ELLA Y ÉL. IMAGINATIVO DE SU ÚLTIMO MENSAJE

Él iba en su auto, en el tráfico, rumbo a su trabajo, esos momentos en que está sonando la radio pero no escuchas, su pensamiento está perdido. Ella tomó el autobús repleto de gente, mucho más que en días normales. Tan poco los separaba.

Él toma su celular en un momento desesperado por hacer algo. Abre el mensajero para ver qué hay de nuevo, no hay nada, pero juega con él. Baja la pantalla y se encuentra con ella, con su último mensaje, el sábado pidiéndole que salieran, lo cual dijo que no.

Él vio una foto nueva y la admiró, ya la había visto pero no contemplado, justo hoy lo hizo y la encontró bella aunque sus intenciones siguen siendo las mismas, nada, nada que lo involucre.

No le gustan cosas de ella, aunque pueden modificarse, pero él es tan estricto que prefiere soltar y no llamar antes de darse la oportunidad de sentir algo. Pasa el tiempo y siguen sin llamarse, es más poderoso: -ella-“lo dejo ir” y –el- “no me gusta su forma de ser”, que ambos darse la oportunidad de experimentar, hay más que ganar que lo que pueden perder, y probar más tiempo juntos, salir más, hacer cosas diferentes, seguir conociéndose. Pudieron ser tan grandes juntos. Los dos son graciosos y se entretienen. Al principio fue difícil, pasa muchas veces, les costó hablar, ambos son tímidos pero saben que se gustan.  

Ella lo admira, ella lo escogió para olvidarse de todo, lo eligió a él; su forma de ser, sus bromas, su voz, la expresión en su cara. El conjunto de todo lo que es, la hacía sonreír. Ya lo conocía de hace mucho tiempo, compartían espacio en una escuela, nunca pasó nada, ella era el objetivo inalcanzable y que un buen día él alcanzó pero lo dejó ir; después de idealizar y conseguir lo que quería, un buen día así como así dejó de llamar.  

La última vez que se vieron, ella pensaba que al fin había sido una noche perfecta, habían hablado mucho, él tomó su pierna y ella su brazo, la música y el lugar eran perfectos, su emoción se reflejaba, él lo compartió con ella, una de las cosas que más le gustaban, fue especial, aunque haya sido la última vez que se verían.

Ella no quería escribir más porque sabía que sería la última vez, no quería que se acabara la historia, en lo más profundo de su ser sabe que así sería.

No hay que perderlos –ella se dijo- solo dejarlo ir. No quiere retener nada que la vida le quite, ahora así va  su rumbo, ya no quiere cargar equipaje.

Aunque la vida no se define en un día, porque todos son diferentes; llegó ese, del tráfico en el auto para él y mucha gente en el bus para ella, la vida les dio una sorpresa, un pensamiento los juntó de nuevo, él pensó que era bella y se lo tenía que decir, ella decidió que necesitaba más para dejar que regresara a su vida. 

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