alumnos - Blogs - Retos Femeninos2024-03-29T12:39:10Zhttps://www.retosfemeninos.com/profiles/blogs/feed/tag/alumnosFELICIDADES MAESTRAhttps://www.retosfemeninos.com/profiles/blogs/felicidades-maestra2023-05-14T05:10:00.000Z2023-05-14T05:10:00.000ZMartha Chapahttps://www.retosfemeninos.com/members/MarthaChapa<div><p><a href="https://www.ine.mx/" target="_blank"><img class="align-center" src="{{#staticFileLink}}11117061894,RESIZE_710x{{/staticFileLink}}" width="600" alt="11117061894?profile=RESIZE_710x" /></a></p>
<p>La tarea magisterial, bien lo sabemos, va –o debería ir– mucho más allá de enseñar a los niños sus primeras letras. Se trata, en realidad de un apostolado comprometido con el desarrollo humano más pleno e integral.</p>
<p>Por eso, si bien los maestros y las maestras transmiten día a día importantes conocimientos a sus alumnos, su verdadera tarea, la más esencial y relevante, debe orientarse a la formación de seres humanos con valores acendrados tanto en lo individual como en lo colectivo.</p>
<p>Viene a propósito esta reflexión por el ya muy difundido caso de la maestra Martha Ivette Rivera, del jardín de niños Alfonso Reyes, ubicado en Monterrey, Nuevo León, cuya reacción frente a una balacera resultó admirable.</p>
<p>La maestra Rivera estaba en una jornada habitual en su labor de educadora de preescolar, cuando muy cerca de ahí empezaron a sonar disparos de armas de alto poder que a cualquier adulto le hubieran generado pavor.</p>
<p>Ella, sin embargo, no entró en pánico; por el contrario, continuó de lo más tranquila en aras de evitar que sus pequeños discípulos —sus pollitos, como les llama— se asustaran y pudieran resultar lastimados por las balas o por el pánico, lo que daría lugar a una tragedia.</p>
<p>Con notable sangre fría combinada con una ternura conmovedora, la maestra Rivera tranquilizó a los infantes a su cargo y les pidió que se recostaran en el piso sin levantar sus cabecitas. Con todo amor y sensatez les aseguró con su suave y convincente voz, sin gritos ni aspavientos, que nada malo les pasaría, y los invitó a cantar.Su comportamiento fue estoico y ejemplar y de una serenidad excepcional. En otras palabras, le dio a un grupo de infantes una lección inolvidable, plena de valentía, entereza y aprecio por la vida.</p>
<p>Digo yo que eso es ser una maestra de verdad, porque la enseñanza va aparejada de valores y verdades que nos inducen a vivir mejor, en bien propio y de los demás.</p>
<p>Qué diferencia con esos dizque profesores que mal enseñan, faltan a clase o se desentienden de sus alumnos y lo único que les interesa es cobrar puntualmente la quincena.</p>
<p>Desde luego, la maestra Martha Ivette Rivera merece no sólo nuestra gratitud, sino un reconocimiento público que le beneficie ahora y ampliamente en su prestigio personal, su currículo, el escalafón y la percepción salarial. No dudo que haya muchos otros docentes anónimos como ella que hacen a conciencia y con toda responsabilidad su trabajo diario. Debemos reconocerlos e impulsar que sigan con su labor.Estamos tan llenos de malos maestros que cuando se conoce un caso como éste es impostergable rendir honor a quien honor merece.</p></div>LA SALUD NO ESTÁ PARA CIRCOShttps://www.retosfemeninos.com/profiles/blogs/la-salud-no-est-para-circos2021-08-18T16:00:42.000Z2021-08-18T16:00:42.000ZIvonne Melgar Navashttps://www.retosfemeninos.com/members/IvonneMelgarNavas<div><p>Como si ya hubiéramos resuelto las secuelas de la pandemia, ahora quieren embarcarnos en la innecesaria consulta de la <strong>revocación de mandato</strong>.</p><p>Pero lamentablemente la salud de la República no depende de un sí o un no sobre la continuidad del presidente López Obrador. Tampoco la prometida pacificación.