Caida, raspada, sacudirse y a seguir!

lunes 31 de mayo de 2010

He tenido la hermosa fortuna de lograr sentir el enojo, la ira, la furia, y después soltarlas y trascender la prueba. Me gusta decir, un proceso de digestión total, en el que aprovecho los nutrientes y desecho lo que no me sirve, dicho de otro modo, capitalizar mi experiencia. Este fin de semana viví un evento que me despertó muchas emociones y logré ver como radiografía este proceso.Entré a una tienda de ropa buscando algo lindo que usar para un evento que tenía en la noche y lucir más hermosa aún! Mi atención estaba frente a los vestidos de moda y a esos tops que lucen sensacionales en los maniquís. Miraba y me veía en ellos imaginándome lo hermosa que me vería en el evento de esta noche. Conozco mi cuerpo y me sé limitada para algunas tallas, algunos cortes, algunas telas. Sin embargo también conozco los recursos con los que cuento para sentirme tan bella como soy y mucho de lo que se exhibía podía funcionarme muy bien. Entonces, qué pasó?La vendedora, era una chica 10 años menor que yo, aproximadamente. Era alta, guapa y delgada. Cuando entré me dijo que en qué podría ayudarme. Yo, siguiendo mis estándares de “no me gusta que me sigan cuando veo”, solo contesté, - solo estoy viendo gracias!.. Mi interés continuaba y encontré una chaqueta de mezclilla que llamó mi atención. La chica estaba ya junto a mi , cuando seguí su dinámica y pregunte, qué tallas tienes en esa chamarra?. Ella me miró de arriba a bajo , de un lado a otro y dijo, es para ti?. Sí, contesté apresurada. – Para ti no hay tallas, es ropa “juvenil”. Uy, golpe al hígado!. Fruncí el seño y dije, cómo que no hay tallas para mi. Me dijo qué eres, 13?. Contesté un sí ya molesto y a sabiendas que mi cintura y torso son más estrechos que mi cadera. Y me dijo ella con una sonrisa de misericordia, ¡uy no, esta ropa es más para el tipo de mi cuerpo!. Pensé entre mí, solo enséñamela y cállate, por qué estoy discutiendo esto contigo, por qué está bajando mi sentirme bien de 100 a -30…..??? Y contesté, ¡ah ok!. No lo puedo creer, dije “ah ok”, donde están tus limites, donde esta tu valor, tu afirmación en el presente de sentirte a gusto con quien eres, dónde quedo tu autoestima positiva que no permite que nada ni nadie lastime así a tu persona?Seguí caminando, no estaba dispuesta a abandonar esa tienda de tercera (nótese que ahora ya era de tercera!) sin haber logrado transmitir y trascender esta prueba. Prueba, cuál prueba si solo estás viendo ropa “j- u- v- e- n-i- l”. Tope con otro blusón y dije, qué lindo, espero este si lo tengas en mi talla?! Me miro y me dijo, mira, no creas que no quiero vender, pero esos cortes vienen como en talla mediana. ¡¡¿Pues dónde estoy, en la tierra de los enanos, acaso me metí a una tienda de skinny girls, o estoy en la sección de niños?!!. Nada de golpe al hígado, riñón o esternón, éste fue un gancho directo a mi corazón, y solo dije,- sí, creo que no quieres venderme, te agradezco tu atención. Me di la vuelta y salí.Subí al auto con mi acompañante, pues el estacionamiento estaba inmediato. El no se había percatado de nada porque estaba al teléfono. Dije yo manejo y el se subió de copiloto. Le puse marcha al auto y salí corriendo como si estuviéramos siendo perseguidos por algún maleante.El trayecto se me hizo eterno, el silencio fue increíblemente abismal, pese al estruendoso ruido de la ciudad, de mi compañero de viaje al teléfono alarmado por sus negocios y por el radio encendido. Era un silencio incómodo entre mi y mis pensamientos y rodaron un par de lágrimas en mi mejilla. De inmediato surgieron los cuestionamientos, por qué lo permitiste?, qué fue exactamente lo que te afectó?, dónde te duele?. Recordé a la hermosa chica que me había atendido y salió de mí un adjetivo que no quiero manifestarte, pero seguro te lo imaginas. Después pensé, ella no es responsable, sigue sus estándares de vida. Sí, pero por qué a pesar de tanto trabajo personal aún lastima cuando no encajas en patrones?. Es eso?, o qué es?. Las lágrimas se detuvieron.Sentí enojo. Reconocí el calor de mi rostro irritado. Sentí frustración. Estaba distraída y no tuve la actitud de asumirme fuerte frente a la escena. Sentí enojo, mucho enojo. No estaba tan enojada con la chica hermosa de la tienda. Estaba enojada conmigo por permitirme escuchar, procesar e interpretar sus palabras. Estaba enojada porque me había permitido sentir débil ante un proceso en el que ya me sentía fuerte.Había