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 Cuando a Chela le diagnosticaron Cáncer en las vértebras, lo primero que tuvo que comprender es que ella se lo había ocasionado, y que ella misma lo iba a des-hacer. Ella había dejado de aplicar el Curso de Milagros y esto significó que habíaregresado a la forma tradicional de pensar, donde existe la dualidad, y se dice que es natural estar enfermo.

Inclusive los doctores le preguntan a uno cuantos años tiene y se "supone" que por edad existen mayores posibilidades de enfermarse. Debido a que la medicina se basa en estadísticas.

Así es que la asesoré y empecé recordándole que UCM dice que no eres un cuerpo, tú eres un ser espiritual. El cuerpo tú lo creas con tu mente y ni siquiera es real, es una ilusión y con tus ideas lo puedes sanar, si crees que mereces la salud integral y perfecta, y lo que te hace creerlo, es que se te insiste que eres parte de lo divino, “Que Dios no te mandó esa enfermedad”, ya que al ser un ser espiritual,  sólo creó a tu espíritu que es eterno. En tu experiencia cotidiana entra el miedo y las creencias que algo “malo“ te puede pasar o te puedes llegar a enfermar, exactamente esos son los mensajes que cada uno recibe a diario y que se refuerzan unos a otros, hasta que la mente los vuelve realidad.

A Chela se le recordó que no era culpable, y que de alguna manera ella se habíacastigado a sí misma. Se tenía que perdonar y perdonar a los que ella pudiera creer que le hicieron algo “negativo”. Y es que UCM nos dice que al sentirse marginados, inconscientemente buscamos castigarnos, y por eso tiene tantovalor la culpabilidad en este mundo. Porque así creamos nuestras relaciones, y generalmente le echamos la culpa a todo y a casi todos, sin ver lo que nosotros mismos estamos proyectando, lo que significa que seguimos dormidos. 

Al retomar el camino de UCM, empezó a comprender que nadie le había hecho nada y lo que le estaba sucediendo, era la oportunidad para ver que esa parteegocéntrica que percibía en los demás no era más que un reflejo de ella misma. Y que al reconocerla, integrarla y trabajarla, iría desapareciendo. Meditando en el Curso de Milagros, vio su sombra en su madre y empezó a entender que la señora no le había hecho nada, que en su madre se veía a sí misma, y eso era lo que tenía que superar.

En su caso la madre, era temerosa y todo el tiempo le decía no "salgas porque me preocupas", esto fue desde la niñez. Chela fue muy obediente a pesar de sí misma, pues por no pelear, dejó de ser ella misma para ser lo que los temores de su mamá dictaran. Desde pequeña tuvo depresiones, estas se manifestaban y Chela no supo que hacer, sólo le dieron medicamentos y no le enseñaron que tenía emociones reprimidas que se fueron acumulando y dieron paso al Cáncer. Los medicamentos sólo quitaron el síntoma y no des- hicieron el origen; ella seguía sumisa y dependiente.

Ya siendo una mujer en la madurez empezó con esta enfermedad, y claro, Chela ya no intentaba hacer nada porque había aprendido muy bien lo que se le inculco desde pequeña. Curiosamente la madre le recriminaba por qué no había hecho esto o aquello. 

Entonces cambió su enfoque de víctima y se pregunto: "¿Qué tengo que aprender de esto, y para qué cree está situación?". Entonces reconoció que lo que le transmitía su madre, era lo que ella misma se había permitido experimentar. Todo lo negativo había ganado; el miedo, la preocupación, el "te lo digo porque te quiero” con esto, todos sus sueños se habían frustrado, porque no había tenido el “coraje” de salir en pos de ellos, entonces esa enfermedad le mostraba lo que ellano se había permitido vivir.

Esos resentimientos se impregnaron en su cuerpo, era energía atascada, porque ella estaba así, “como un carro atascado que no se puede mover”. Su madre representaba los contenidos que tenía en su mente, "no salgas al mundo peligroso, no manejes, quédate aquí, etc."  Esa voz es la del miedo y la limitación,    es lo opuesto a la voz del espíritu, la de "tú puedes, tú eres parte la divinidad, estás protegida por la fuente, tú eres amor, cuentas con la fuerza y fortaleza, ten confianza, confía en el bien, Dios es tu sostén, no tú mamá, ni alguna otra persona, confía y te llegará todo lo que necesitas, vive tu vida,  no los miedos de tu alguien más."

Entendió que no había que “luchar”contra nadie, ni contra el cáncer, ni con la madre, porque a lo que te resistes persiste. Dejó de verse con lastima, se empodero y dejó de ver a los demás como “pobres enfermos”, sabía que esas imágenes eran parte de lo que ella tenía que trascender y pedirle al espíritu santo, que sanara su percepción y verlos a ellos y a su madre con los ojos del espíritu y no con los ojos del cuerpo físico, que sólo nos muestran lo que queremos ver. Más allá de lo que ella veía cada vez que iba al hospital, estaba el espíritu de Dios y eso era lo real, a eso le apostaba, y eso afloraba.

El hecho de ver las cosas y a las personas de otra manera, fue sanando su percepción de si misma, y la energía atascada se fue transformando en amor, gratitud, poder, ademas de que se le asesoraba todo el tiempo, “para que  su mal se tornara en bien”. 

También hizo visualizaciones al ver vértebras perfectas, tenía una imagen de una columna en perfecto estado , eso lo hacía todos los días, meditaba, superaba sus ideas depresivas, sus emociones de este tipo, y puso a trabajar su farmacia interna que está en su cerebro, como lo menciona el Dr Joe Dispenza en el libro “Deja de ser tú”.

¡Hoy a superado esa ilusión y camina perfectamente, el Cáncer ha desaparecido!