COMBATIR LA POBREZA: MÁS Y MEJOR

La pobreza, problema ancestral en México, ha sido a lo largo de nuestra historia un grave lastre que seguimos cargando hasta nuestros días
En la época contemporánea, sexenio tras sexenio se ha reconocido que la pobreza y sus efectos primarios, como el de la alimentación precaria, están entre los más grandes retos que la nación debe enfrentar y resolver.
Tan solo recordemos que a principios del siglo XX la insurrección contra la tiranía de Porfirio Díaz no fue solamente la expresión contra la eternización del dictador en el poder, sino que fue avivada en gran medida por las condiciones paupérrimas en que vivía la mayoría de la población. Por eso, desde aquella época se han diseñado y puesto en marcha programas específicos para responder a esa población –por desgracia cada vez mayor– que se mantiene en el desamparo social. Se trata de acciones de gobierno que han variado no sólo en intensidad y recursos financieros sino en la definición de la población objetivo, lo que se ha revelado a través de su propia denominación: Pronasol, Progresa, Oportunidades, entre otros.
Así, arribamos al siglo XXI con cifras que nos indican que las personas en situación de pobreza extrema han aumentado de manera significativa en la población. Las estadísticas, pero, sobre todo, la constatación en la práctica resultan más que alarmantes y reclaman urgente resolución. Tan es así que el presidente Enrique Peña Nieto expresó desde el inicio de su mandato:: “Es indignante, es inaceptable que millones de mexicanos padezcan aún hambre”, y agregó: “Lograr que las familias mexicanas tengan un piso básico de bienestar será la prioridad, el principio elemental de mi política social”..
Así, uno de los primeros compromisos del nuevo mandatario fue la instauración de la Cruzada Nacional Contra la Pobreza, que operará la Secretaria de Desarrollo Social, a cargo ahora de una mujer capaz y experimentada como lo es Rosario Robles.
Los saldos que en esa materia padecemos son vastos y complejos y requieren de grandes recursos, como también de un manejo que debe ser ajeno a cuestiones electorales y lejano a toda corruptela.
Para empezar, es preciso tener muy claro qué es la pobreza, a fin de ser más eficaces y certeros. Por fortuna, ya el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social ha hecho esfuerzos para definir, con base en criterios serios y sistemáticos, uno de los rasgos más acentuados de este triste fenómeno, o sea, la pobreza alimentaria: la incapacidad para obtener una canasta básica aun si se hiciera uso de todo el ingreso disponible en el hogar.
El problema es mayúsculo pues los pobres en el México de hoy alcanzan la dramática e inaceptable cantidad de casi 48 millones de personas, un tercio de ellas en condiciones en pobreza extrema.
Las consecuencias de tan lacerante marginación social son devastadoras, pues inciden en la salud y la supervivencia de millones de seres humanos. Según las estadísticas, cada año han muerto casi 10 000 mexicanos por efectos de la desnutrición, que hace mayores estragos en niños y ancianos. De igual forma, en el mapa de la pobreza se advierte que es sobre todo en las regiones centro y sur del país donde este mal de la pobreza se padece en mayor grado.
Y si bien han existido programas y estrategias para combatirla, como antes decíamos, es evidente que tales acciones institucionales resultaron limitadas e insuficientes, además de que han tenido un comportamiento variable según las asignaciones presupuestales destinadas para esos fines.
Al respecto, no hubo que especular ni esperar demasiado, pues apenas hace unos días el presidente Enrique Peña Nieto puso en marcha la Cruzada Nacional Contra el Hambre, que busca beneficiar a 7.4 millones de mexicanos que viven en los 400 municipios con los más altos índices de marginación, incluyendo algunos urbanos.
Desde luego, bien lo sabemos, erradicar la pobreza exige una serie de acciones con una visión integral que incluye la generación de empleos, la extensión de la oferta educativa y otros componentes en el plano de la salud pública y la vivienda.
Deseamos, pues, que en esta ocasión contemos con el mejor programa en la materia, el cual se haya nutrido de nuestra historia contemporánea, a la luz de las experiencias del pasado y las exigencias del presente, de tal manera que ahora sí avancemos más y mejor contra la pobreza en el sentido más amplio. Así, esperamos, dentro de seis años el número de pobres será menor y haya mejorado la calidad de vida de los mexicanos en general. Ojalá así sea.

http://www.marthachapa.net/
enlachachapa@prodigy.net.mx
Twitter: @martha_chapa
Facebook: Martha Chapa Benavides

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Comentarios

  • En este tenor yo creo que cualquier programa que tenga como principal eje en dar dinero a las personas en esta grave situación solo sera la aspirina para calmar el dolor pero el problema de fondo no se resolverá. Lo que si puede resolver esto es llevar la educación hasta esos lugares, enseñarles a las personas del campo a trabajar la tierra con las técnicas modernas y apoyarlos para que se puedan hacer de maquinaria y otros implementos, pero sobre todo acabar con la corrupción que aún existe y que es una cadena que tiene muchos eslabones; desde el que va y le compra los productos a los campesinos a precios de risa y luego los revenden en los mercados a lo doble o triple de como lo adquirieron hasta  los "servidores públicos" corruptos que trabajan sólo para su beneficio. En fin es una ardua tarea la que nos espera porque nosostros como consumidores también tenemos parte de la responsabilidad ya que nos hemos hecho consumidores de los grandes corporativos que también tienen parte en esta situación. Hagamos nuestra parte.

    Saludos.

  • Que interesante reportaje, lo que entiendo es que por lo menos la metad de la población paderce de pobresa, en mayor o menor grado, pero pobres y que solamente con esta cruzada contra la pobreza, atenderá a una tercera parte y luego qué van a hacer los demás, con razón tanta delincuencia y prostitución... ojalá que ésto cambie y pronto.

  • Me parece interesante. Pienso que la base para que cualquier programa prospere es la accion de personas comprometidas con el trabajo de campo, independientemente de la aportacion teorica. Estamos en un estado de emrgencia, urge echar a andar propuestas reales ya que de otra manera no solo tendremos desnutricion y enfermedades generadas y heredadas de generacion en generacion, como consecuencia de la misma y que afectan no solo a una nacion y al mundo entero sino lo mas grave violencia extrema.

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