Eres de esas personas que oye mucho… pero escucha poco y mal.
¡Escuchar es mucho más que oír!
Oír es solo la parte física, escuchar es tener la disposición para conectarte eficazmente con la persona que habla.
Aprender a escuchar bien tiene grandes ventajas:
- Mejora tus relaciones personales, familiares, sociales y profesionales
- Aumenta tu creatividad y tu productividad
- Incrementa tu autoestima
- Te permite negociar mejor
- Mejora tu concentración
No saber escuchar provoca conflictos personales e interpersonales y genera dificultades para vivir en armonía.
Estudios demuestran que en general tenemos más capacidad para hablar que para escuchar.
Pasamos el 40% de nuestro tiempo despiertos oyendo pero recordamos solo el 25%de lo que nos dicen
Las barreras para una buena escucha son:
- El ruido de fondo. Es imposible establecer una buena comunicación en un antro lleno de gente, es más fácil escuchar en un lugar tranquilo y menos concurrido
- La voz interna. O la “loca de la casa” como yo la llamo cariñosamente es uno de los obstáculos más importantes para escuchar con atención. La autocritica severa, los juicios, los pensamientos derrotistas y negativos obstaculizan cualquier intento de mantener una escucha atenta con un emisor
- El egocentrismo. Pensar en tus propios deseos e intereses hace que la persona que habla no se sienta escuchada ni apreciado porque la verdadera comunicación solo se puede dar desde el respeto y el entendimiento del otro. Escuchar con la mente y el corazón sin intentar defenderse es un regalo.
- Los prejuicios. Nuestras ideas con respecto al sexo, el género, la apariencia física, las clases sociales, el estatus, etc. pueden interferir con nuestra capacidad de escucha.
- La inseguridad y el miedo. La gente insegura y miedosa generalmente está a la defensiva y no se da la oportunidad de abrirse a nuevas ideas. Las personas que no confían en si mismas descalifican las opiniones que expresan los demás.
La gente que no sabe escuchar interrumpe para tratar de controlar la conversación, se aferra a su opinión y piensa que va a contestar mientras que la otra persona está hablando. Un buen oyente anima al que está hablando a expresar lo que siente y piensa.
Un buen escucha te hace sentir apreciado
Hay personas que no dejan hablar a los demás y ni siquiera se dan cuenta de ello. La gente que habla por hablar y acapara las conversaciones cae mal. Para ser un buen escucha necesitas aprender a leer los mensajes NO VERBALES que indican que la otra persona quiere hablar. Ej. sentarse en la orilla de la silla o levantar la mano.
Cuando hables evita:
- Contar anécdotas interminables
- Dar demasiados detalles
- Hacer pausas largas
- No mirar a los ojos a quien le hablas
LIZITIPS PARA ESCUCHAR MEJOR
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Quien nos habla se merece atención incondicional
Mathais Mehl de la Universidad de Arizona dice que las personas que mantienen conversaciones “profundas” son más felices. Para tener conversaciones de calidad:
- Habla de ti
- Escucha con atención, no te pongas a revisar en tu mente tu lista de pendientes mientras que la otra persona habla contigo
- Busca cosas que tengas en común con tu interlocutor
- Busca un ambiente cómodo para sostener una plática profunda y de calidad
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