EL ROL DE LOS PADRES EN LA VIDA

Alguien solía decirme que no entendemos a nuestros padres hasta que tenemos hijos, supongo que me lo decía porque veía en mí ese acto de rebeldía y soberbia que solía adoptar cuando era joven, y obvio era que no alcanzaba a comprender lo que esta persona intentaba que yo entendiera hasta que me convertí en mamá y un día mi hijo se enfermó, gracias a Dios algo leve, pero fue entonces que comencé a peguntarme ¿qué sintieron mis papás cuando me enfermé, cuando me casé, cuando tuve la dicha de convertirme en mamá, cuando ellos me tuvieron en sus brazos por primera vez? ¿Y qué sienten ahora cuando me ven atribulada o cuando me ven intentando salir avante y sacar adelante a mi hijo? ¿Qué sentirán cuando me han visto triste o cuando me han visto fracasar? ¿Qué pasa por sus mentes? ¿Qué pasa por sus corazones? No lo sé. No lo sé porque en realidad no me he tomado la libertad de preguntarles abiertamente, como tampoco me he tomado el tiempo para indagar si tendrán miedos, ¿cuáles serán estos y a qué le temerán? Sólo lo imagino y me pregunto ¿Querrán vivir conmigo cuando ya no puedan valerse por sí mismos? ¿Qué pensarán sobre la soledad? ¿Tendré la oportunidad de peinar a mi mamá, de amarrar los cordones de los zapatos de mi papá? ¿Me dejarán ponerles los calcetines o abrocharle las sandalias o que les ayude a bañarse, asearse, darles de comer como ellos lo hicieron cuando fui niña? ¿Tendrán la certeza que lo haré? ¿Tendré el valor de llorar en silencio cuando me dé cuenta que están regresando al origen de la vida y que por eso reaccionan como los niños que mis hermanos y yo fuimos?

Pero el cuestionamiento que surgió cuando observé a mi hijo, fue si he tenido la asertividad de inculcarle amor, respeto y admiración hacia sus abuelos, quienes muchas veces han adoptado el papel de segundos padres. Hasta el día de hoy sí pero la vida da muchas vueltas y no tengo la certeza de lo que ocurrirá porque mi hijo es joven aún y todavía vivirá diversas etapas en las que tal vez, la rebeldía y la soberbia, propias de algunos jóvenes, saldrá a la luz. Sin embargo, de lo que estoy cierta es que con todo y los errores que estoy segura he cometido como mamá, tengo la esperanza de que él cuando sea padre, sabrá comprender y entender que no nacemos sabiendo y que la vida es para regresar al punto de origen de la existencia, al punto del amor profundo, sano y desinteresado como mis padres a mí me han dado la dicha de experimentar.

Hoy que tengo la fortuna de tenerlos con vida y que a pesar de que son personas mayores, todavía cuento con el privilegio de verlos reír, discutir, conversar, recordar su juventud, bailar y jugar entre ellos, le pido al Creador que me los conserve por mucho tiempo más y que me dé el privilegio de seguir aprendiendo a través de sus vidas, pues ambos han sido y son para mí un ejemplo a seguir y siento orgullo y gratitud de ser su hija.

Si como yo, aún tienes la fortuna de contar con tus padres, te invito a experimentar agradecimiento profundo hacia ellos, no sólo de palabra sino con actos de respeto y amor hacia las personas que te han dado la oportunidad de percibir el bello viaje de tu vida. Te invito hoy a vivir el amor a través de esos bellos seres a quienes llamas: Mis Padres.

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Comentarios

  • muy bello! justo para tenerlo bien presente cuando luego de tanta presión por ser meses de intenso cansancio y de anteponer sus necesidades a las de una, y en ocasiones se hace pesado, conviene leer para reconectarse y continuar dividiendo las oportunidades de hacer sentir amor a nuestros seres mayores.

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