CITA CON XYNTHIA (2). Que suenen las campanas

Resulta que Xynthia (un ciclón donde los haya de piernas largas y pelo revuelto) no me dejó salir de casa, ni ir a jugar al padel como tenía planeado, o ir a bañarme entre las olas como hubiera deseado. Así que a eso de comprar el pan decidí comprar la prensa, que no se come, pero te alimenta también en cierto sentido.Y ¿qué es lo primero que me encuentro? Que unos sesudos señores que dirigen nuestras vidas (y que intentan hacernos creer que nos conocen con la absurda suposición de que nos importa que nos conozcan) han decidido pagar a los talibanes para que dejen de disparar a todo lo que se mueve o de hacer saltar por los aires a todo vehículo pesado y ligero que se les acerque. ¿Quienes? pues Estados Unidos y la Unión Europea. por lo que la noticia debería ser, para darla completa:EEUU y la UE pagan el tributo a los talibanes para que dejen de disparar y matar a ciudadanos de EEUU y la UEY sí, estoy indignado de que mis impuestos, es decir, MI DINERO (yo soy de esos que pagan impuestos), vaya a parar a manos de gente así, de los talibanes. Porque por más que lo vistan de política, de evitar muertes de soldados (y recursos, no nos engañemos) y de darles dinero a cambio de que se integren en el sistema, a mí no me convence. ¿Qué sistema? ¿De verdad alguien piensa que los talibanes se dejarán gobernar por Karzai?. Estoy indignado, muy indignado porque ... ¿qué pasa con las mujeres de Afganistán? ¿No pagamos también por ellas?. ¿Daremos dinero a quienes las somenten, las consideran menos que un perro, las hacen vivir ocultas, sin derecho a estudiar, ni a nada de nada sin la condición de que esto se acabe?.Estoy indignado sí, muy indignado. En todas las cosas hay un límite, y unos mínimos. Y en mi moralidad no se negocia con los malos... Al parecer fuimos a buscar a Bin Laden y no a liberar a nadie (o por lo menos no a las mujeres), y ahora vamos a pagar para que no nos maten... Intento leer algo positivo en todo esto, pero me está costando.En fin no entiendo este juego, y no estoy de acuerdo. Espero estar equivocado y que el tiempo les de la razón. Pero no puedo aceptarlo. En mi concepto de las cosas, los malos son malos en tanto hagan cosas de malos. Y a los malos no se les financia, así de simple, de fácil y de sencillo.No se puede defender y promulgar leyes en occidente de igualdad y hasta de discriminación a favor de la mujer (que ahora se llama discriminación positiva) y callar u olvidar ese discurso en oriente (¿quizá porque no votan aqui?) hasta el punto de pagar sea por el concepto o favor que sea, a quien somete y humilla a las mujeres .En mi mundo los malos son malos, por mucho que algunos intenten dividir los temas y compartimentar a las personas para despistarnos. Y un talibán de Afganistán es alguien que no respeta los derechos fundamentales de las personas, en especial de las mujeres y las niñas.Quizá yo esté equivocado. Quizá me he hecho viejo e intransigente, o quizá la vida se ha vuelto tan complicada que no he sabido adaptarme y entenderla. Pero si pudiera, si eso fuera posible, pediría que ni uno solo de mis Euros (de los ganados con el sudor de mi frente) fuera a parar a esas personas (pese a todo yo si les considero personas a ellos), sino que quisiera que les llegaran a las mujeres afganas y a quienes de verdad luchen por ellas.Esta vez os he traído una canción que habla de un cura bueno, el Padre Antonio. Alguien que eligió ir a ayudar gente y en ello entregó la vida. Es sin embargo un mensaje de esperanza una canción que nos invita a hacer sonar las campanas... Yo hoy me conformo tan solo con que aprendamos a escucharlas...Que seais felicesEl Padre Antonio (Rubén Blades)
El padre Antonio - Rubén Blades
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Comentarios

  • Antes de sentarme cómodamente a releer tu blog y disponerme a contestarlo, fui a la cocina a prepararme un té de manzana con canela (mi favorito), elegí entre ponerme una pijama bonita o un camisón... y cual de ellos; cepillé mi cabello, me quité el maquillaje y me puse un tónico de noche en el rostro con olor a rosas. Plácidamente y cómoda, deambulé por la casa descalza... por el puro gusto de estarlo y porque tenía prisa de escribirte y no quería perder más tiempo buscando las pantuflas. Abrí la ventana para sentir el aire y contemplar la luna.

    Entonces me encuentro con este artículo tuyo, tan lleno de verdad, de rebeldía y sentimiento.... y.... me sentí avergonzada.

    Esta libertad de sentirnos personas... mujeres... este derecho nuestro ganado a pulso de ser libres... de ser autosuficientes... de ser amadas y respetadas... no es algo que alcancen a tener todas las de mi género, a pesar de que todas, por igual, compartimos el bendito don de ser mujeres.

    Don bendito que para muchas, para ellas...las mujeres victimadas del oriente... es un signo de esclavitud... de muerte... y hasta de pecado.

    Te decía que aquí, en México no se habla mucho de estos temas; pareciera que son circunstancias lejanas a nosotros, como si fuera el guión de una película dramática en extremo, de esas que no son taquilleras y que no alcanza a tocar nuestra realidad. Y sin embargo existe.... es una realidad que existe y sangra.

    Yo… que no soporto sentirme agobiada por la incomodidad que puede causar la ropa femenina más sofisticada ( y que aún así la uso)... que me gusta respirar y sentir el aire fresco en mi rostro... que dejo suelto mi cabello al viento y que subo, bajo, camino y deambulo libremente por la calle...no puedo imaginarme siquiera tras la ignominia de los "niqabs" (cubren todo menos los ojos) o los "burkas" (cubren todo, incluso el rostro) de las mujeres musulmanas.

    Y si... comparto contigo la indignación de tener que pagar y financiar las acciones de gobierno para "contener" los brutales ataques de los talibanes.

    Que deshumanizamos nos hemos vuelto... al no valorar nuestra libertad.... y al olvidarnos de todos esos horrores.

    Y yo... que puedo llorar cuando sufro una pequeña cortadura en un dedo... o me quemo levemente en la cocina... me cuesta imaginar el inmenso dolor que padecen aquellas niñas inocentes que son cercenadas... masacradas en lo más íntimo de su esencia femenina....

    Me hubiera encantado invitarte esta noche a bailar al sabroso ritmo de Rubén Blades... pero por hoy tendremos que postergar el baile.... me duele demasiado como a ti, la realidad de mis hermanas de género: las mujeres musulmanas. Me uno a tu rebeldía... a tu desazón y descontento. Me sumo a tu voz de protesta ante tanta injusticia.

    Me duele no poder hacer nada.... mis impuestos pagados no están ni lejanamente destinados a esas causas.

    Sabes Félix? en verdad me hiciste reflexionar.... y créeme.... no es una postura o una respuesta romántica.... hoy como nunca.... me pusiste realmente a pensar...

    Mi oración de hoy... sumada a la tuya.... será por esas mujeres, pretendiendo decirles desde acá... y copiándote tu idea, aquella frase de Jhon Donne: "NO PREGUNTES POR QUIEN DOBLAN LAS CAMPANAS... ESTÁN DOBLANDO POR TI."

    Gracias por defender a esas mujeres con tus letras y por pensar en ellas.... porque al hacerlo defiendes también mi libertad y la de todas.

    Sabes?.... hoy... te admiro más.

    Te amo...

    Laura Eugenia
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