</p><p>Por el contrario, a los acumulados problemas se agregan nuevos desafíos. El más importante de manera inmediata es el que la sociedad protagonizará dentro de dos semanas, con el <strong>regreso a las aulas, cuando los contagios aún persisten.</strong></p><p>Es una movilización que obligará a definiciones familiares e institucionales ante el desafío de dar respuesta al <strong>deseo nacional de 7 de cada 10 alumnos de preescolar, primaria y secundaria que quieren volver a sus aulas,</strong> según los resultados de la consulta realizada por la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM).</p><p>Cada plantel tendrá la oportunidad de convertirse en un espacio de construcción de entendimiento y nuevas reglas frente a una inevitable realidad sanitaria que nos ha trastocado.</p><p>En ese tejer cotidiano de padres, alumnos y maestros, necesitaremos que se haga lo correspondiente entre sindicatos, funcionarios, gobiernos estatales y el presidente de la República que valientemente ha decidido darle banderazo al regreso a las aulas.</p><p><a href="https://mujeresmas.mx/2021/08/14/ellas-en-el-retrovisor-la-salud-no-esta-para-circos/" target="_blank"><strong>SIGUE LEYENDO</strong></a></p></div>LOS ALUMNOS NO NECESITAN PASAR OCHO HORAS FRENTE AL "MAESTRO"https://www.retosfemeninos.com/profiles/blogs/los-alumnos-no-necesitan-pasar-ocho-horas-frente-al-maestro2020-10-21T04:30:57.000Z2020-10-21T04:30:57.000ZCoach Gina Vegahttps://www.retosfemeninos.com/members/CoachGinaVega<div><p></p><p><a href="{{#staticFileLink}}9275274294,original{{/staticFileLink}}" target="_blank"><img src="{{#staticFileLink}}9275274294,original{{/staticFileLink}}" class="align-center" alt="9275274294?profile=original" /></a></p><p>Aunque mantener una rutina y consistencia, es aconsejable, diversos factores como la posibilidad de tener acceso a la tecnología necesaria, padres de familia ocupados trabajando desde casa, familiares enfermos y otras diversas circunstancias, intentar <strong>implementar un horario escolar tradicional</strong> de manera virtual puede ser imposible. Algo que tanto papás como alumnos deben <strong>“desaprender”</strong> en esta época es que no es lo mismo un horario virtual que uno tradicional.</p><p>Además de los factores antes mencionados, el ritmo de aprendizaje a distancia es diferente, dado que la estructura de un día normal es muy diferente que cuando se está en casa y más cuando, ante la contingencia, todos los miembros de la familia tienen que convivir las 24 horas en casa.</p><p>En la escuela, los niños y adolescentes tienen un horario estructurado: la hora del recreo, el tiempo “perdido” que pasan caminando por los pasillos de la escuela de un aula a otra, hablando con sus compañeros u otras situaciones que no pasan en un programa escolar virtual. Entonces, <strong>¿cuánto tiempo deben dedicar los estudiantes al estudio en casa?</strong> algunos psiquiatras aconsejan que para saber cuánto tiempo debería pasar un niño concentrado en una tarea, se debe de multiplicar la edad del niño por 2 a 5 minutos, y el resultado es la cantidad de tiempo que pueden mantenerse concentrados. Usando esta regla, se sugiere que los estudiantes de primaria deben aprender de <strong>una a dos horas al día</strong>, los de secundaria de <strong>dos a tres horas</strong> y los de bachillerato <strong>de tres a cuatro horas al día</strong> como máximo.</p><p>Tampoco debemos perder de vista los estilos de aprendizaje, los visuales y auditivos tienen menos problema que los motrices o kinestésicos lo cual tanto tiempo inmóviles los puede hacer dispersos y posteriormente se "reportarán" con trastorno de atención. Y qué tal aquellos niños y jóvenes que, por tener pie plano, se les dificulta estar tanto tiempo sentados o en una misma posición... esto es solo una muestra de lo que no se toma en cuenta cuando se pretende cubrir el requisito de un horario escolar. Y no olvidemos además las tareas!!!