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“Desde la acera del mundo / vemos pasar el largo desfile del absurdo”. Así inicia el poema Caminares de Guisela López, poeta guatemalteca, especialista en estudios de género.

En el marco de este mes, mes de las madres, maestras, y que todos los días debemos recordar y celebrar que somos madres, maestras, “maestras de la vida”, etc. y que todo ello encierra el “SER MUJERES”.

Hace unos días, hubo una noticia que acaparó la atención, el tema de “Lady Profeco”, la hija del titular de la dependencia del mismo nombre –mismo que fue removido por el caso-su hija, quien al no asignársele la mesa que deseaba en un restaurante, movilizó a personal de dicha dependencia para que revisaran el establecimiento, tema por todos conocidas. Lo curioso, es que todos los medios tanto impresos como televisivos voltearon hacia ella, “Lady Profeco”.

Más recientemente otro caso la “Lady de la Roma” o “Lady fichita”, la señora atropello a una mujer que esperaba el camión, y días después la mujer atropellada muere, otro caso que también todos los medios de comunicación cubrieron.

Tanto fue lo que vi, leí y escuché, que me pregunto: ¿Y no habrá otras mujeres en este país?, quizá las “Ladys Mexicanas”?, esas que no salen en los medios de comunicación, pero que día a día construyen este país, las amas de casa, las estudiantes, las doctoras, las del servicio doméstico, las maestras, las empresarias, las abogadas, las contadoras, las arquitectas, las diseñadoras, las choferes, las mamas, etc.

Un ejemplo, pudiera ser, una mujer de la que se habla poco, Elvia Carrillo Puerto, yucateca, quien consagró su vida a lograr el sufragio femenino. También luchó por el control de la natalidad, la libertad sexual, el divorcio. Electa diputada en el Congreso de Yucatán en el año de 1923 se convirtiéndoseó en la primera mujer mexicana en asumir ese cargo de representación popular, cuando las mujeres en México aún carecían del derecho de voto, derecho por el que luchó incansablemente hasta su obtención en 1953, por citar un ejemplo.

Pero también pudiéramos ser tu o yo, quienes no requerimos tener los reflectores sobre nosotras, y aún así transformamos, hacemos que este país evolucione.

Cada una de nostras, quizá conoce a alguna, a aquella que no entrevistan, que no hace una película o una telenovela, que no tiene un micrófono enfrente de ella, pero que todos los días, se levanta muy temprano, tiene una agenda para cumplir con su familia, con la sociedad, con su entorno y edifica en la medida de sus posibilidades este país.

Salimos a las calles para tener una ciudad mejor, trabajamos en pro de los jóvenes, generamos cultura, porque un pueblo que tiene cultura, conserva sus valores y su identidad. Las mujeres activistas, las que dirigen una asociación civil en pro de niños especiales.

Las Mujeres, hoy simplemente, transformamos este país, de norte a sur y de este a oeste, dibujamos nuestros sueños, pero también deseamos modificar este país y “nuestras vidas”.

No es quizá refiriéndonos a los medios de comunicación, donde encontraremos soluciones o echándole la culpa a ellos, es empezar a Reflexionar sobre la Actividad y el papel de la Mujer en nuestro País, con acciones concretas, cada quien desde su ACTIVIDAD DIARIA.

Hoy es tiempo de sentirnos mujeres dignas, satisfechas, que crean, que evolucionan y construye su país, aún a pesar de… con optimismo, de una manera auténtica, fiel, humilde, honrada, reflexiva, real.

Y concluir con otro poema de Guisela López:

Es necesario

revertir el hechizo.

Ese,

que borra a las mujeres

de los libros de historia,

de las esferas de poder,

de las antologías…

Edith.