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Permítenos orar que la fuerza y el valor que abunda en nosotros sea dado para trabajar por un mundo de razón y entendimiento.

Que todo lo bueno que hay dentro del corazón del hombre pueda, día a día ser acrecentado.

Que el hombre pueda ver con mayor claridad, no con lo que se divida, sino con lo que se una.

Que cada hora nos lleve cada vez mas cerca de la victoria final, no como una nación sobre otra, sino el hombre sobre sus propias debilidades y ego.

Que el verdadero espíritu de la temporada de la Navidad que es gozo, belleza, esperanza y por sobre todo su fe viva entre nosotros.

Que las bendiciones de paz sea nuestra, la paz que se construye y crece para vivir en armonía y en amor con nosotros, y planear hacia el futuro con confianza y fe.

UN ABRAZO DE CORAZÓN A CORAZÓN

Meg