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 Te escribe Gaby. Seguramente ya te enteraste de la noticia. Luis Carlos la anunció en una de las conferencias, pero por si no la escuchaste te la quiero decir yo:

¡ESTOY EMBARAZADA!

Hace un par de semanas me enteré y miles de emociones me inundaron. Pero, ¿por qué te estoy contando esto? Pues porque es muy probable que tú tengas hijo(s), como yo. No sé si a ti te pasó igual cuando te enteraste de la llegada de tu hijo, pero quiero compartir este momento y ver si algo resuena en ti.

Como quizá ya sabes, cuando estaba embarazada de mi primer hijo me pronosticaron un 80% de probabilidad de morir. Gracias a Dios tanto mi hijo como yo libramos ese proceso (sigue leyendo este correo; después puedes leer un poco de esa parte de mi historia aquí). Fue un momento muy difícil, y dejó huellas gigantes que hoy agradezco infinitamente. Ese proceso me ayudó a abrir ojos y mi corazón, mucho más de lo que imaginé que fuera posible.

Cuando llego mi segunda niña, las cosas cambiaron radicalmente. Viví mi embarazo muy distinto. Después de trabajar 8 años para transformar mi relación con mi cuerpo y reconectarme con mi alma, me encontraba sana y preparada para romper con las todo lo que médicos, terapeutas y hasta familiares me habían dicho que no sería posible para mí. Camila nació en mi casa, y dar a luz de forma natural fue muy empoderante. Me sentí viva, tomé toda mi fuerza como mujer y como madre…

Ahora sé que ese es el plan natural de la vida. Pero soy humana, y no puedo negar que por momentos los fantasmas del miedo regresan.

Por tercera vez estoy embarazada, y estoy profundamente agradecida por esta oportunidad de tener vida en mi vientre. Sin embargo, hoy me doy cuenta de que mis fantasmas no han desaparecido por completo. Y no me refiero al haber estado al borde de la muerte en mi primer embarazo; hablo de los fantasmas que he cargado por décadas, esos que tienen que ver con el miedo a ser mujer.

Desde pequeña rechacé la idea de mujer frágil, sumisa y abnegada. Preferí irme por el rol de mujer productiva, controlada y fuerte. Y sin darme cuenta, rechacé un estereotipo de mujer y elegí otro igual de falso. Aunque es un tema que he trabajado a profundidad, ahora que estoy embarazada nuevamente sale a la luz. Lo acepto y le doy la bienvenida, con todo y el miedo que redescubro… y doy gracias por la oportunidad de continuar transformando mi sombra en luz.

Ser mujer es dar vida. Ser mujer es nutrir. Es tener la fuerza de una tigresa cuando das a luz, y la vulnerabilidad de una rosa cuando abrazas por primera vez a esa criaturita que sale de tu vagina, ese canal perfecto que es un puente entre lo invisible y lo visible para que llegue una nueva vida a este mundo. ¡Ser mujer es mágico! Me maravillo con la perfección de nuestro género y de la oportunidad que nos brinda la vida al prestarnos por un tiempo a estos pequeños seres para que los guiemos, los amemos y finalmente, los entreguemos a ella como lo que son… luz brillante, espejos de lo divino, hombres y mujeres manifestando la belleza y la magia que vienen a compartir con sus semejantes.

Hablé un poco de esto durante la última conferencia de la Cumbre, pero me quedé con las ganas de decirte esto... Ser mamá o papá, al final del camino, no se trata de lo que hagas o dejes de hacer con tus hijos. Se trata de ti. Así como ellos se están creando a sí mismo, cada decisión y cada acción que tomas tiene que ver con qué parte de ti estás manifestando y en quién te estás convirtiendo.

Ahora que estamos a unas horas de cerrar la venta promocional de la Cumbre (¡HOY termina!), quiero que sepas que tanto el Facebook de la Cumbre como el de Niños de Ahora y el de Maestros de Vida son espacios para retroalimentarte y reforzar tu proceso de crecimiento. Para que en esos momentos en que te toca tomar decisiones difíciles, esas decisiones que marcan nuevas posibilidades y destinos, que dan miedo y que generan incertidumbre, puedas encontrar luces en tu camino. En las palabras de otro padre, en un artículo, o simplemente en expresar lo que te está pasando, como yo lo hago ahora contigo.

Para cerrar, te comento que hoy publicamos en el Blog de la Cumbre dos videos muy importantes:

• La conferencia "¿Los niños de ahora son iguales o diferentes?", que ofrecimos Luis Carlos y yo (y que cierra con una visualización guiada bellísima, no querrás perdértela), y
• El cierre del Día 2, en el que Ricardo y Gustavo nos compartieron este increíble regalo: "Estrategias para el manejo de crisis".

 HOY es el último día para adquirir la Cumbre a precio promocional y ver los videos de las transmisiones en vivo del evento. Si lo has estado pensando, es momento de actuar.