¿ESTAMOS MOTIVADOS PARA UN CAMBIO?

¿Cuándo es que un ser humano se dispone a establecer cambios en su vida? Los cambios de cualquier naturaleza se imponen cuando tenemos la sensación que no hemos podido resolver con éxito las situaciones a las que nos vimos expuestos en el curso de la vida cotidiana.

Y todos, tú, yo, todos los seres humanos, operamos, funcionamos con un determinado esquema de posiciones, de visiones y de actitudes, con la intención de alcanzar nuestro propio equilibrio y nuestro bienestar y el de aquellas personas que nos rodean y que de alguna manera dependen de nosotros o interactúan con nosotros.

Cuando esos esquemas pre-establecidos que cada uno de nosotros tiene o que muchos tenemos por lo menos, que tienen que ver con nuestras creencias, comienzan a fallar, es muy probable que ingresemos en ese terreno peligroso de las CRISIS PERSONALES.  Y esas crisis personales son verdaderos episodios devastadores que exigen en primer lugar de un rápido reconocimiento de la situación para poder corregir y modificar esos esquemas de vida que nos hicieron llegar a ese estado.

Y… CAMBIAR, es sinónimo de modificar hábitos, conductas, creencias que hasta hoy quizás fueron el eje de nuestro comportamiento, pero cuando a la luz de los hechos que nos toca vivir, nos cuestionamos la eficacia de esa manera de actuar, es probable que nos invada el miedo a lo desconocido. Sabemos que tenemos que tomar una decisión pero también tememos internamente qué es lo que va a suceder el día después que tomemos esa decisión. ¿Por qué? Porque cambiar sí significa enfrentarse a lo desconocido, sin saber de antemano si los resultados de esa transformación que estamos intentando poner en práctica nos va a arrojar un resultado positivo o no.

Y la MOTIVACIÓN  es un elemento trascendental porque es el ESTÍMULO que uno necesita para poder darle a su vida una VISIÓN DIFERENTE.  Y esta motivación puede nacer de dos vertientes bien distintas: una puede ser a punto de partida de anhelar la continuidad de nuestro bienestar, o por el contrario, la motivación puede nacer incitada por un sentimiento de insatisfacción que hemos podido detectar cuando nos miramos en el espejo del alma y allí efectuamos los balances periódicos que necesariamente, hombres y mujeres tenemos que hacer.

En esos balances podemos descubrir espacios oscuros en determinadas áreas de nuestro desempeño cotidiano y eso puede estimularnos a generar esa motivación que nos permita poder seguir adelante con esperanza, con fe, con metas y con objetivos.

La motivación arrastra la voluntad a ponerse en movimiento y a encontrar alternativas que cambien la percepción que tenemos del mundo que nos toca vivir.

Y seguramente te sucede, con cierta frecuencia, que las obligaciones que tú vas asumiendo en el devenir de tu vida se convierten en actividades de tiempo completo, no dejándote un cierto margen para esa motivación y ni siquiera para pensar que podrías vivir de una manera distinta.

Nadie cambia repentinamente. Pero sí con mesura, con equilibrio, con reflexión, con sentimiento y con pensamiento, con paciencia y con tolerancia, podemos ir cambiando algunos aspectos que creíamos que hasta hoy eran inamovibles y que a partir de hoy pensamos que quizás nos puedan ayudar a ver la vida de otro modo o desde un ángulo diferente.

La motivación te va a impulsar, te va a empujar como una fuerza incontenible a hurgar, a investigar, a preguntar, a buscar respuestas a una enorme cantidad de interrogantes, que seguramente, tú, yo y todos tenemos, respecto de nuestra propia vida. No son ni más ni menos que los enigmas y los misterios de la vida. Aquellas cosas que quizás pasamos toda nuestra existencia sin poder encontrarle una razón, una explicación o algo que nos deje satisfechos.

Y el problema fundamental por el cual tú y quizás muchos seres humanos no podemos cumplir con nuestros sueños, está en la falta de motivación, está en la falta de compromiso para llevar a cabo eso que nos hemos propuesto.

Se puede vivir de muchas maneras. Tú eliges la que más te guste. El paso del tiempo y los resultados de tu decisión se reflejan en el grado de satisfacción  o insatisfacción que tienes con lo que la vida te devuelve. Estás a tiempo aún de enmendar el camino. ¡Atrévete a ir tras tus sueños!

 

Dr. Walter Dresel

 

wdresel@adinet.com.uy

www.exitopersonal.org

www.walterdresel.blogspot.com

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