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En la adolescencia, yo no sabía que quería hacer, como a qué quería dedicarme profesionalmente, ni cómo retener al novio, bueno a veces no sabía ni cómo tener más amigas.

Pero un regalo que me fue otorgado por una tía muy querida fue que todo lo que yo quisiera lograr en esta vida, lo visualizara como tal…

Me dijo, ¿qué quieres hacer? Lo primero que se me vino a la mente fue, quiero tener un novio, ella me mencionó, piénsalo tal y como lo quieras, sus características físicas y si es posible hasta escríbelo en un papel y lo pensé físicamente como lo quería, me preguntó si lo quería para casarme con él, entonces me dijo: “Cierra los ojos y visualiza, ve exactamente en tu mente lo que quieras para ti, cómo quieres que sea ese hombre, vete a ti misma en el altar o vestida de novia si así lo deseas”. Así lo hice, lo pensé exactamente como lo quería y una luz anaranjada llegó a mi pensamiento, no sé si para reforzar este pensamiento, pero así fue… Años más tarde conocí al hombre de mi vida y me casé con él.

Desde entonces siempre que quiero algo me acuerdo de esta experiencia y todo lo que he logrado me ha sucedido, todo lo que me he propuesto lo he conseguido; viajes, hijos, trabajos, etc.

Es una manera infalible de tener lo que uno quiere lograr, forjar para sí mismo, como les digo así he creado lo que he querido en mi vida, esto es muy cierto, a veces no me ha salido en ciertos aspectos porque no me he propuesto visualizarlo, lo decreté, pero en cuanto me propongo lograrlo es porque de cierta manera lo tengo en mente visualizado y casi materializado. Eso créanmelo o no, nunca me ha fallado. Bueno hasta el sexo de mis hijos lo decreté. Esto es muy serio, y es real, es como magia, es cosa de lo que cada uno podemos realizar.

Deseo de todo corazón a ti que estás leyendo, que cada día de tu vida se llene de luz y prosperidad. Y de verdad todos cierren los ojos y vean realizado su sueño, se les hará realidad en menos de lo que lo piensan.