Las redes sociales han transformado radicalmente la forma de relación en las nuevas generaciones.

 Ver a los pequeños jugar con un aparato electrónico mientras sus padres platican o están en la mesa disfrutando de la compañía de familiares o de amigos ya no es una novedad. Estos electrónicos se han convertido en acompañantes imprescindibles de los chicos y aliados de sus padres.

En un inicio el juego es inofensivo, supervisado, inocente, práctico y hasta útil. Sin embargo, a medida que los pequeños crecen desarrollan una dependencia casi natural con la tecnología y sus aparatos, sin darse cuenta pierden muchas de sus habilidades sociales y críticas.

 La comunicación no verbal, el lenguaje corporal, la expresión facial y la reacción no editada de los sentimientos provoca discapacidad en la forma de la relación con las personas en tiempo real. Incluso las reacciones vocales se vuelven invisibles o incompresibles.

 Cuando las amistades se desarrollan a cabo en línea y a través de textos, la comunicación se hace en un contexto ajeno a los toques personales.

 El juego y las interacciones físicas se están desvaneciendo. No se escucha, ni se percibe el efecto que tienen palabras y acciones propias cara a cara. Es fácil mantener la defensa enviando mensajes genéricos editados y elaborados.

 La ansiedad crece y la necesidad de ser reconocido se transforma en un “me gusta” cibernético inmediato que cuando no sucede, crea inseguridad y frustración.

 Las negociaciones sociales se vuelven crueles, riesgosas y despersonalizadas. El sentimiento de soledad y aislamiento crece a pesar de tener la creencia de estar conectado 24/7 ya que la conexión es aparente, distante y fabricada.

  Las comparaciones son terribles porque la realidad nunca concuerda con las imágenes que se publican.

 Muchas personas se convierten en soldados de trinchera por medio de la computadora, mandando mensajes y criticando a gente que en tiempo real nunca se atreverían a hacerlo.

 Tristemente el tiempo de reflexión y de creatividad se nulifica ya que las redes sociales se actualizan por segundo y siempre hay algo nuevo que ver. La creatividad y los sentimientos íntimos se mutilan ya que la necesidad de ser reconocido y ser parte del universo tecnológico inhibe la individualidad y nulifica el valor para arriesgarse y ser auténtico.

 No se discute que la modernidad y la tecnología tienen muchos beneficios. Se puede conocer y aprender en segundos. Los avances tecnológicos son extraordinarios. Pero al igual de todos los grandes alcances, se tiene el peligro de sustituir y/o perder el valor del contacto humano.

 Una sonrisa, un abrazo caluroso, una mirada y ver como corren las lágrimas causadas por el sufrimiento son sin duda ingredientes que componen la belleza y la complejidad de la naturaleza humana.

 Perderlas sería una gran tragedia para la humanidad, tristemente el abuso de la tecnología está adormeciendo la mente, limita la curiosidad y hace tomar muy malas decisiones con tal de ser parte o poder llamar la atención.

 La receta

 

Enseñando a los jóvenes a pensar

 

Ingredientes

 

Limites – respetar el tiempo necesario para reflexión y conexión con las personas cercanas

Conciencia – responsabilidad para reconocer la realidad de la ficción o imposición

Autenticidad – poder para ser sincero sin tener que temer los comentarios de los demás

Prudencia y sensibilidad – reconocer los sentimientos de los demás y no lastimarlos

Asertividad – tomar decisiones sensatas antes de mandar un texto o actuar sin pensar

 

Afirmación Personal para navegar las redes sociales

 

Tengo el valor para expresar mis sentimientos sin temor a la critica o esperar el reconocimiento de los demás. Lo que otros piensan no me afecta ni influye en las decisiones que tengo que hacer. Las redes sociales son útiles siempre y cuando no abuse ni me deje influenciar por ellas. Nada puede sustituir las relaciones personales reales. El calor humano es necesario para apreciar las posibilidades de la vida.

 

Beneficios de las relaciones en tiempo real

 

  1. La comunicación afectiva sincera es la esencia de una vida emocionalmente nutritiva. Los sentimientos son vitales para desarrollar el bienestar, la creatividad y el valor de ser individual, único y original.
  2. La conexión humana se tiene que nutrir continuamente y en persona. Los sentimientos y las relaciones personales no se deben de editar, limitar o fragmentar. Nada puede sustituir el calor humano que ofrece estar presente en la vida de la gente querida.
  3.  Las redes informan y comunican no forman el carácter de las personas. Hay que utilizar los medios como forma para obtener contenidos concretos que se puedan controlar y comprobar sin exponer los sentimientos personales que se pueden lastimar con facilidad.

 

Cuidar y valorar la realidad sin modificarla hace que la vida sea más bella y valiosa que cualquier publicación editada y fabricada. *Prohibida su reproducción total o parcial sin el permiso escrito del editor y sin citar la fuente. Copyright © 2005-2021 Recetas para la vida© Todos los Derechos Reservados 

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Becky Krinsky | Life-Coach, Author, & International Speaker

       

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