</p><p>Cuéntame tu experiencia y tus soluciones en los comentarios, porque solo trabajando en equipo saldremos adelante de la mejor manera!!</p></div>LA INDIFERENCIA ANTE EL BULLYING.https://www.retosfemeninos.com/profiles/blogs/la-indiferencia-ante-el-bullying2014-06-11T15:30:00.000Z2014-06-11T15:30:00.000ZMaria del Socorro Pineda Vallarthttps://www.retosfemeninos.com/members/MariadelSocorroPinedaVallart<div><p> Es lamentable permanecer indiferente ante situaciones de injusticia, Haré referencia a este mal social, el <strong>bullying</strong>, que se sucitan en Las Escuelas Primarias; sabemos que permanecer en un grupo sin atender a las necesidades que se presentan, es faltar a nuestra ética profesional, ya que como maestros somos responsables de toda actividad escolar que se realice con nuestros alumnos. Ahora, que obligaciones tengo como docente, en otras acciones dentro del ámbito o comunidadd escolar? una de las principales es: estar al pendiente de la conducta y seguridad que se genera en los patios de juego, en los espacios de descanso o recreativos, es aquí, donde se generan una serie de inconvenientes, principalmente este <strong>acoso,</strong> donde los alumnos mayores, menosprecian a los mas pequeños, no los aceptan en sus equipos de juegos, y mas aún si son niños con sobrepeso. Otra situación frecuente les quitan sus lonches, los humillan y lo más grave, <strong>cobro de piso</strong>!, Esto es una accción que antes no se daba, pero tal parece que la difusión de películas con gran contenido violento, además de las multiples expresiones: juegos grotescos en diferentes medios de comunicación y multimedia, son causa para que muchos niños y adolescentes , quieran repetir estos patrones. Pero..<strong>. Y los maestros?</strong> En dónde estan ? Qué hacen? Por qué no se dan cuenta?. Desgraciadamente, algunos prefieren seguir en su rol de docentes encerrados en su mundo de enseñantes y olvidan la Ética Humanista. De esta hay mucho que hablar, es aquí precisamente, donde tenemos que reflexionar en la empatía y solidaridad, pero sobre todo el respeto que debemos inculcar a nuestros alumnos. Es muy fácil escudarnos en la frasecita..."La educación empieza en el hogar".. claro, pero como docentes continuamos esa formación en valores. MAS ADELANTE LES COMENTARÉ CASOS REALES ESTREMECEDORES DE NIÑOS QUE FUERON ACOSADOS, Y DE QUE MANERA SE SOLUCIONÓ... QUERER ES PODER!... Son mis experiencias educativas.... Nos vemos pronto. Pasen un buen día.</p></div>LA ESCUELA, EN EL LABERINTO TECNOLÓGICOhttps://www.retosfemeninos.com/profiles/blogs/la-escuela-en-el-laberinto-tecnol-gico2013-12-07T14:12:00.000Z2013-12-07T14:12:00.000ZMamá Digitalhttps://www.retosfemeninos.com/members/MamaDigital<div>La revolución del aprendizaje que dibujaba Isaac Asimov se queda pequeña. Las nuevas tecnologías ofrecen herramientas, una gran oportunidad para los malos estudiantes y un reto para profesores y padres. Cada alumno aprende a su ritmo y en el lugar que quiera.El profesor Jordi Adell va abriendo puertas con su tarjeta electrónica. Sale del edificio del Centro de Educación y Nuevas Tecnologías, que dirige, y enseña al visitante un viernes de octubre el campus de la Jaume I de Castellón, una universidad pequeña que nació en 1991 ya con una fuerte vocación tecnológica. Entre los edificios, de camino hacia la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales, Adell habla de una cierta “sobredosis de innovación tecnológica”, de los peligros de las modas, pero también de increíbles avances. En su centro los estudian, los prueban, producen conocimiento, forman a profesores y también los ponen en marcha en su propia universidad.Ya en una clase, Adell