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“ La prisa de vivir nos hace olvidar las razones de la vida”.
Gabriel Albert Auguste
De prisa, la vida se acaba.

El niño de hoy está aprendiendo a adaptarse, vive la vida comiendo fast food, en clases particulares y actividades vespertinas, sin sentarse a la mesa y disfrutar de la comida, la conversación y la convivencia que se da al estar en familia. Siempre en movimiento, corriendo desde que amanece hasta su hora de dormir.

Hemos desechado las rutinas para comer y dormir, afectando la salud física y emocional de nuestros hijos. Y así un niño que come mal, que no explora su mundo, que no se conecta con el medio ambiente por estar de prisa constantemente es un niño infeliz, irritable, malhumorado, estresado y frustrado. Y así nos encontramos con problemas de todo tipo: déficit de atención, hiperactividad, depresión infantil, en algunos casos son por razones genéticas sin embargo el estrés causado por andar de prisa a muy temprana edad es el que activa este tipo de trastornos.
El soporte y la seguridad que le ofrece la rutina diaria le hace falta. Cuando se regresa a crearle una rutina de comer, dormir, realizar sus obligaciones y tareas, tiempo de jugar y explorar sin prisa, el niño se transforma en un ser feliz, completo y saludable.
Los niños necesitan conectarse con el mundo, explorarlo, conectarse con el medio ambiente, con el mundo que lo rodea y consigo mismo.

El precio de estar viviendo de prisa desde pequeños, al convertirnos en adultos
Vivimos atolondrados, estresados y frustrados
Abandonamos el presente viviendo del pasado y anhelo a la juventud perdida
Estamos irritables y de mal humor
Confundimos el pensamiento con el sentimiento
Perdemos el gozo , el asombro y la alegría de vivir
Vivimos por el deber ser y no en el querer ser
Olvidamos y confundimos nuestras prioridades
Todo lo controlamos, lo planeamos perdiendo la espontaneidad
Perdemos el sentido de la vida

Cuando les damos a nuestros hijos tiempo para conectarse con lo que lo rodea, cuando le damos el cuidado, la atención y el tiempo suficiente para que explore , descanse y así crezca emocional y físicamente sano, le brindamos la posibilidad de que sea un adulto feliz , exitoso y así desarrolle su poder personal convirtiéndose en el creador de su vida; haciéndose responsable de sus decisiones.
PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR:
¿Estoy siempre con prisa?
¿Siento que nunca tengo suficiente tiempo?
¿Estoy cansada, irritable e impaciente?
¿Me quejo constantemente de mis hijos?
¿Los regaño continuamente?
¿Me desespera?

Si contestas SI a más de 3 preguntas entonces eres un padre que vive de prisa.

Todos los padres queremos lo mejor para nuestros hijos. Queremos dotarlos de todas las herramientas para que sea exitoso en su vida. Una combinación entre la actividad, la recreación y el descanso darán a nuestro hijo el bienestar físico y mental que necesitará como adulto.

¿Qué puedes hacer para estar más relajado?
¿De cuáles actividades puedes prescindir para estar menos estresada?
¿Cuáles son tus prioridades?
¿Te das tiempo para relajarte y hacer tus cosas personales?
¿Cuáles son las actividades de las que tu hijo que puede prescindir para que tú y él estén más relajados?
¿Tiene tu hijo una rutina para comer, dormir y explorar el mundo?

Recuerda que cuando esta pequeño tu hijo desea estar contigo. El tiempo pasa y cuando menos te des cuenta su prioridad será estar con sus amigos o con su pareja.

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