EL TREN DE LA LIBERTAD

'El tren de la libertad'

Contra la reforma de la ley del aborto en España

                                                                “La despenalización del aborto es inevitable e irreversible, y no habrá nadie que pueda impedirlo ya que no se puede parar la rueda de la historia”.

                                                                                                                                          Sara Sefchovich

El Tren de la Libertad fue el nombre que se dio a la organización de mujeres que saliera de Asturias para protestar por el retroceso en lo que a sus derechos sexuales y reproductivos se refiere. Esta manifestación tuvo lugar en Madrid, España el 1 de febrero.

Por un lado, me siento muy contenta porque esta mega manifestación,  sólo puede darse en sociedades con una mayor conciencia de sus derechos. A cuarenta años de que luchaban por lo mismo, según decían algunas mujeres, deben volver a hacerlo; la diferencia es que hoy, muchas  más mujeres tienen claro que las mujeres tenemos derecho a tener derechos: antes, ni cuenta nos dábamos.

Me gustaría reflexionar, también, acerca del lado oscuro de este acontecimiento: aún hoy hay sectores de la sociedad – de cualquier sociedad en este mundo global – que aún piensan que el cuerpo de las mujeres pertenece a la iglesia, al estado, a los padres, a los maridos…a todos menos a ellas mismas y deciden quitar derechos ganados después de muchas batallas.

 Por ello, quisiera meditar acerca de este evento poniéndome las gafas violeta que representan la mirada feminista. ¿Para qué sirven las gafas violeta? Para contestar, reproduciré las palabras de Nuria Varela (2005) quien dice que “Sirven para dejar de ser miopes. Sirven para ver las injusticias y una vez descubiertas, nombrarlas. Una vez puestas las gafas, se ve claro que no hay razones naturales que justifiquen la desigual distribución de poder entre hombres y mujeres…la invisibilización de las mujeres, de sus logros y saberes, la violencia ejercida contra ellas…no ocurre porque sí “(2005: 174-175) Feminismo Para Principiantes.

Las sociedades patriarcales, como han sido denominadas por la teoría feminista, tienen ideas muy precisas, rígidas y conservadoras acerca de lo que es ser mujer, hombre y también una concepción tradicional de la familia, así, en singular, como si no hubiera más de un modelo.

¿Y qué es ser mujer, para este sector?

Ante todo, madre. Se supone que toda mujer debe querer casarse en un momento de su vida y, por supuesto, convertirse en madre. Antes de este feliz acontecimiento, la chica permanecerá virgen a la espera de quien la validará en tanto mujer ante la sociedad.

Está también el mito del instinto maternal que, según un muy interesante libro de Elisabeth Badinter llamado “¿Existe El Instinto Maternal? Historia Del Amor Maternal” no existe pues los cuidados – o falta de ellos – hacia los hijos han variado de los siglos XVII al XX.

¿Es cierto que la maternidad da sentido a la existencia de todas las mujeres?, ¿De veras las mujeres que no se convierten en madres viven incompletas, amargadas y frustradas?

Según este libro, muy bien documentado, no hay tal. Las conductas instintivas son cerradas y no admiten cambios debido a factores externos y eso no se da en los seres humanos. Y sin que me lo diga ningún libro, he visto mujeres que han decidido no tener hijos y son mujeres plenas, felices y bondadosas. Su “pecado” fue atreverse a no seguir los mandatos patriarcales: casarse y tener hijos.

Que una mujer decida usar anticonceptivos o que decida interrumpir un embarazo le resulta a la sociedad patriarcal un escándalo por la pérdida de control sobre las mujeres y sus cuerpos que tal decisión significa. En las mentes conservadoras es imposible disociar sexualidad y maternidad: no puede ir una sin la otra. Odian sexo y placer, especialmente, cuando el placer lo disfruta una mujer.

Como maestra, me ha tocado ver cómo algunas alumnas de preparatoria se quedan embarazadas y los chicos, sencillamente, se desentienden, se cambian de escuela o, de plano, las culpan a ellas con frases como “¿Por qué no te cuidaste?”, como si con ellos no fuera la cosa.  En otras, deciden tenerlo y vivir juntos pero existe la tendencia a responsabilizar a la muchacha de haber truncado la carrera del chico, con el creciente riesgo de que empiece a sufrir violencia por ello. Otras, de plano, se quedan solas y, al intentar buscar un empleo, se dan cuenta de que las empresas no reciben mujeres embarazadas: han quedado atrapadas.

Finalmente, otras chicas cuentan con el apoyo de su pareja y/o de sus familiares pero ellas deciden que, en ese momento, no están listas para ser madres, es decir, quisieran serlo pero no ahora.

Lo que, de manera personal más me molesta, es la gran hipocresía de “Las buenas conciencias” que se rasgan las vestiduras ante la posibilidad de la interrupción de un embarazo pero, en cuanto la criatura nace, se dan la media vuelta y que la chica se las arregle como pueda.

Hubo un caso paradigmático en México, fue el Caso Paulina, una chica de 13 años que, en 1999, fue violada y de ello resultó embarazada. Al solicitar que se le practicara el aborto, se incurrió en una serie de conductas dilatorias con el objeto de que pasaran las 12 semanas que la ley permite para que una persona que ha sido violada pueda practicarse un aborto. Además de las dilaciones de los médicos, llegaron grupos pro-vida a prevenirla de que cometería un pecado. Pasó el tiempo permitido y Paulina debió seguir con su embarazo hasta el final y, después de un tiempo, a la joven Paulina la olvidaron por completo y la dejaron a su suerte con su hijo, sin dinero y sin justicia. Al menos, tenía a su familia de su parte.

