¿EJERCES TU SEXUALIDAD RESPONSABLEMENTE?

¿EJERCES TU SEXUALIDAD RESPONSABLEMENTE?

Tal vez si eres una persona que ya vive en pareja o que ya tienes hijos, piensas que esto ya no te compete. Nada más lejos de la realidad.

Recuerda que la sexualidad no se relaciona únicamente con el hecho de tener relaciones sexuales; es más profundo que eso; abarca el aspecto conductual, emocional; el erotismo, la intimidad y los cambios relevantes a lo largo de la vida.

Tener una visión amplia de la sexualidad contribuye al análisis de varios factores que habría que considerar, antes de un encuentro meramente sexual.  Por ejemplo, siempre que has tenido sexo, ¿lo has hecho con convicción y deseo?, ¿cada vez que tienes un encuentro sexual te proteges para evitar una enfermedad de transmisión sexual o un embarazo no deseado?, ¿estableces los límites de lo que deseas hacer o no con tu pareja?, ¿has descubierto tus zonas erógenas en una autoexploración?, ¿invitas a tu pareja a realizarse análisis para asegurar su estado de salud, antes de decidir iniciar su vida sexual contigo?, ¿hablas franca y abiertamente de temas sexuales con tus padres, con tu pareja o con tus hijos?, ¿conoces todas las alternativas de anticonceptivos disponibles en tu localidad?, ¿sabes sobre los cambios que experimentará tu cuerpo y tu estado emocional en cada etapa de tu vida?, ¿conoces con detalle cómo está conformado tu cuerpo y cómo funciona cada órgano de éste?

Piensa cuidadosamente en la respuesta que darías a cada una de estas preguntas, porque probablemente, no te conozcas bien y entonces no podrás explicar a otros cómo interactuar contigo. Ejercer tu sexualidad responsablemente implica reconocerte de manera integral, física y emocionalmente; identificar tus pensamientos limitantes frente a la posibilidad de tener una pareja. Ejercer tu sexualidad responsablemente significa saber lo que te gusta y no te gusta, respetarte y hacer que te respeten, tomar decisiones libremente en cuanto a tus prácticas sexuales sin permitir que nada, ni nadie, te presionen.

Conozco a personas que se han casado por inercia, han tenido hijos por inercia y continúan con su pareja por inercia. La vida no debe ser un desfile de eventos circunstanciales en el que no tengas voz, ni voto. Es, más bien, una maravillosa oportunidad de disfrutar de todo lo que brinda, de realizarte en el ámbito personal, familiar y de pareja, bajo las premisas que tú mismo establezcas.

Acepta una relación de noviazgo cuando realmente te sientas atraído y entusiasmado; si lo que quieres es una relación estable, conoce a la persona en sus momentos buenos y malos antes del encuentro sexual. Platica con él o con ella de lo que te excita, lo que te agrada y también de lo que definitivamente no estarías dispuesto a hacer.

Si quieres un encuentro casual, analiza las posibles consecuencias: ¿es alguien que conociste esta noche en un antro?, ¿puedes asegurar que no serás víctima de alguna agresión estando solamente con esa persona en la habitación de un hotel?, ¿tendrá alguna intención más allá del sexo? No es paranoia, es cuidar tu integridad física y moral. ¿Se trata de alguien a quien ya conoces?, ¿hablaron del uso del condón para ese encuentro? Aun tratándose de una noche de copas, hay cosas que no debes dejar a la suerte, porque las consecuencias pueden ser catastróficas.

En las relaciones matrimoniales también aplica el ejercicio responsable de la sexualidad, o simplemente porque ya están casados, ¿no hay peligro de contagios?, ¿metes las manos al fuego, apostando por la fidelidad de tu pareja? Sabemos que la relación debe sustentarse en una confianza mutua, pero los números no mienten: la Federación Mexicana de Endoscopía  Ginecológica sostiene que al menos el 90% de las mujeres en este país, se han infectado del Virus del Papiloma Humano (VPH) que representa uno de los principales factores de riesgo para desarrollar cáncer cervicouterino. Piensa, entonces, si valdría la pena protegerse con un condón y, si hay deseo de tener un bebé, realizarse un examen que garantice la salud de los cónyuges y del bebé.

¿Ya tuviste los hijos que deseabas? Seas hombre o mujer, puedes elegir una alternativa de anticoncepción permanente, porque no se trata de traer hijos al mundo diciendo en forma jocosa que fue “el pilón”, pensando que eso no afectará a los hijos, sabiendo que no fueron concebidos de una manera planeada.

¿Amas a tu pareja y no han tenido disputas en estos días, pero no te has sentido con el ánimo de tener sexo? Hay vaivenes emocionales e incluso, endocrinológicos que conducen a esta situación. Si es cuestión de un día o dos, experimenta un acercamiento desde una perspectiva diferente al contacto con fines sexuales, pero si se trata de un problema recurrente, hay que atenderse con un especialista, como cuando nos duele el estómago o nos torcemos un tobillo.

En fin, que el ejercicio responsable de la sexualidad abarca una amplia gama de decisiones relacionadas con la búsqueda de una vida plena y satisfactoria, sin importar edad, género o creencias religiosas o filosóficas. Hay que cuestionarnos continuamente sobre lo que esperamos encontrar en la vida porque de cada cien golpes de suerte, noventa y nueve son provocados por ti.

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