Aceptar la realidad es subir el primer escalón de una larga escalera que nos va a conducir a convertir nuestras limitaciones, aquellas cosas que no manejamos con soltura, en quizás nuevos espacios que nos permitan impulsarnos por una senda diferente
Aceptar la realidad es subir el primer escalón de una larga escalera que nos va a conducir a convertir nuestras limitaciones, aquellas cosas que no manejamos con soltura, en quizás nuevos espacios que nos permitan impulsarnos por una senda diferente