repasado mentalmente al “perdono y olvido” de Louis Hay y la “paciencia” que promovía mi joven práctica de meditación budista. Todo empezaba a calmarse.Llegando a casa me tome unos minutos para procesar la situación. Ya estaba más serena y clara. El enojo estaba cediendo y la paz regresaba. Me pregunté si estaba bien y me contesté, si, en reflexión pero bien. Repasé la escena una y otra vez y quise entender a la vendedora. No hubo mayor explicación que ubicarla en un terreno de “ella no es responsable”, ella tiene sus valores, su verdad y sus estándares. Para ella tú no encajabas en esa verdad. Y con esa tranquilidad la dejé volar de mi mente.Y ahora estaba yo, la responsable de sentirse expuesta, vulnerable, debilitada, inferior, ante algo en apariencia tan “trabajado”. Mis planteamientos fueron: ya identificaste cómo te sientes y ya no estás responsabilizando a nadie por ello, sólo a ti. Ubicaste la realidad de las cosas quitando interpretaciones que tiene que ver con recuerdos dolorosos pasados, esos eventos como evitar entrar a las tiendas de tallas europeas e irme directo a las tallas grandes y extra grandes. Ya escuché a mi miedo decirme “ya ves, por eso es mejor que no entres a esos lugares porque te pueden lastimar”, (al fin miedo no?!) a lo que le contesté: No miedo, siempre habrá gente que quiera hacer daño deliberadamente o sin querer, es imposible conocer todos los escenarios. Mi miedo, ya identificado, no era toparme con esa gente, sino permitirme salir afectada negativamente por ello.Entonces qué sigue?, me pregunté. Sigue lo que tenga que seguir, pero lo relevante es que te diste la oportunidad de reflexionar tu enojo.Identificar las causas de nuestro malestar es justamente la clave para poder trepar con facilidad cuando caigamos. Para mi la obesidad y el sobrepeso son temas que van de la mano con una dolorosa historia de mi vida. Sin embargo es un tema en el que he trabajado y me he fortalecido. El caer al fango no es escuchar o no lo que la gente dice, aquello que les da miedo y les es fácil juzgar, para mi caer al fango es enredarme entre mis ideas, mis juicios, mis falsas creencias, mi historia de vida y hundirme más sin encontrar la manera de salir.Darte un tiempo para reflexionar lo que sucede tras ese malestar, es la clave que nos permitirá seguir andando por cualquier camino, pese a que sea sinuoso. La reflexión conlleva sabernos e identificarnos. Si yo no tuviera conocimiento de mi historia de vida, de mis creencias al respecto, quizás seguiría enganchada con un juicio medido con la misma vara, pensando, quizás, hacerle la vida de cuadritos a esa esquelética vendedora de quinta. No fue así, además…., no es mi estilo.La experiencia me enriqueció y es un punto que le cedo a mi experiencia de éxito. No pude identificar y controlar la situación al instante, pero digerí asertivamente la experiencia y la desmenucé.El tema que abrió una herida dolorosa fue la obesidad, pero cuántos temas no nos logran desencadenar estas ideas y emociones limitantes. Que si me vio feo porque soy chaparro, porque estoy demasiado delgado, porque no tengo dinero, porque no tengo un estatus, porque no tengo un auto, porque meto el dedo al plato, porque no conozco de marcas. Y todo esto se puede quedar aquí si no lo llevamos a un nivel mas alto de reflexión.Te dejo unas preguntas que me parecen relevantes para lograr, como “seres en crecimiento”, una reflexión y una digestión adecuada de eventos negativos, y justo cuando logramos cuestionarnos al respecto, resulta que se vuelven enormemente positivos y constructivos.VIVES UNA SITUACIÓN NEGATIVA?TE INVITO A QUE TE CUESTIONES LO SIGUIENTE:1. Cómo me siento?2. Dónde lo siento?3. Lo reconozco?4. A qué parte de mi vida me recuerda este sentir?5. Asumes que eres responsable de esa manera de sentirte?6. Asimilas que esta manera de sentirte es parte de la historia de vida que viviste?7. Te sabes hoy con más recursos para hacerle frente a estas situaciones?8. Como abordarías este problema desde los recursos con los que cuentas?9. Ok. Listo, ahora deja ir el sentimiento y haz de esta experiencia un peldaño mas de construcción!www.cre-er.com.mxCREER ES EL PRINCIPIOSER ES EL CAMBIOSI NO DESEAS RECIBIR MAS ACTUALIZACIONES DE ESTE BLOG, TE PEDIMOS NOS REENVIES UN MAIL CON ASUNTO BORRAR. GRACIAS.LAS ACTUALIZACIONES DE LOS BLOGS LAS PUEDES REVISAR EN: http://cre-er.blogspot.com y en http://emocioninteligente.wordpress.com
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Comentarios