pasa la tarjeta electrónica por un sensor colocado en un lateral de la mesa del profesor y acto seguido se encienden las luces del aula, el proyector y el ordenador. En el centro de la mesa se abre un compartimento en el que está el teclado y un pequeño micrófono que puede colgarse alrededor del cuello. “Por ejemplo, un profesor de matemáticas, Pablo Gregori, va dibujando las explicaciones en la pantalla táctil, estas se ven en la pantalla de la clase y luego, grabadas junto con su imagen y voz, las cuelga en el aula virtual. Los alumnos lo consultan muchísimo cuando se acercan los exámenes”.Cuando el escritor Isaac Asimov hablaba en la televisión en 1988 sobre la revolución educativa que significaría que todo el mundo estuviera conectado en su casa, desde sus ordenadores personales, a unas bibliotecas infinitas, el entrevistador parecía perplejo al intentar vislumbrar lo que hoy es una realidad cotidiana. Algo parecido nos puede ocurrir ahora al intentar asomarnos a lo que las tecnologías acabarán haciendo con el mundo de la educación en 10, 20, 30 años…El ‘e-learning’ mueve más de 66.400 millones de euros al año. “Si no nos andamos con cuidado, las empresas tecnológicas dictarán la pedagogía”, dice un profesorLos expertos se asoman a futuros de enseñanza personalizada, donde cada alumno aprende a su ritmo, en cualquier parte, en vez de tener que adaptarse a la media de una clase; donde sus necesidades pasan a ser el centro y el profesor acompaña el aprendizaje, a veces individual, a veces en colaboración con el resto; con una tecnología casi invisible, sin cables; donde las posibilidades de formación y de acceso al conocimiento se multiplican, se democratizan y pueden llegar hasta los rincones más desfavorecidos gracias a revoluciones como los cursos abiertos masivos en línea (MOOC, sus siglas en inglés).También ven peligros, claro, y Adell menciona la presión de una industria emergente para extender este o aquel avance y habla del “lado oscuro de las tecnologías educativas”, de aquellas dirigidas al control de alumnos y profesores. “Si no nos andamos con cuidado, quien dictará la pedagogía serán las empresas de tecnología y las editoriales”, asegura.Los aparatos y las aplicaciones se multiplican a velocidad de vértigo, de la mano de la investigación y de ese floreciente negocio: la industria del e-learning (contenidos, plataformas, portales de aprendizaje) movió en 2012 más de 66.400 millones de euros en todo el mundo, y la expectativa de crecimiento es del 23% hasta 2017, según un estudio del pasado enero del banco de inversión IBIS Capital. Hay todo tipo de iniciativas, y organismos internacionales e instituciones lanzan programas, aunque a veces van y vienen a merced del interés político y los presupuestos. La Comisión Europea presentó el pasado septiembre la iniciativa Opening Up Education, que usará parte de los presupuestos europeos para educación y los fondos estructurales para garantizar equipamientos, creación de contenidos abiertos o formación de profesores.Cada vez resulta más evidente que al modelo tradicional de educación se le están saltando las costuras, que las formas de enseñar y aprender ya no caben en planteamientos cerrados en el espacio (las aulas), en el tiempo (tantos cursos, igual a tal título) y en los objetivos (un papel que asegura que su portador sabe lo básico para desenvolverse en la vida, otro que dice que eres un experto en economía…). Pero las décadas pasan –hace ya 25 años de aquella entrevista de Asimov– y los avances para muchos son frustrantes o muy insuficientes.