Blogs

"Es posible tener que librar una batalla más de una vez para ganarla. Margaret Tatcher."

Las Mujeres a lo largo de la historia, han escrito los sucesos y memorias de sus países, la mayor de las veces conquistando sus espacios, demandando sus derechos, andando por caminos inciertos, a veces.

Esto es, que han tenido que librar diferentes batallas, pero ¿qué es batalla?, proviene del francés bataille, una batalla “es un combate entre dos o más fuerzas, en donde cada uno de ellos tratará de derrotar a los demás”.

Y en la actualidad, se siguen librando “batallas”, las mujeres hoy, aún tenemos sendas por recorrer, vías que seguir, cosechas para el futuro, contiendas pendientes, viajes por realizar, reconocimientos que recibir.

Tu y yo, en nuestro día a día, también tenemos que librar algunos combates, demandar un espacio, construir nuestro entorno, que sean respetados nuestros derechos, recordar a otros que somos iguales los hombres y las mujeres, que los estigmas no existen y pugnamos por una sociedad equitativa y “hoy” debemos ser tolerantes ante otros y otras por sus gustos y decisiones.

Las Mujeres han sentado precedentes, con “sus batallas personales”, dos referentes, nos deben impulsar a “nosotras”:

En 1967, Kathrine Swizer fue la primera mujer en correr la maratón de Boston. El organizador de la carrera Jock Semple, después de darse cuenta de la participación de una mujer en el evento, fue tras ella gritando: “Fuera de mi carrera, entregue el dorsal, este evento no es propio para mujeres”…años más tarde Kathrine ganó la maratón de New York de 1974. 

Kathrine finalizó en 4:20, pero fue descalificada por cuatro motivos: haber competido en una prueba masculina, haber completado una distancia prohibida para la mujer, haberse inscrito ilegalmente y haber corrido sin ir acompañada.

Desde entonces Kathrine Switzer se ha dedicado a luchar contra la desigualdad entre mujeres y hombres, organizando carreras en 27 países, Avon International Running Circuit, en las que han participado más de 1.000.000 de mujeres, hasta que logró en 1984 que el maratón femenino fuera prueba olímpica. 

Otra mujer que sentó un precedente, “libró su batalla”, ella fue Soraya Jiménez, especialista en halterofilia y ganadora de una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, convirtiéndose en la primera mujer mexicana en lograrlo.

Recientemente en su columna del periódico Excélsior, Clara Scherer, Licenciada en pedagogía y especialista en estudios de género, en su artículo “Desde la cera del mundo”, atinadamente mencionaba sobre Soraya:

…“Un comentarista afirma que “lo conseguido por Soraya abrió las puertas a la ‘revelación de la mujer’ en todos los sentidos, pues rompió varios tabúes que oprimían las aspiraciones femeninas”. Sí, mientras Soraya levantaba 225 Kg., el mito de la debilidad femenina crujía y caía destrozado por una medalla de Oro Olímpico en halterofilia.

Fácil no fue, ni ha sido, el avance de las mujeres. A ella le tomó 17 años y miles de discriminaciones. “Él no creía en las mujeres. Me dijo: ‘no vas, eres mujer y tienes que quedarte en tu casa’”. Después de documentar hasta el más mínimo detalle burocrático, le dice: “Si no quedas dentro de los diez primeros lugares del mundo, no les pago nunca más nada”. Contaba: “Sucedía que algunos de los muchachos que llegaban a entrenar, si el gimnasio estaba lleno, llegaba y quitaba a una mujer. ¡Y lo peor es que el entrenador lo permitía!”…

Lo anterior, coincide con una frase del emperador y filósofo Marco Aurelio, quien dijo: El arte de vivir se asemeja más a la lucha que a la danza.

Que Soraya y Kathrine son un referente, son una invitación diaria a las “luchas” de nuestras jornadas y caminos, y ello “traducirlo” en un “reto”, en UNA OPORTUNIDAD de ser mejores.