CUANDO UNA MUJER BAILA CON EL CAOS

 La vida es de crecimiento y evolución constante, nada es estático. Todos poseemos la capacidad innata para superar lo más adverso. Mantén siempre este pensamiento: ¡Soy capaz de hacerlo y lo lograré! Ahora, levante la mano quien no ha escuchado hablar del “viaje del héroe” de Joseph Campbell (escrito en 1949). Pues bien, todos en algún momento de la vida realizamos ese viaje personal a pesar de nuestros miedos más íntimos. El mejor inicio para ese viaje es en tu mente, donde te comprendes y te conoces en lo más profundo de tu ser. Es un viaje de transformación, renovación y reinvención por el que transitamos para volver a la esencia, mirar al miedo como una oportunidad de superación y dejar el pasado atrás, en paz.

Si te subes a esa ola de transformación con la mejor actitud, soltando el control, enfrentando la incertidumbre a lo desconocido, lidiando con lo incierto, de esta forma, crecerás proactivamente, pasando por el proceso de asimilar tus propias sombras y demonios, todo tu sufrimiento, el dolor que te ahoga. De no ser así, permaneces en el estanque de tus miedos y al final ellos terminarán engulléndote. Tu opción es conocerte, eso apremia en este mundo tan fragmentado, conocerte es absolutamente indispensable y ese viaje te conecta con tu guerrera interior al enfrentar con valentía la lucha contra el dragón (la metáfora de tu miedo profundo) y ser la heroína de tu propia historia. Una historia donde se revela tu alma, tus virtudes y determinación. Allí reside tu propia transformación.

La mayor motivación es la que se da uno a sí mismo a partir de su amor propio. Si primero no te enamoras plenamente de ti y de la vida misma, los miedos van a estar incomodándote en cada paso que des. El amor y el miedo están estrechamente relacionados: a medida que te amas más, menores son tus miedos. Si tu vida no está equilibrada y en armonía debido a tus miedos, trabaja más en potenciar tu amor propio. Ese es el punto de partida para tu propia transformación en la gestión de emociones ante el miedo. Al respecto, Oprah Winfrey opina: “Creo que cada evento de la vida existe para darnos la oportunidad de elegir el amor sobre el miedo”.

El paso hacia el otro lado del miedo lo define tu amor propio, porque en ese lado solo existe una realidad posible: el presente, la única verdad,  quien eres ahora, tu propia forma de ver la vida. Tú ya no eres tu pasado, sino lo que haces para convertirte en una mejor persona. De este modo, al otro lado del miedo, estás tú, cincelándote en la dificultad para brillar desde los anhelos escondidos en tu alma cuando encuentras tu ikigai. Haciendo el mejor intento de encontrar tu paz desde un espacio donde no hay paz.

Cuando logras este balance y tienes plena confianza en ti, el destino siempre te conducirá al lugar que perteneces, aunque sea exactamente el lugar donde estas. Si observas tu vida en este momento, estas en el lugar preciso, el más alineado a tu esencia o donde tienes algo por aprender para seguir hacia un nuevo destino o dar un salto hacia una nueva forma de pensar. Por esta razón, sin importar las circunstancias, solo encárgate de amarte y vivir cada segundo.

Mujer reconoce tu gran capacidad interna, cuando te dispones a hacerte más grande que los obstáculos y una vez en sincronía con tu fuego interior, terminas convirtiéndote en una persona imán para bendiciones y oportunidades a través de tu energía. Reconoce tu grandeza con este ejercicio: Escribe 10 logros alcanzados a lo largo de tu vida, felicítate por cada uno de ellos. Mira todo lo obtenido, lo que te ha llevado a ser la valiosa mujer de hoy. Por favor, no dejes de escribirlo, es un ejercicio poderoso, compruébalo.

Aquí y ahora, en mi presente tomo la felicidad en mis manos como una decisión y no como una utopía, vivo cada segundo de forma más simple (estilo wabi sabi) más tranquila, más serena, sin apegos, sin tantas complicaciones, sin nada que temer, ni perder, ni ocultar. En mi presente me quedo con lo grato de los momentos compartidos y lo aprendido de las lágrimas sobre mi almohada, porque también cultive el deleitarme con mi tristeza tanto como con mis alegrías. Celebro todo lo que sufrí, porque tuve y tengo los pantalones y los ovarios para retarme cuando un miedo quiera hacerme trizas. Todo ello me tomo de la mano para pasar al otro lado del miedo y  apreciar el vaso medio lleno y no medio vacío, porque en este presente vibras con tu propia magia a través de tu energía ¿Cierto?

 Al otro lado del miedo estás tú esperándote, sonriendo más, celebrando la evolución de tus heridas, ahora convertidas en cicatrices, con una copa de tu vino favorito para celebrar que estas viva y lista para vivir nuevas experiencias de las cuales ya no tengas nada por sanar ¡Salud por ti querida!

Cuando te comprometes contigo, las reglas del juego cambian y te conviertes en una mujer realmente determinada ¿Por qué? Porque te amas, eres suficiente, te respetas y esperas lo mejor de ti. Es así como te liberas de todo tipo de expectativas y te abres a lo que el Universo, Dios o tu fuente, tu ser interno o tu Divinidad, quiere entregarte.

Una de las mayores lecciones de la pandemia es la invitación a abrir los brazos a la adversidad mientras respiremos, viviendo cada segundo como si fuera el último, avanzando, siendo pacientes y cada vez más sabios, haciendo lo que amamos, viviendo un día a la vez y en propósito. ¿Acaso tenemos otra vida para vivirla de mejor manera?

He compartido con inmensa gratitud estos fragmentos y reflexiones tomadas de mi libro UNA MUJER AL OTRO LADO DEL MIEDO (disponible en amazon) porque cuando una mujer se encuentra al otro lado de miedo, disfruta de la dulce danza de bailar con el caos. Te reto a tomar un cronometro y en solo 10 segundos responder: ¿Qué harías hoy si no tuvieras miedo? Y toma acción AHORA.

POSDATA: ¡No vayas por la vida, CRECE a través de ella!

Mayerlin Romero.

 Escritora venezolana.

@soy.mayer

 

Enviadme un correo electrónico cuando las personas hayan dejado sus comentarios –

¡Tienes que ser miembro de Retos Femeninos para agregar comentarios!

Join Retos Femeninos