VIDA PERSONAL Y PROFESIONAL. DOS REALIDADES EN UNA BALANZA.

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Cuando trabajaba en el medio financiero, mi horario de trabajo era de 8-3 pm. Esto me permitía que en las tardes pudiera llegar a recibir a mis hijos del colegio.  En aquel entonces tendrían 6 y 7 años. Me daba la oportunidad de poder llevarlos a sus clases de la tarde o simplemente apoyarlos en tareas, o citas de doctor.  Sin duda, había espacio en las tardes para atender mi vida personal.

Era un horario controversial. En aquel entonces el término de home-office o trabajo virtual no era para nada algo aceptable en nuestro país.  Entonces había que justificar resultados contra los que tenían que trabajar de 8-6 (si es que lograban salir puntuales).

Siempre pensé que te vas haciendo eficiente en el tiempo que tienes. Fui de la opinión de que puedes cumplir tus metas mejor cuando trabajas sobre presión a cuando tienes espacio de sobra. En esos casos, te vas haciendo menos eficiente porque inconscientemente te relajas y te das permisos para entregar resultados. Sobre todo cuando sabes que hay flexibilidad.

El problema es que si pasas todo el día en la oficina, yo digo, calentando el asiento, pues tampoco es que hayas sido más productivo. La rutina se va haciendo cada vez más monótona y te vas fastidiando de lo que tienes que hacer. Esto provoca que quizás hagas las actividades de forma automática y con poco cuidado al detalle. Cuando no tienes tiempo para ti y las actividades que te enriquecen y te energizan, se ve afectada no solo tu productividad sino la forma en como otros te perciben.

Recuerdo que en Pemex hace años apagaban la luz a las 5 de la tarde. Esto con el fin de ahorrar energía y que los empleados regresaran a sus casas a esa hora.  Si no terminabas de trabajar, podrías parecer poco productivo.

Los millenials y el enfoque a la vida personal

De acuerdo a un artículo "Balance entre el trabajo y la vida", no se trata que los millenials sean flojos porque quieran tener un mayor balance entre las horas que trabajan y su vida personal. Se trata de ser eficientes y cumplir con los objetivos para complementarlos con las actividades que les gusta hacer.

Yo coincido con esta visión. Cuando puedes hacer espacio para tomar una clase de deporte, de lectura, de un idioma o simplemente para ver a amigos entre semana, te llenas de energía, complementas tu vida te vas haciendo más integral.

Entiendo que pueda haber ocasiones en que tengas más carga de trabajo o más responsabilidades. Sin embargo, depende de ti organizarte. Solo tú puedes ejecutar con eficiencia y equilibrar tu vida.  Esto te va a dar mucha mejor visión para encontrar soluciones. Depende de ti rodearte de personas con las que puedas construir redes y construir alianzas.

Cuando estás muy cargado de un lado o del otro, debilitas tu presencia ejecutiva. Una persona con habilidades de liderazgo está actualizada y sabe de qué hablar con otros. Si solo estás en el trabajo, ¿de qué vas a conversar con otras personas?  Al no poder sino hablar de lo que haces no destacas tu presencia ejecutiva. En cambio, si demuestras tus habilidades para delegar y poder tener tiempo para hacer un deporte, o tomar una clase, vas enriqueciendo tu mente y desarrollas más habilidades humanas y de conexión con otros.

Yo recomiendo altamente el balance entre la vida personal y la profesional.  Enfócate, trabaja con eficiencia y date espacio para que puedas tener la oportunidad hacer otras actividades. ¡Notarás la diferencia!

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