Mamás libres de culpa

mama-preocupada1.jpg?width=630Natalia Bojorge

“Una madre que se levanta por la mañana para ir a trabajar y ve una tubería de agua rota cerrará la llave de paso del agua, buscará  el teléfono de un fontanero, despertará a sus hijos, llamará al técnico antes de llevarlos al colegio, dejará la llave de casa a la vecina y, una vez que esté en su coche, habrá superado con éxito esa dificultad y podrá comenzar con su trabajo”, explica Nora Rodriguez, autora de Madres malabaristas, Editorial Urano y agrega que este ejemplo ilustra cómo la inteligencia emocional, la autoestima, los valores, la iniciativa y la fortaleza interna se ponen en marcha al unísono y lo más valioso, frente a sus hijos, que perciben lo femenino y la maternidad desde un perspectiva llena de fortaleza.

Sin embargo, aunque el ejemplo es inspirador y el legado a sus hijos es invaluable, también lo es que a pesar de eso, pueden sentir culpa por no estar todo el tiempo con sus críos, por lo que es necesario reflexionar sobre los siguientes puntos:

  1. Estar separados algunas horas, no indica no estar disponible, los hijos deben saber que cuentan con su mamá.
  2. El hecho de que los hijos estén en la escuela y/o guardería mientras la mamá trabaja, no equivale a que el vínculo entre ellos se debilite o desaparezca.
  3. Las mamás que laboran fuera del hogar, tienen la oportunidad de inculcar en sus hijos un sentido de responsabilidad e independencia sólidos, ya que la dinámica familiar así lo promueve.
  4. Los hijos reciben también amor por parte de su padre, hermanos y otras figuras familiares de afecto, por lo que la vida emocional de los niños se alimenta de muchas personas.
  5. La mamá puede hacerles saber a sus hijos que son amados y que, su labor profesional no se opone a ello.

Cambio de paradigma

MAM%C3%81-PREOCUPADA-e1368304810222.jpg?width=364Nora Rodriguez explica que hay que dejar de lado la idea que la madre siempre es sinónimo de exclusividad, sacrificio y abnegación, y pensar con mayor lucidez, por lo que una madre lúcida da a sus hijos lo que necesitan en el momento en que cuando está con ellos, fomenta el apego positivo porque sabe que ahí está la clave del éxito. La experta enfatiza en que cuando una madre se separa ocho horas al día de sus hijos y/o bebés, necesita haber trabajado tanto el apego positivo, así  como los dos tipos de protección básicos: afectivo y efectivo.

 

“Las caricias, la mirada, la contención, las palabras, el movimiento del cuerpo cuando se le está acunando, el ritmo cardiaco de la madre y el compás de la respiración cuando lo tiene en sus brazos, todo ellos proporciona al bebé un sistema de confianza y seguridad”, explica Nora Rodriguez y agrega: “El apego positivo facilita la crianza, ya que ayuda a que los niños sean capaces de explorar el mundo, que poco a poco sean más autónomos e independientes, encuentren apoyo en los demás e incrementen la seguridad en sí mismos”.

 

Una madre que mantiene una actitud lúcida ante su maternidad  sabe que lo ideal es sacar partido de aquello que parece una adversidad, ya que cada vez que vence un obstáculo, no sólo brinda fortaleza a sus hijos, también da una clase magistral de cómo vivir, ya que se convierte en un modelo inspirador al cual seguir.

Para leer:

Padres fuertes, hijas felices, Meg Meeker, Editorial Ciudadela.

El legado de las madres, Stephan B. Poulter, Editorial Urano.

 

Colaboración Fundación Teletón México

#EscuelasLibresDeByulliyng

celeste@teleton.org,mx

 

 

Enviadme un correo electrónico cuando las personas hayan dejado sus comentarios –

¡Tienes que ser miembro de Retos Femeninos para agregar comentarios!

Join Retos Femeninos