Te confieso que el título de este Post que te comparto hoy es una de esas frases que conforman las favoritas de mis expresiones, es también una ley de vida que te invita a reflexionar y a adoptarla, practicarla, llevarla hasta sus últimas consecuencias en todo momento, es algo muy gratificante.
Como sabemos aquello que pensamos constantemente invariablemente se materializa, todo aquello en lo que te enfocas crece; la palabra, lo que decimos, tiene un efecto emocional en nosotros mismos y en aquellos que nos rodean.
Con este supuesto ligado al efecto de la reverberación, que es como el eco que impacta de manera colectiva, entendemos mejor los hechos que muchas veces nos parecen inexplicables.
Para vivir en un mundo mejor, para modificar circunstancias que nos dañan o por lo menos afectan debemos empezar por observar nuestros propios pensamientos, las palabras y los actos que repercuten muchas veces en lugares donde ni siquiera imaginamos.
Calibrar la sintonía de nuestras emociones y conductas en una escala emocional alta donde el sentir la alegría en forma constante es celebrar la vida, es hacer que el bienestar en ese momento aumente, es permitir que la autoestima tanto nuestra como de nuestros compañeros de viaje se incremente sustancialmente haciéndonos sentir mejor a todos, en lo individual y en lo colectivo.
Sentirse un ser de luz pasa por alegrarse de los éxitos de nuestro microcosmos, de los amigos, de la familia y de quienes conocemos.
Haciendo un símil fácilmente explicable es analizarlo como un “impacto ecológico” de nuestras emociones; de la misma forma que los Tsunamis tienen origen en un lugar distante y distinto a donde comenzaron, que son producto de movimientos de las capas de rocas de la Tierra, sucede en el campo emocional.
Inicialmente debemos considerar, como en casi todo en la vida, la formulación del cuestionamiento y la pregunta adecuada que en este caso es: ¿qué puede suceder con el paso que voy a dar?
En un siguiente punto, tan importante como el anterior, engrandecer y ensanchar las emociones positivas que nos hacen desarrollarnos y crecer como son la alegría, la curiosidad, el deseo (en el sentido más amplio de la palabra), el silencio como una energía de reencuentro, la gratitud, la amistad, el amor y la compasión son vitales en cualquier momento y más aún cuando iniciamos un nuevo ciclo así sea por cambio de calendario.
Este año nuevo te sugiero consideres firmemente recapitular, tomar en cuenta lo sucedido y sinceramente visualizar sus causas, segura estoy de que fácilmente te darás cuenta de que tus hechos y palabras han tenido consecuencias que explican fielmente lo ocurrido.
Las leyes de Newton son para la física pero también para el comportamiento humano, “a toda acción corresponde una reacción de la misma magnitud pero en sentido inverso”, tan simple como eso.
La Ley de Atracción funciona a plenitud y gran parte de lo que hoy vives ha sido aquello que has llamado con tu palabra y tu actitud.
El cambio está en ti, la elección es tuya para lograrlo en el tiempo deseado.
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