HAGAMOS PAÍS: NECESITAMOS SU DINERO por ROSI OROZCO

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Tres meses después de la declaratoria de pandemia, en junio de 2020, el diario indio Dainik Prayukti publicó una historia escandalosa que debió llegar a las primeras planas del mundo, pero nunca pasó de un pequeño texto en sus páginas interiores: una niña de nueve años atravesó a solas más de 40 kilómetros de la ciudad Uttar Pradesh, donde viven 200 millones de habitantes, huyendo de un prostíbulo donde la mantenían secuestrada.

Sus padres la habían vendido a un hombre que había comenzado un nuevo “negocio” aprovechándose de la pobreza que dejaba aquel virus desconocido que derrumbó la economía mundial: tocaba de puerta en puerta ofreciendo unas pocas rupias a familias en pobreza extrem a cambio de comprar a sus hijas, quienes terminarían en casas de seguridad en la zona rural de aquella populosa ciudad, donde viven muchos de los millonarios de la India.

Aquella niña logró escapar tras meses encerrada, soportando violaciones tumultuarias de clientes que capitalizaron la crisis económica. Sin embargo, su proeza de caminar por días pidiendo ayuda para sobrevivir fue eclipsada en los medios por las noticias del avance del virus y los retos del gran confinamiento en un país como el gigante asiático, densamente poblado y con una enorme informalidad en el trabajo.

Historias como esas podrían parecer lejanas para México, pero los 15 mil kilómetros de distancia que hay con la India no nos separa del fenómeno del alarmante aumento de la trata de personas en la pandemia.

En San Pablo del Monte, Tlaxcala, organizaciones civiles han advertido un crecimiento de casos de niñas vendidas o “casadas” a la fuerza con adultos por padres que justifican esas transacciones por la crisis económica que provocó el COVID19.

Este fenómeno que lleva años en el estado más pequeño de México, y también uno de los más pobres, se había contenido tras muchos años de esfuerzos y colaboracion con las autoridades locales, pero el confinamiento y el cierre de negocios amenaza con retrasar años de lucha contra este mercado negro que tiene, como usual objetivo, la explotación sexual de esas niñas en prostíbulos, bares y hoteles de paso en la frontera con Puebla.

Los reportes hablan de transacciones de hambre. Una niña en Tlaxcala “vale” lo que unas pocas rupias en Uttar Pradesh. Las familias mexicanas están vendiendo a sus hijas por un terreno pequeño en una zona rural, un automóvil usado, unos cuantos animales de granjas, 10 mil pesos en efectivo e, incluso, consolas de videojuegos o teléfonos celulares.

El año terrible que ha sido 2020 para la lucha contra la explotación sexual será aún más devastador el próximo año, cuando se sientan los verdaderos efectos de la pandemia en la pobreza, la desigualdad y el desempleo.

Organizaciones internacionales como la UNESCO o Save the Children han lanzado advertencias desde ahora, pero que, al igual que la historia de la niña de nueve años que caminó hacia su libertad, se pierden en las páginas interiores de los diarios: sólo un esfuerzo colectivo, fondeado por la gente que más tiene en favor de los que menos tienen, podrá detener este flagelo.

En Comisión Unidos Vs la Trata entendemos ese esfuerzo como un acto de justicia, no de generosidad. Salvar a mujeres y niñas de los depredadores que rondan sus comunidades para ofrecerles dinero a cambio de la prostitución forzada, la pornografía infantil, la explotación laboral no puede ser un acto de simple altruismo o de entregar lo que sobra a fin de mes. Es una obligación moral, un compromiso ético que este año se vuelve más importante que nunca.

Pensando en eso es que escribo estas líneas pidiendo su apoyo. Lo escribo sin rodeos y sin una falsa timidez: necesitamos del dinero de quienes están leyendo este texto y del corazón que se les ha apachurrado con la historia de niñas que han sufrido los más indecibles dolores y que, en otras circunstancias, pudieron ser sus hijas, nietas o sobrinas consentidas.

En momentos de emergencia como los de este año, y mirando el preocupante horizonte rumbo al 2021, no sólo necesitamos de sus oraciones y sus pensamientos positivos. Los requerimos activamente del lado de las personas más vulnerables de nuestro país para algo fundamental, pero también revolucionario: poner a salvo su dignidad en esta crisis.

Con miras al próximo año, Comisión Unidos Vs la Trata ha comenzado una campaña de fondeo para las siguientes actividades de nuestra organización y de otras aliadas como Fundación Camino a Casa, Red de Madres en busca de sus Hijas y Alas Abiertas. Le hemos llamado #CambiemosHistorias #FreedomGame 2020 y estará disponible hasta mañana 10 de Diciembre en la plataforma Freedom Game a través de la página www.charidy.com/freedomgame2020

Hay dos formas de participar en esta noble: como donador de la campaña para ayudarnos a llegar a la meta de 15 millones de pesos o apoyando a alguno de nuestros embajadores, es decir, armando un propio equipo de donadores que competirán con otros equipos en una carrera de generosidad donde los ganadores son los sobrevivientes de este delito.

Nuestra alianza incluye a actores, actrices, influencers, empresarios, activistas y amigos, a quienes pueden conocer en el canal de YouTube Unidos Vs Trata o encontrándoles con el hashtag #CambiemosHistorias, donde han estado muy activos pidiendo donaciones y difundiendo nuestra campaña.

Cada peso que aporten los donadores será multiplicado por un grupo de “matchers” que nos ayudarán a llegar a una ambiciosa meta, pero posible entre todos.

Con el dinero recaudado haremos frente a los vendavales de 2021: construiremos dos albergues especializados para que niñas, niños y adolescentes estén a salvo en instalaciones dignas, dormitorios independientes y hasta un huerto urbano; compraremos una camioneta para trasladarnos hacia las actividades para su crecimiento personal; y

seguiremos con campañas de prevención y capacitando servidores públicos para frenar la trata de personas.

Tenemos poco tiempo. Nuestra campaña acaba el 10 de diciembre a las 10 de la noche y de eso dependerá lo que podamos hacer el próximo año, así que lo escribiré sin rodeos para ustedes, quienes tienen algo para dar además de los empresarios y empresarias de este país: los más necesitados los necesitan. El país los necesita.

Puede que aún no tengamos lo que soñamos poseer, pero sí tenemos lo suficiente para dar algo a otros y ayudarlos a cumplir su sueño.

Es fácil y seguro donar aquí 👇🏻👇🏻

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