“Si estás buscando una escuela en la que se hayan implantado las tecnologías y haya sido un completo éxito, me temo que lo vas a tener muy difícil”, responde Fernando Trujillo, profesor de la Universidad de Granada experto en la introducción de las tecnología de información y la comunicación (TIC) en las aulas. “Los cambios en educación son lentos, y me temo que con los ordenadores le hemos pedido a la escuela que haga magia. Pero hay miles de profesores haciendo cosas increíbles, con proyectos de realidad aumentada [combinación de imágenes de elementos reales y virtuales], de robótica, de transmedia [poemarios colectivos grabados entre varios centros como el de Poesía eres tú]…”. Destaca iniciativas de docentes, a veces sin apoyo institucional, como EABE en Andalucía, Aulablog en Madrid, Novadors en Valencia o Espiral en Cataluña, y habla de centros que lo están haciendo muy bien en contextos muy difíciles, como el instituto público Antonio Domínguez Ortiz, de Sevilla.Alumnos del Instituto madrileño Santamarca. / G. P.Patricia Giménez es la directora de este centro. En el barrio se ha corrido la voz de que el PCPI de Informática está muy bien y las solicitudes se han multiplicado con el curso ya en marcha. Un PCPI es un programa alternativo a la ESO para chavales con muy pocas posibilidades de sacarse el título obligatorio y en él siguen avanzando en lengua o matemáticas mientras aprenden lo básico de un oficio; en este caso, de auxiliar de informática. El barrio es el Polígono Sur de Sevilla, conocido popularmente como las Tres Mil Viviendas, una zona muy humilde, especialmente castigada por la pobreza, las desigualdades y la droga.En el PCPI se han embarcado este curso en un proyecto con el que los alumnos crearán su propia microempresa de mantenimiento de ordenadores; ya han empezado a reciclar piezas viejas para construirlos y repararlos. La iniciativa, Joven Empresa Europea, gira en torno a la web; de ella tendrán que sacar las bases, las instrucciones, mandar las solicitudes, colgar los avances…A pesar de las dificultades –una conexión a Internet muchas veces extremadamente lenta, algunos ordenadores portátiles que se entregan a los chavales y jamás vuelven a pasar por las aulas–, en el instituto están muy volcados con las tecnologías. Han repartido entre los cursos y las asignaturas lo que deberían aprender los alumnos para adquirir eso que en la Unión Europea han llamado la competencia digital. Por ejemplo, en primero de la ESO tienen que “mejorar el uso responsable de las redes sociales” o “familiarizarse con las herramientas de Office” como el Excel o el Word; en cuarto, aprender a crear blogs o a usar los avances para su orientación académica y profesional…Cuando se habla de tecnologías en la educación hay que distinguir dos objetivos: enseñar a los estudiantes a manejar bien unas herramientas imprescindibles para desenvolverse en la vida y el uso de las tecnologías para mejorar la educación, es decir, que los profesores enseñen mejor y los alumnos aprendan más.Sobre el primero, casi nadie discute, pues está superada la idea de que “los nativos digitales” poco tienen que aprender de los adultos. El reciente estudio Siete mitos sobre niños y tecnología, de Lydia Plowman, de la Universidad de Edimburgo, y Joanna McPake, de la de Strathclyde, en Glasgow, tras observar durante un año a niños de tres y cuatro, concluye: “Mientras que la facilidad de algunos con la tecnología puede ser sorprendente, muchos otros no son nativos digitales. Pueden sentirse un poco abrumados, al menos inicialmente. Esto es evidente con los ordenadores, diseñados como tecnología para adultos en el lugar de trabajo”.Por otro lado, puede parecer claro que las TIC ayudan a personalizar el aprendizaje; que parece mejor enseñar anatomía con imágenes en movimiento, reales y en tres dimensiones, que con una fotografía. Pero lo cierto, coinciden el profesor de la Universidade Aberta de Portugal Antonio Teixeira y el director del eLearn Center