Así me siento el día de hoy, literalmente la vida me ha regalado una nueva oportunidad para vivirla aun mejor. Desde hace años que amo mi vida, creo que tengo una vida totalmente plena, sin embargo si antes de esta experiencia amaba cada minuto de mi vida, ahora amo cada respiro de una manera diferente.
Hace unas semanas fui de vacaciones a visitar a mi familia a México, el plan era por dos semanas sin saber que los planes del Universo eran otros, quedarme por cuatro semanas. Este era un viaje que mi intuición me decía claramente no hacer, sin embargo por primera vez no hice caso a esa intuición tan despierta que tengo y creí que todo estaría bien. Desde el tercer día de estar en mi pueblo, empecé a sentirme enferma.
Yo soy una persona con una vida muy sana, tenía casi 20 años de no tomar ningún medicamento para nada. Mi vida es sana, feliz y plena desde hace años. Practico todo lo que enseño, hablo con mi cuerpo, me sano sola, tengo una rutina de ejercicios diarios, medito diariamente, como sano….hago todo lo que se y lo posible por cuidarme y tener una vida sana. Aun con todo esto, mis defensas se bajaron y el Medio Ambiente (enfermo) me afectó y casi me roba la vida.
Con esto compruebo una vez más que “en la vida no hay garantías, sin embargo hay creencias y hábitos que nos ayudan a vivir una mejor vida”, las cuales te mantienen con vida; esas creencias y prácticas diarias son las que me regresaron a la vida. Fueron días de resistencia, negación, incertidumbre donde casi llegué a perder la consciencia y mi mente dejó de funcionar al igual que mi cuerpo. Algo que me mantuvo con vida fue la comunicación con mi cuerpo que siempre mantuve ya que es un hábito (automático) en mi.
Esta experiencia es la experiencia más extraordinaria y fuerte de mi vida. Una experiencia que mi consciencia evolutiva requería para dejar ir lo que andaba cargando por los últimos meses y que no lograba identificar conscientemente, por lo tanto no había logrado soltar aun con todas las técnicas y prácticas que hago diariamente. Siempre lo digo y lo creo, si yo no logro (decido) hacer los cambios por decisión propia, el Universo se encargará de hacerlos por mi, y muchas veces no de la manera más agradable.
He regresado a la vida con un aprendizaje inmenso que no podría relatar con palabras, y que trataré de relatar en varios artículos; he aquí tres de mis aprendizajes que he evaluado hasta ahora:
1. ¡Tengo a la mejor familia del mundo! y aunque eso creía no sabía realmente el inmenso amor que me tienen. Estuve rodeada de una familia que me ama y me cuidó todo el tiempo. Estuve en el lugar perfecto con las personas perfectas para salir de esta situación. Agradezco desde lo más infinito de mi corazón especialmente a mis tres hermanos que hicieron todo para ayudarme a salir de esto. Agradezco a cada una de las personas que me cuidaron y estuvieron ahí para levantarme. Gracias Gracias Gracias. ¡Amo a mi familia con todo mi ser y agradezco por ella!
2. El Miedo me enfermó y el miedo me dio el coraje para sanarme. El ser humano es emocional 100% y las emociones son irracionales por lo tanto no es posible manejarlas al 100%. Yo, una persona muy sana afectada por un Medio Ambiente enfermo, casi imposible de creer para mi. Tantas emociones encontradas y reprimidas que no supe como manejarlas. El resistirme a la enfermedad me enfermó más; el negarme a soltar el “control” aumentó mi miedos y puso mi cuerpo a disposición de todo. Así como este miedo me enfermó, ese mismo miedo fue lo que me dio el coraje para confiar y “obligar” a mi cuerpo a que obedeciera mis instrucciones, y lo hizo. Sabía perfectamente (mi fe siempre estuvo conmigo) que no terminaría en un hospital como una cifra más de todo esta situación mundial.
3. La vida es hoy, no hay mañana. He vivido una vida muy tranquila y plena durante los últimos 10 años, sin embargo creo que me he acostumbrado a esa vida tranquila y pacífica, y esta experiencia me ha ayudado a reconocer que hay mucho más por vivir, por conocer, por experimentar, por dar, por compartir con el mundo. Aun estoy en recuperación, sin embargo me comprometo conmigo misma a vivir al máximo mi vida y hacerla aun más placentera y feliz.
Resistirte a la enfermedad o luchar con ella lo complica todo. En la vida hay que fluir (Reconocer, Aceptar y Liberar) con todo y que nuestros aprendizajes se den de la mejor manera posible. Deja de luchar con la vida (cualquier situación que tengas en este momento) y empieza hoy a fluir con ella, es la única manera de mejorar y tener una vida plena
La enfermedad es tu más grande oportunidad para reencontrarte contigo mismo y aprender a sanarte, ¿La vas a desperdiciar?
Soy una persona totalmente afortunada que ha regresado a la vida para hacerla más grandiosa cada día, experimentar diferentes niveles de consciencia y poner en práctica mis verdaderos poderes como ser humano. Mi misión es esta vida apenas empieza y hoy la tengo mucho más clara que nunca. Agradezco cada respiro y momento, y estoy dispuesta a vivirlo a plenitud. Gracias por esta oportunidad grandiosa. Vida te amo. Gracias Gracias Gracias.
Recuerda ver el VIDEO donde lo explico con más detalles: ¿Qué podemos aprender de la ENFERMEDAD?
Abrazos y bendiciones,
Patricia Anaya
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