.

    Jaime.

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