de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) Albert Sangrà, es que resulta muy difícil medir la mejora y no hay estudios concluyentes al respecto. Sangrà cita una escuela holandesa donde ya solo se usan tabletas, pero el método es el mismo que hace 100 años, el Montessori. “Donde había regletas hoy hay tabletas, ¿quiere decir que el método es hoy mejor? Creo que no, simplemente han adaptado las herramientas. Y haciendo lo mismo, normalmente consigues lo mismo. La tecnología está retando a los profesores a cambiar sus métodos y ahí es donde puede traer el gran beneficio”.Las formas de enseñar y aprender ya no caben en modelos cerrados en el espacio, el tiempo y los objetivos. Al modelo tradicional de educación se le saltan las costurasDesde el Media Lab del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), la investigadora Jen Groff añade que no solo hay que cambiar el cómo se enseña, sino también el qué. Groff es cofundadora del Centro para el Rediseño Curricular, asociado con la OCDE y el informe PISA y Gobiernos como el de Finlandia y Singapur. “Hay que repensar los contenidos por muchas razones, no solo porque hoy vivimos en un mundo digital. Cualquier defensor de la tecnología educativa le dirá: determine usted qué experiencias de aprendizaje desea proporcionar y, a continuación, busque las herramientas que le ayudarán a activarlas”.El siguiente paso, dice Trujillo, es ir de las iniciativas de profesores a una “visión de centro, en conjunto”, porque no se trata de llevar la tecnología a la clase y que cada uno intente aprovecharla como pueda, sino de que los profesores y los equipos directivos busquen juntos las herramientas más adecuadas. “Que un día puede ser una salida al campo; otro, traer un pescador a clase para que hable de su oficio, y otro, una videoconferencia con niños de un colegio de Wisconsin”.La directora del instituto de las Tres Mil Viviendas y el profesor encargado de las tecnologías, Antonio Estrada, comentan que muchos de sus alumnos no tienen Internet en casa y que se les puede ver por las tardes (a ellos y otras gentes del barrio) pegados a la valla para engancharse al wifi del instituto. “Aquí todo se descontextualiza, a veces parece que te dicen: ‘Yo te doy los ordenadores y tú verás…”.Las pizarras digitales, coinciden Giménez y Estrada, son quizá uno de los mejores avances: los profesores ya se han adaptado y las usan con naturalidad: las proyecciones, los libros digitales, todo un mundo de recursos en Internet… “Es llamativo, ágil y rápido”, resumen. El problema es que se interrumpió el proyecto de digitalización de las aulas en segundo de la ESO y ahora van terminando de completar como pueden las instalaciones con los ahorros del centro y el premio que recibieron recientemente de la Fundación SM por su lucha contra el abandono escolar.El profesor de matemáticas Pablo Gregori. / G. P.El contexto de crisis económica y recortes (más de 6.400 millones de euros desde 2010) ayuda poco al proceso de cambio, no solo por la falta de recursos, sino porque también crea un clima de hartazgo y confrontación. A ello se suma un proyecto de ley, la LOMCE, que nace con gran parte de la comunidad educativa en contra. Recoge, no obstante, el impulso a las nuevas tecnologías. El ministro José Ignacio Wert confesó en una reciente entrevista que le hubiera gustado ir más lejos en este apartado. Sobre la falta de recursos, respondió: “Ahora mismo, la tendencia que en EE UU se está imponiendo en cuanto al uso de las TIC es el bring your own device [trae tu propio cacharro]”. Esa tendencia existe, pero quizá es un tema peliagudo si se plantea en el Antonio Domínguez Ortiz de Sevilla o si se piensa, como dice Trujillo, “que la conectividad [a Internet] sigue siendo un problema”.Un problema que ha sufrido, junto al aumento de