EL PARACAÍDAS

¿Abres el paracaídas sólo en caso de emergencia?

Los seres humanos tendemos a encajonarnos y a encerrarnos en un caparazón, la mayoría de las veces vivimos haciendo más de lo mismo y eso es exactamente lo que recibimos a cambio.

Ponemos atención en los hechos con ese coloquial “sacar la antena”, abrir el paracaídas o utilizamos todo las herramientas que conocemos sólo cuando nos enfrentamos a las circunstancias adversas o desconocidas.

Hoy quiero compartir contigo un secreto, vivir constantemente con ese hipotético paracaídas abierto, 2 funciones tendrá, la primera es que te mantendrás siempre alerta a recibir mensajes constantemente, para crecer y también para hacer caso omiso a ellos; la segunda es que te mantendrá viajando seguramente con la energía vibracional alta que te permite observar desde la altura la película completa.

La tarea es romper el caparazón como aves al nacer que para sobrevivir dejan el huevo; darse a la tarea de romperlo para volar por instinto y sin miedo es algo que les es genéticamente enseñado y a nosotros la obligación de vivir.

Superar el bloqueo que conlleva la rigidez nos permite enfocarnos en lo que rinde frutos y nos aparta de las culpas al responsabilizarnos de nuestras acciones e impedirnos la manifestación de la queja, la que siempre es prescindible.

Al desenvolvernos de esta forma constatamos los beneficios intrínsecos de haber propiciado la ausencia de conflicto y de generar oportunidades por encima de las rupturas.

Oponernos lleva el riesgo de quebrarnos; si la fuerza que enfrentamos es mayor a la que podamos reunir para luchar en su contra.

Estar abiertos a movernos en los parámetros de la flexibilidad es evitar las altas y las bajas; la cima y la sima; la montaña rusa, los malos humores inapropiados; es aprovechar el momento y las oportunidades que se presentan.

Cuando aceptamos incondicionalmente el estado natural en el cual nos encontramos partimos de que al conocerlo es sin duda mejorable, más aún cuando nos es conocido.

Esta es la gran herramienta de la adaptabilidad, lo cual es necesario para el cambio, para la transformación; propicia tener la actitud, nos dirige hacia las modificaciones en el comportamiento fundadas en el conocimiento que tenemos de nosotros mismos; perdonar los errores, incluyendo los propios, es mantenernos en este camino.

Crear tu paracaídas, hacerlo tuyo, visualizarlo es experimentar ese juego que lleva colores extraordinarios, olores sorprendentes, experiencias nuevas.

Usarlo con responsabilidad y constancia es tomar el camino de la creatividad, es hacer magia, es en principio, comenzar a vivir.

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