En México, a partir de que regresó por sus fueros la derecha reaccionaria, se han ido perdiendo derechos largamente peleados en todos los campos de la vida social. El derecho a la interrupción de un embarazo es uno de ellos. El Estado de Guanajuato, por ejemplo, en mayo del 2009, dio marcha atrás en lo que a derechos sexuales se refiere. En general este retroceso se ha dado en los estados del centro y del norte de México que son los más conservadores. Confunden a la opinión pública diciendo que la ley que permite la interrupción de un embarazo es una ley que fomenta la cultura de la muerte, lo que es un absurdo porque nadie te puede obligar a abortar si tú no quieres hacerlo, pero como la gente tiende a creer todo lo que ve en la tele... Tildan a las muchachas de asesinas cuando, en no pocas ocasiones, son las circunstancias de rechazo familiar, social  laboral lo que las orilla a tomar esa determinación.

Por otro lado, lo que aquí se trata es de subrayar la conducta de control de los cuerpos de las mujeres tanto para que tengan a sus hijos quieran o no, como para ligarlas si el médico que se cree Dios decide que ya tiene suficientes hijos y lo hacen, muchas veces, sin preguntarles siquiera. Esto casi me pasa a mí, cuando nació mi segundo hijo: el pseudo médico preguntó al padre de mis hijos si quería que me ligara cuando aún estaba yo sedada, es decir, ese hombre quería decidir “entre hombres” lo que sería de mi capacidad reproductora de ahí en adelante sin consultarlo conmigo, con la absoluta convicción de que mi cuerpo no me pertenecía a mí sino al marido. Afortunadamente, no lo consiguió (y con ello, se perdió una tajada más grande de dinero por la operación). Pero hay mujeres a las que si las operan sin su consentimiento: una señora que planchaba la ropa en casa de mi madre, después de dar a luz a su cuarto hijo, le notificaron que El Señor Doctor había decidido practicar  una salpingoclasia. Ella lloró algunas semanas pero no hizo nada pues sabía que nada lograría una mujer pobre al acusar a un médico con el prestigio y poder social que aún tienen.

Con esto se demuestra que no es la vida en sí misma lo que le importa a “Las buenas conciencias”, pues se creen con el derecho de decidir, como si fueran Dios, cuándo una mujer debe seguir pariendo y cuando ya no. Su vida y la de sus hijos les tiene sin cuidado como lo demuestra el feroz sistema económico que padecemos y que padecen las mujeres solas con sus hijas e hijos aún  más: enfermedades totalmente prevenibles, muertes que pudieron haberse evitado si tan sólo hubiesen tenido acceso a los recursos suficientes para comer bien, vivir higiénicamente, tener acceso a la salud preventiva y curarse en caso de necesidad.

Es ya casi un lugar común hablar de la feminización de la pobreza o de que la pobreza tiene cara de mujer; sin embargo, nada se hace para que ellas, todas, las casadas, las viudas, las divorciadas, las madres solteras tengan acceso a los recursos al igual que los hombres pues es la falta de esos recursos la que, en muchos casos, las orilla a tomar la decisión de interrumpir un embarazo.

Es por todo ese retroceso que vivimos en México que esta noticia me pareció como una bocanada de aire fresco.

¿Cómo surgió el TREN DE LA LIBERTAD?

Reunidas las mujeres de la Tertulia Feminista les Comadres y Mujeres por la Igualdad de Barredos acordaron organizar el TREN DE LA LIBERTAD, que partió desde Asturias para llegar a Madrid el día 1 de febrero

Estas organizaciones hicieron un llamado a sumarse a esta iniciativa y a acompañarles en el viaje o en Madrid. Una vez allí, entregaron el texto “Porque yo decido “en el Congreso de los Diputados

http://www.eltrendelalibertad.com/2014/01/porque-yo-decido-texto-que-se-entregara.html

Comparto también el Manifiesto de Apoyo

http://www.eltrendelalibertad.com/p/manifiesto.html

Es importante recalcar que las leyes que permiten la interrupción de un embarazo no deseado NO fomentan el aborto pues nadie está obligada a abortar. Se trata de que, quienes así lo decidan por la razón que ellas tengan, puedan hacerlo sin poner en peligro su vida.

Yo soy una madre feliz porque mis hijos fueron deseados, cuidados, amados y desde mi maternidad feliz y gozosa apoyo el derecho de las demás mujeres a decidir si quieren tener hijos y cuándo, ya que por mi propia experiencia sé que un hijo representa, por lo menos 18 o 20 años de la vida de su madre en cuidados; por lo tanto, no todas y no siempre están en condiciones de dar a esa criatura lo que por derecho merece: amor, cuidados, sus necesidades básicas cubiertas y paz.

Para terminar, te comento otra noticia importante para las mujeres: Falleció Dedé Mirabal,  la última de las Hermanas Mirabal, en cuyo honor fue creado el día de la no violencia hacia las mujeres.  

Que tengas una feliz semana,

Mercedes

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