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En el intento de ayudar a un amigo, familiar o persona cercana que se encuentra atravesando una depresión, se suelen decir ciertas frases que, con buena intención, producen un efecto contrario en la persona que se está viviendo una experiencia depresiva.

  • «Sal y distráete un poco»
  • «Debes poner de tu parte»
  • «No pienses tanto»
  • «No sé por qué estás así»
  • «No sé por qué te quejas si no te falta de nada»
  • «Ánimo que lo tuyo se arregla con fuerza de voluntad» …

Estas —y muchas más— son frases que jamás deberíamos decir a un persona que atraviesa una depresión . Pero la realidad demuestra que la ayuda que el deprimido recibe de su entorno le llega muchas veces de un modo caritativo y proteccionista que trivializa su proceso e incrementar su malestar al exigirle un esfuerzo que es incapaz de realizar.

 

Consideremos que el paciente deprimido se atormenta cuando piensa en lo mucho que tiene que hacer y lo incapaz que se siente ante esfuerzos tan sencillos como levantarse del sofá, vestirse, lavarse y no digamos ya salir de casa para enfrentarse a un entorno que percibe como hostil.

 

Esta situación se convierte en una tortura que abotarga su mente y le hace claudicar ante una batalla que ni siquiera es capaz de comenzar por carecer de fuerzas. Este malestar sumado a la falta de ilusión propia de la depresión, hace que el paciente asuma sus síntomas como un nuevo status de vida del que tal vez no pueda salir nunca.

 

Es necesario que quienes conviven con un paciente depresivo conozcan los síntomas de la depresión , y es responsabilidad de los profesionales sanitarios instruir a la familia a tal efecto para que puedan ayudar al paciente en cada etapa de la misma, conozcan sus síntomas y entiendan que el paciente está incapacitado para “poner de su parte” .

 

También que su aparente falta de esfuerzo no es tal, sino sólo una falta de fuerzas y de ilusión inherente a su proceso que no se soluciona animándole a que haga lo que es incapaz de hacer; o al menos no en la fase más álgida del proceso depresivo, cuando la y el agotamiento son altamente incapacitantes.

Obviamente, conforme el trastorno evoluciona y los medicamentos y la psicoterapia van haciendo su efecto, el paciente es cada vez más capaz de tomar iniciativas y afrontar retos, aunque llegar a ello a veces sea lento y tedioso.

De cualquier forma, no estás sol@... Ponte en contacto con nosotros y te escuchamos… Déjanos el nombre de la persona que te gustaría apoyar, lo escuchamos de manera gratuita *.

 

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Comentarios

  • Gracias   muy útil esta información.

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