alumnos por clase “hasta 33” en el Santamarca, un instituto público de una zona de clase media de Madrid, en su iniciativa de introducción de las tabletas en las aulas. El proyecto IDEA, de la Fundación Albéniz, está en 12 centros de cinco comunidades autónomas; en el Santamarca empezaron el año pasado en una clase y hoy está en cuatro aulas de la ESO. Las familias han de comprar las tabletas, e IDEA pone el soporte tecnológico donde las editoriales vuelcan sus productos (los padres también tienen que pagarlos, pero cuestan menos que en papel), con acceso a un banco de contenidos y en el que se centralizan todo tipo de herramientas de comunicación entre alumnos, docentes y familias, y de gestión (de asistencia, control de notas, etcétera).El proyecto va bien, dicen la tutora de una de las clases, Mar Merino, y la directora, Ana Rodríguez. Pero señalan dificultades, y no solo de infraestructura. Por ejemplo, una alumna imprimió en papel todos los contenidos de la tableta porque su madre le dijo que si no, no se lo iba a aprender. Hay que enseñar a los chavales, dice Merino, técnicas de estudio aplicadas a los nuevos métodos, pero también hay que explicar los cambios a las familias.Porque cuando un adulto piensa en la escuela, tiende a recordar cómo le enseñaron a él. “Se da la paradoja de padres que a lo mejor dirigen empresas punteras y están diciendo que la tecnología lo tiene que cambiar todo, después exigen al maestro que dé clase a su hijo de la misma manera que le enseñaron a él”, dice Albert Sangrà. Por eso, añade Teixeira, es tan importante que en la formación de los docentes estos usen las nuevas herramientas.“Aquí estamos hablando de la tecnología como plataforma de pruebas”, dice el profesor de la Politécnica de Cataluña (UPC) Eduard Alarcón. Él fue uno de los encargados de repensar la titulación de Ingeniería de Telecomunicaciones. Cuando vieron que sus titulados quizá flojeaban en competencias más genéricas, como el diseño, se incorporaron a una iniciativa internacional, nacida en el MIT y en tres universidades suecas, llamada CDIO. “Está basado en la resolución de problemas en sistemas complejos y en la interdisciplinaridad”, explica. Así, tal vez en un proceso parecido al de aquel chaval de Sevilla que veía a través de unas fotos que las “matemáticas son más que números en una pizarra”, los alumnos de teleco conectan y aplican desde el primer año en distintos proyectos las fórmulas, las estructuras, los circuitos…En Villaverde, un barrio humilde de Madrid, los chicos aprenden a programar aplicaciones para Android con un método de aprendizaje del MITEn tercero, el proyecto se lleva a cabo en equipos de 18 alumnos. Uno de ellos está construyendo un nanosatélite en el NanoSat Lab de la UPC, un moderno laboratorio. “El primer día les dices que van a hacer un satélite y no les cuentas mucho más. Luego, en 10 horas les ofreces el marco general, y después se les da autonomía”, explica Alarcón.De Barcelona a Madrid. Unos chavales juegan al fútbol en una pista de un parque de Villaverde. Uno de ellos se dirige a un tipo con perilla de treinta y tantos: “Señor, señor, ¿puede poner unas bulerías?”. “Bueno, pero dime un título”. “No sé”. “¿Camarón?”. “Vale”. El hombre pulsa las teclas de su teléfono móvil y empieza a sonar Volando voy en unos altavoces colgados en una farola. El señor del móvil se llama Carlos Flores y trabaja en la Asociación Semilla, que pelea por la integración social de los muchos jóvenes que corren serio riesgo de exclusión en el humilde barrio.Flores es un ingeniero informático que se encarga de dos proyectos de educación no formal a través de las tecnologías. La idea es aprender de forma colaborativa, jugando, tocando y haciendo y conectando disciplinas, de una forma parecida a la que proponen en la