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Querido hij@:

Quiero ser una madre orgullosa de ti, discúlpame si en ocasiones soy demasiado exigente, demasiado gritona, pero quiero hacer de ti un ser humano de bien. Tengo miedo de no educarte como te mereces.

Tal vez no seré la mejor madre, pero te prometo que estoy en busca de eso. Nadie ha dicho que el ser madre es fácil, a veces tengo que ocultar mis errores para que no los copies, sin darme cuenta me reflejas lo que odio de misma, eso no es tu culpa, discúlpame.

Hijo no te dejes engañar por la idea  de que puedes aconsejarte solo y que conocerás el camino por ti mismo. Tal vez yo veo las piedras en el sendero que tú no puedes ver, pero sé que te tienes que tropezar, pero me duele ver que te lastimes.

Cada ser humano tiene un juez interno que nos dice la verdad que no engaña, esa es la voz que debes escuchar cuando yo no esté a tu lado, deja a un lado el aplauso de los demás deja hablar a tu interior.

Querido y adorado hijo, te amo más que nada en el mundo, por eso me desespero cuando no me haces caso y huyes a lugares desconocidos, entiende temo que te pase algo, eres mi mayor tesoro, mi joya más preciada. Sé que debo dejarte volar, pero temo en no volver a verte.

En ocasiones te quisiera poner en una burbuja para que nunca te pasara nada, como te puedo explicar que la vida en ocasiones puede ser peligrosa. Sé que la vida es bella y eso es lo que tengo que enseñarte, nunca a temerle.

Sé que te debo entrenar, sé que no te debo dar todo, los hijos deben de tener un poco de hambre y un poco de frío, pero yo  te quiero dar y amar como tal vez conmigo no lo hicieron. 

Agradezco a la vida que te me dio la oportunidad de ser madre, es una experiencia invaluable, pero mi  misión durará sólo unos años.

Con todo el dolor de mi corazón, cuando llegue el momento, sé que debo dejarte emprender el vuelo.

Por eso quiero amarte, abrazarte, apapacharte y luego dejarte volar.

Ale Velasco escrita 19/junio/2011