VIOLENCIA FAMILIAR

DESARROLLO DE MÚLTIPLES TRASTORNOS EN HIJAS E HIJOS

La conducta abusiva que se ejerce en el ciclo de la violencia familiar, misma que por lo general es perpetrada por el padre, se extiende hacia hijas e hijos, convirtiéndoles de igual manera en víctimas.

Esta violencia tiene como consecuencia múltiples trastornos en sus diferentes áreas de desarrollo, que se describen a continuación:

Consecuencias a nivel cognitivo: Atención dispersa, falta de memoria, hiperactividad emocional, trastornos de aprendizaje, alucinaciones,  entre otros. Todos traen como consecuencia mal aprovechamiento académico.

Consecuencias a nivel conductual: Conductas violentas hacia madre, hermanas o hermanos. Generador(a) de bullying escolar, autoagresiones, timidez. Tienen como consecuencia deserción escolar, ya que debido a su conducta inadecuada y agresiva se les expulsa de los planteles educativos.

Trastornos clínicos: Estrés, depresión, ansiedad, irritabilidad, intentos de suicidio, enfermedades somáticas (enuresis, encopresis, asma, soriasis, trastornos del sueño, traumas, baja autoestima, por mencionar algunos). Todo esto es causa del debilitamiento de las defensas físicas y psicológicas, ocasionando graves problemas de salud.

La madre también desarrolla  múltiples trastornos clínicos como: Depresión, ansiedad, ataques de ira, múltiples enfermedades físicas y psicológicas que repercuten directamente en el mal cuidado, en la falta de atención y educación hacia sus hijas e hijos. Son doblemente violentados debido a la cuestión emocional y de salud que atraviesa la madre. Se agravan de forma evidente los problemas conductuales de hijas e hijos al llegar a la adolescencia, sumado esto a las condiciones y contextos  violentos en que se desarrollaron.

Consecuencias de la violencia a nivel social en adolescentes: Al llegar la adolescencia es posible que la juventud  tome salidas falsas ante dicha problemática que usualmente vienen arrastrando desde su infancia, como: Caer en pandillerismo, adicciones, actividades ilícitas, conducta desafiante y antisocial, deserción escolar, bullying, paternidad prematura y embarazos no deseados. Además hay alta posibilidad de convertirse, en su etapa adulta, en personas generadoras de violencia, es decir, repiten el mismo patrón de conducta aprendido.

¿Qué hacer ante estas consecuencias negativas que provoca la violencia en hijas e hijos?

El área de psicología del Instituto Chihuahuense de la Mujer (ICHMUJER) recomienda:

Primero:Darse cuenta que en la mayoría de los casos, las hijas e hijos que presentan alguna de esta sintomatología proviene de un contexto familiar violento, donde no es posible el diálogo y donde las reglas no son claras.

Segundo:Fomentar el diálogo y la comunicación con hijas e hijos para conocerles y demostrarles que hay una persona adulta que se interesa por su situación.

Tercero:No culpar, reprimir o sancionar violentamente ante cualquiera de estas manifestaciones, pues esto ocasiona un efecto contraproducente y agrava la situación.

Cuarto:Solicitar ayuda profesional para los miembros de la familia al identificar que se es parte de un contexto violento.  

Si requiere de mayor información puede comunicarse al ICHMUJER 01 800 832 13 32 o bien si desea atención por violencia familiar o de género, ponemos a su disposición nuestras áreas de psicología, jurídica y gestiones de trabajo social. El servicio es gratuito con el manejo confidencial de sus datos.

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