Politécnica de Cataluña. Uno de los talleres es para chicos y chicas de 6 a 16 años con problemas en la escuela –porque van retrasados o, simplemente, porque no van–, y el otro, a jóvenes de 16 a 25 que ya han abandonado.Han adaptado el método de aprendizaje e investigación del Living Lab, nacido en el MIT y vinculado al Media Lab. Con él, los chicos aprenden a programar aplicaciones para Android (el sistema operativo de muchos móviles) en una primera fase; en la segunda profundizan en el desarrollo de software, y en la tercera diseñan y ejecutan un proyecto. Por ejemplo, el año pasado hicieron el Boombox: un dispositivo compuesto con un microordenador, una antena de wifi y unos altavoces colgados en una farola de un parque de Villaverde. El sistema está conectado con el programa de música online Spotify, y, durante el día, quien pase por allí puede conectarse y elegir canciones con el teléfono móvil.Alumnos de un instituto de las Tres Mil Viviendas (Sevilla). / G. P.Utilizan software libre, sistemas abiertos, Moodle, guías y videoguías, un mundo de conocimiento, de sistemas y de aplicaciones que hoy se pueden encontrar fácilmente por Internet, de conocimientos que la gente y las instituciones –muchas universidades– comparten. Flores cuenta que hay quien se sorprende por las cosas que consiguen chavales que fracasaron en la educación formal, pero él cree “en el poder de las tecnologías para el cambio social” y “en que cualquiera puede ser innovador si se le dan las condiciones”. Cuenta además que convencieron a IBM para que algunas de sus delegaciones dejaran que los chavales formados en sus talleres pudieran participar en los procesos de selección para trabajar en sus filiales, abiertas normalmente solo a ingenieros. Algunos han conseguido entrar.“Las instituciones de educación superior deben estar nerviosas por el día en que tú puedas hacer una serie de MOOC [cursos masivos en línea] y otros tipos de experiencias de aprendizaje y luego acreditar lo que has aprendido. Eso sí que realmente pondrá en duda el valor de un título universitario”, dice Jen Groff, del Media Lab.La irrupción hace unos años de los MOOC ha provocado negros presagios sobre el fin de las universidades. Consisten en colgar materiales en Internet –clases grabadas, bibliografía, podcast, etcétera– que el alumno puede seguir desde cualquier parte del mundo e interactuar y aprender con los compañeros. Algunos requieren registrarse y en la mayor parte de los casos solo hay que pagar algo si se quiere obtener un certificado de asistencia (que no un título o diploma).“Muchos hablaron de que llegaba un tsunami, pero yo creo que se trata de un glaciar que irá creciendo y cambiando todo, pero no hasta destruirlo”, opina Alastair Creelman, profesor de la Universidad de Linnaeus, en Suecia. Así, tanto él como Sangrà y Teixeira creen que los MOOC serán una herramienta más en un mundo híbrido, pero eminentemente digital. “Las universidades tradicionales tendrán más alumnos en línea que presenciales. Pero será híbrido también en el sentido de que los estudiantes cursarán unas asignaturas presenciales y otras a distancia”. Pero cl, añade Sangrà, cuando uno se asoma al futuro utilizando parámetros actuales, corre un gravísimo riesgo de equivocarse. ¿Qué diría Asimov de todo esto?Yo Soy Mamá Digital y tú ¿qué esperas?Recuerda seguirnos en twitter <a href="https://twitter.com/mama_digital">https://twitter.com/mama_digital</a> y facebook <a href="https://es-es.facebook.com/mamadigital.mx">https://es-es.facebook.com/mamadigital.mx</a> y registrarte en nuestro canal de you tube <a href="http://www.youtube.com/user/mamadigitalmx?feature=watch">http://www.youtube.com/user/mamadigitalmx?feature=watch</a>Fuente y foto: <a href="http://goo.gl/leCLdB">http://goo.gl/leCLdB</a>l</div>