Dando clases desde hace tantos años, hoy veo que lo que se interpone en el crecimiento espiritual de la mayoría de mis alumnos es su apatía, su falta de voluntad y tomar la decisión de hacerse realmente responsables de sus vidas. No darnos cuenta de que lo sentimos, nos aleja de la felicidad interior.
Hay un cansancio general, un hartazgo de que nada cambia, cuando la clave es no esperar que suceda afuera, porque el único que puede modificarlo soy yo.
Sumado a esto, tienen como una necesidad de llenarse de cursos, actividades, que encubren el grado de aburrimiento, de no poder estar consigo mismo, es ser coleccionistas de información que no se aplica.
Esta falta de emoción, sentimiento, de indiferencia, viene en algunos casos ante una perdida importante no expresada y al suprimirla, le da la vuelta a la vida, a dejar de amar, a esperar, a no reír y dejar de soñar. Una persona puede caer en este estado porque sabe que nada volverá a ser igual. Ha perdido la esperanza.
Cuando además, dejamos de tener actividad, menos comunicación, menos contacto con la gente o tener menos que ver con la vida, la apatía crece, sin darnos cuenta que vamos al camino de la depresión.
También hay la sensación de que nada nos pertenece y no querer nada más, es el abandono de metas, de sueños.
Para poder salir de este estado, habría que tomarse un tiempo y replantear… aunque sea una cosa que me genera entusiasmo y realizarla.
Cambiar la rutina, salir a hacer ejercicio donde haya gente, aprender que paso dado es ganado. A veces nos ayuda darle un cambio a la forma de vestirnos, cambiando a colores vivos… mover la energía hacia el otro lado.
Replantear los valores que nos han movido en la vida, si fuera hoy mi último día ¿cómo me gustaría vivirlo?... ¿cuánta gente ha sido importante en mi vida que amo?... Si tuviera una lista de acciones que deseo hacer antes de morir, ¿cuáles serían?...
Salirse del ciclo del pensamiento recurrente, cambiar el tono de nuestros palabras, ver películas que le sumen mi vida emocional.
En fin la vida es hoy… sí por alguna razón estás en una situación de apatía en tu vida, dale la vuelta, tienes menos tiempo del que crees…
Brilla siempre
Meg
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