  • En efecto , la cuestión es la actitud y la reflexión A veces no quisieramos tomarnos las cosas tan a pecho, es cierto, seria lo óptimo que se nos patinaran algunas cosas. Sin embargo, en un proceso de crecimiento nos topamos con actitudes y acciones de nuestro ambiente, que abren esa herida lastimosa que aun duele. Me gusta decirles que es como darle un tiron a esa mano fracturada de años, y la verdad duele, por mas soldados que esten los huesos hoy. Parte de nuestra historia de vida conlleva procesar con atención esto que estamos sintiendo, pues si no se queda en el mero enojo con la vendedora o con quien haya dado ese tirón. La idea de sacudirnos, es la reflexión y entender que no pasa nada, como bien dice Eugenia, entonces sí, después de ese tirón, a seguir!, que en eso radica la Vida!
    Un abrazo de colores a TOOODAS!
  • hola claudia, las personas estan perdiendo sus valores, se dejan llevar por lo que ven en tele y ya no piensan, pobre chica la de la tienda, te la imaginas cuando pasen los años,ya no va encajar en esos estandares, y ella ni siquiera es conciente de su propio veneno. Tu sigue adelante lo importante es la actitud, somos hermosas, con talla extra, con arrugas.La "belleza" es solo un mal pasatiempo de marketign
  • QUERIDA CLAUDIA... ES COMO EN EL FUTBOL, TE PUEDEN EMPUJAR, TE PUEDEN DAR UN GOLPE EN LA ESPINILLA, O UN GOLPE BAJO, TE PUEDEN TIRAR... TE CAES, TE DUELE, A LO MEJOR VES NEGRO... LLORAS, MALDICES, TE QUEJAS, TE LAMENTAS... PERO TE SOBAS, RESPIRAS, RETOMAS TU FUERZA, Y AÚNQUE TE DUELA Y ESTÉS COJEANDO... TE LEVANTAS Y SIGUES JUGANDO! ASÍ ES LA VIDA... EN TODOS LOS ASPECTOS. SIGAMOS JUGANDO... Y HAGÁMOSLO DIVERTIDO, PORQUE ASÍ ES MEJOR. NO LO TOMEMOS TAN A PECHO. AÚNQUE SIEMPRE SERÁ MEJOR, JUGAR EN NUESTRA CANCHA... HAY MÁS CONFIANZA Y APOYO... Y AHÍ ESTÁN NUESTROS PORRISTAS! ÁNIMO!!!! MUCHAS GRACIAS... *GENA.
  • HOLA BUENOS DIAS, ME ENCANTO EL TITULO DEL ARTICULO ..... A VECES NOS QUEDAMOS CON SOLO ME CAIGO PERO ME LEVANTO, PERO EN ESE INTER ESTA LA RASPADA Y LA SACUDIDA.... TIEMPO DE REFLEXION PARA SANARNOS INTERNAMENTE , CONOCIENDO LA CAUSA PODREMOS TOMAR CONTROL SOBRE EL EFECTO.
    SALUDOS AFECTUOSOS
    MARISELA
  • Estimada Claudia:

    Buenos días, muyinteresante lo que nos compartes y que difícil cuando nos topamos con nuestra realidad, pero como bien comentas la actitud que tomemos será la diferencia, y me gustan tus preguntas al final, por que son dirigidas a uno, por que solamente uno puedo resolver su realidad.

    Creo que este tipo de reflexiones nos apoyan a crecer y a valorar lo que somos y tenemos, y a luchar por lo que queremos.

    Recibe un cordial saludo.

    Edith.
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