CÓMO MANDAS UN MENSAJE INTENCIONAL AL VESTIR

 Esta semana he estado trabajando con una ejecutiva de alto nivel que recién comenzó a trabajar en el medio financiero.   Anteriormente estuvo en una industria mucho más relajada y el reto, como directora, era llegar y demostrar esa credibilidad del talento que la distingue.   

 

Muchas personas evitan darle importancia al tema de la apariencia.  Sobre todo, hoy que ha cambiado tanto la moda y muchas organizaciones han hecho esto mucho más relajado. He trabajado con empresas que han decidido quitar el saco y la corbata como parte del código que los distingue pero reconocen que es una línea delgada ya que mucha gente no tiene claro la diferencia entre formal para trabajar y casual de negocios.

 

Inclusive los emprendedores que no se tienen que alinear a ningún código, si quieren conseguir inversionistas o nuevos clientes, por lo menos deberían tener claro qué mensaje quieren mandar, sobre todo en la primera impresión.

 

Así pues, en su primer día de trabajo, esta mujer ejecutiva logró causar un impacto de su primera impresión con sus colaboradores.  Se preguntarán cómo lo supo, alguien se acercó a comentarle la impresión que causó y que además de que lucía impecable, se deslumbraron por su conocimiento; no era solo un traje vacío.

 

El camino recorrido en las pocas semanas que tiene trabajando en este nuevo puesto, a sido más suave, más cómodo y le permite crecer a un paso acelerado porque está siendo congruente y consistente con la experiencia que tiene como profesional.

 

Todas las personas que se acercan a mí, les insisto lo importante que es mandar un mensaje intencional al vestir. No se trata de qué está bien y qué está mal.   Es cómo todos los días, intencionalmente decides qué mensaje te acompañe. Fíjense por ejemplo en mi caso, recientemente fui a dar una conferencia a alumnos de 5to semestre en la Universidad Panamericana. Intenté darle un estilo más moderno a mi atuendo para que no hubiera una separación generacional, que automáticamente les hiciera pensar que lo que yo dijera no aplicaba en ellos.   No cambié mi estilo ni mi esencia, simplemente traté de no parecer tan dura ante sus ojos.  

 

Al día siguiente tuve que dar una conferencia para un grupo de administradores de riesgo, ahí el atuendo podría ser más formal alinearme al nivel que ellos manejan y que mi mensaje fuera creíble mas que dar permiso a que fuera más relajado.

 

Suelo insistir, que las mujeres nos equivocamos más seguido al vestir en lo profesional.   Porque hay mucha moda allá afuera que nos confunde. Queremos seguir siendo femeninas, pero al mismo tiempo queremos demostrar que estamos calificadas para trabajar.   Pero cuando la moda o ciertas prendas de ropa nos hacen sentir que nos vemos increíble, olvidamos el mensaje que estamos proyectando y esos segundos son suficientes para disminuir nuestra credibilidad.

 

Me gustaría hacer algunas recomendaciones para que lo tomemos en cuenta y luego no estemos frustradas porque no nos dan nuestro lugar:

 

  1. Evita ropa demasiado entallada en lo profesional. Cuando hacemos negocios quieres que te volteen a ver a la cara. La ropa demasiado entallada, hace lucir nuestras curvas y si tenemos poquito sobre peso, será mucho más obvio. Siempre un saco, sweater o una blusa de caída suave, ayuda a minimizar este detalle.
  2. Enseñar demasiada piel también distrae. No solo enseñar demasiada piel evita que nos veamos más delgadas, es un distractor visual. La piel se tiene que usar a nuestro favor y no en nuestra contra.   Es mejor una blusa manga tres cuartos que la manga corta o de tirantes.  Sobre todo, es distractor si no estamos perfectamente en forma.   Las faldas deben ir 2 cms arriba de la rodilla o abajo de esta.  Te explico, cuando la falda es muy corta, además de toda la piel que enseñas y que otros se sienten naturalmente atraídos a voltear, seguramente va a quedar justo en la parte más ancha de tu muslo, que esto agrega peso visual, y supongo que todo mundo nos queremos ver mas delgadas y no más anchas.
  3. Demasiado tapada tampoco ayuda. Por el contrario al punto anterior, usar cuellos que tapen tu cuello, mangas más largas de tu muñeca, faldas o pantalones demasiado holgados que cubran toda tu piel, el efecto es que es demasiado pesado, no solo agrega peso visual, sino que podría parecer que no estás contenida.  Si está palabra me gusta porque tienes que demostrar que estás en control, y tu ropa demasiado holgada puede parecer que tú también lo eres en cuestión de toma de decisiones.  Tú debes usar la ropa, no ella a ti.
  4. Los colores demasiado llamativos, también distraen. Recuerda que no debes usar más de tres colores en un atuendo. El exceso de colores te hace lucir más relajada, más casual y menos profesional.  Entre menos colores una prenda, y que estos no sean tan brillantes, más profesional te verás. Qué prefieres que te volteen a ver a ti o a la ropa.
  5. Crea contraste. Por el contrario, al punto anterior, si los colores son demasiado tenues, puedes perder credibilidad y presencia. Intenta usar contraste entre un tono suave de ropa, como una blusa con un saco o sweater para que no pases tampoco tan desapercibida, o como suelen decir que te veas gris.   Hay prendas de poder como una mascada, una blusa con un color más subido de tono que puede evitar que esto suceda.
  6. De manera que te sea posible, usa mejor calidad en la ropa que usas. Esto genera también fuerza y sostiene tu mensaje, cuando el sweater está hecho bolitas, cuando la tela es demasiado delgada y se puede notar todas las posibles imperfecciones del cuerpo, te quita poder y credibilidad.  Además, si la ropa es demasiado transparente, no hay hombre o mujer que no se distraiga al ver lo que hay detrás.

La ropa en realidad tiene que proyectar armonía y comodidad con las personas con las que conectas.  Es siempre más importante la otra persona, y si tu ropa les resulta agradable en un tono de armonía integral de tu persona, se sentirán automáticamente cómodos contigo, concentrados en lo que tienes que decir y no tendrán distracciones.   No es que la otra persona se fije demasiado, es que nosotras estamos provocando que se distraigan.

 

Recuerda, sobre todo, que no hay imagen buena o mala, simplemente ¿qué quieres mandar como mensaje al vestir?  A dónde quieres que te volteen a ver cuando haces negocios, a los ojos o a tus curvas o escote.   ¿Por qué quieres ser recordada, por tu aportación con tus valores, talento y experiencia, o por el vestido entallado que usaste?  Eso depende de ti, y si importa cómo lo haces de manera intencional porque de esto depende que te distingas y complementes o refuerces el mensaje de valor de tu marca personal.

Ale Marroquín te lleva a la cima por medio de una transformación personal. Trabaja de la mano de las personas para empoderarlos, para encontrar y reinventar su marca personal a través de su esencia, talento y valores y que puedan conseguir proyectar liderazgo y una presencia ejecutiva de éxito.  www.alemarroquin.com  twitter @a_marroquin linkedin https://www.linkedin.com/in/alemarroquin/

 

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Comentarios

  • Hola!! Yo me dedico a la imagen editorial y sólo como sugerencia, las faltas de ortografía también distraen mucho. Saludos
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