5 TRAMPAS POR LAS QUE GASTAMOS DE MÁS

Las mujeres, en general, somos catalogadas como gastadoras solo por el hecho de ser mujer.  Cómo si por ser mujer gastar fuera algo que hacemos sin ton ni son.

Yo pienso que no hay nada más lejos de la realidad, lo que considero cierto es que la mayoría de las personas (hombres y mujeres) gastamos de más. 

 

¿Cómo sé que gastamos de más?

Lo sé porque el dinero nunca alcanza y cuando nos damos cuenta ya estamos firmando en la tarjeta de crédito sin saber en qué me gasté mi efectivo (o débito).  Hasta que nos llegan los temidos estados de cuenta.

 Quien no tenga un presupuesto está irremediablemente condenada a gastar siempre de más. Y aun teniendo presupuesto, no estamos exentas de gastar de más, pero será mucho más fácil identificar qué pasó con nuestro dinero.

 Yo digo que está muy bien gastar.  Si no gastamos, ¿para qué es el dinero entonces?  Lo importante es que seamos conscientes de cómo y en qué gastamos para que podamos sacarle el mejor provecho a nuestro dinero. Para que lo usemos de la mejor forma posible. 

 

Así que te platico 5 trampas en las que caemos y por las que gastamos de más. 

Si te identificas con alguna solo es mera coincidencia, no estoy hablando de ti. Y si descubres algo interesante de ti misma, tal vez puedas corregir las velas y encaminar tus decisiones económicas y financieras hacia mejores rumbos.

 

1.- La caza ofertas.

¡No puedes dejar pasar esta oportunidad!  Está de super oferta y aunque solo ibas a “ver” y no “ibas a comprar nada” pues no la puedes dejar escapar.  ¿Te pasa?  La verdad es que está súper aprovechar las ofertas, pero no deberías comparar cosas que no necesitas solo porque estén de oferta.  Cuando vas de compras y estás buscando algo específico como renovar tus botas o un suéter, resulta maravilloso poderlo comprar en oferta, pero si no lo necesitas solo es un gasto. No te estarás ahorrando nada, estarás gastando dinero en algo que no tenías contemplado.

 

2.-La compradora emocional.

¿Compras para sentirte bien?  Comprar es maravilloso, se siente increíble, te sube el ánimo. La verdad es que es una droga maravillosa.

Lo malo es que, como toda droga, siempre trae un bajón después.  La emoción y alegría que se sienten al comprar solo duran unos pocos minutos y tal vez la primera puesta, pero después de eso ya no significa nada. 

De hecho, se ha comprobado que el dinero mejor gastado es en experiencias, no en cosas.  Esto es porque la experiencia, cada vez que es revivida en nuestra cabeza, contada a familiares y amigos, o vista en fotos usa una zona de nuestro cerebro que nos provee de alegría cada vez. En cambio, la compra de cosas solo nos provee la alegría inicial y rápidamente se vuelve algo cotidiano y sin chiste.  

Comprar así nos puede meter en líos y muchas veces pasa que lo que compramos nos deja de gustar una vez que pasaron unos días.  ¿Te ha pasado que hayas comprado algo para llegar a tu casa y darte cuenta que nunca te lo vas a poner?  ¿No? A mí tampoco.

 

3.-La compradora de carrera.

Cuando compras por que alguien más tiene una blusa de ese estilo y tú no, o porque le viste a la "Cuquis Corcuera" unos zapatos o una bolsa super wow y no te quieres quedar atrás.  Comprar así puede hacer que estés gastando de más. Que estés comprando solo por no sentirte menos, fuera de moda o excluida de ciertos círculos.  Si tener ciertas marcas te excluye de algunos lugares entonces esos lugares no son para ti.  Si las puedes comprar adelante pero no vaya a ser que estés gastando dinero que ni tienes en tonterías como esas.  Todas las personas tenemos necesidad de vestirnos pero no necesidad de que la marca sea Gucci.

 

4.- La compradora secreta.

Esta soy yo.  Hago muchas compras “a espaldas” de mi esposo. No quiero que me diga qué puedo y qué no puedo comprar. Claro que al final le termino diciendo, pero me gusta más pedir perdón que permiso.  Y solo sucede cuando el dinero lo pone él porque de mi dinero no puede decirme nada.  Se que es un error enorme de mi parte.  Tarde o temprano, si no corrijo, voy a tener problemas serios de confianza.  Ya no va a confiar en mí.  Me doy cuenta, pero como todo adicto, no logro dejar ese vicio al 100%. Siempre tengo alguna comprita oculta.  ¿Alguna sugerencia para mi?

 

5.- La regaladora exquisita.

No falla que entre nosotras siempre está la que tiene los mejores detalles para regalar.  Todo el mundo la invita a sus fiestas y las fiestas de sus hijos porque los regalos que hace son espectaculares. También aplica para la que siempre “invita” la comida, el café, el desayuno de mamás del salón, etc. ¡Qué padre poder agasajar a los que quieres!  Solo que es una forma de regalar nuestro dinero y no ponerlo a trabajar para nosotras mismas. Hay muchas maneras de decirle a la gente que la queremos. No solo pagando.

 

¿Caes en alguna de estas trampas? Cuéntame, para llorar nuestras penas juntas.

 

Mujeres, ¿quieren saber la mejor parte?

Que si nos reconocemos cayendo en alguna de estas trampas podemos ponerle remedio. Es mejor saber dónde puede estarse enfermando nuestra cartera antes de que se nos vaya la vida y no tengamos ni en qué caernos muertas.  Recuerden que príncipe azul o no nosotras necesitamos nuestro patrimonio.

 

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