Tener hijos o no tenerlos es (o debería ser), una decisión personalísima y no una imposición; una consecuencia del deseo, no de la necesidad (de quedar bien con los demás, de evitar la soledad, de encontrarle un sentido a la vida…); resultado de un proceso de reflexión y no de un impulso.
Vale decir que no sólo se puede trascender teniendo un hijo o una hija, también sembrando un árbol, escribiendo un libro, ayudando al prójimo, investigando y creando lo que abone a la humanidad… Existen muchas maneras, y cada persona debe descubrir la suya. Después de todo, ¿para qué traer al mundo niños y niñas cuando lo que se desea es otra cosa, o cuando ni siquiera se sabe lo que se desea?
Gaudencio Rodríguez
Comentarios
Gaudi: Es verdad, tener hijos cuando ni siquiera se sabe lo que se desea es aberrante. Sin embargo la falta de educación nos lleva a tener niñas de entre 12- 15 años que son embarazadas por niños de edades iguales. El mundo se desmoronará por falta de educación en cualquier rubro. Saludos.