Cuando era pequeña recuerdo que me encantaba jugar con mi avalancha y lo que más disfrutaba era encontrar terrenos con subidas y bajadas, porque si el terreno era plan, entonces no tenía chiste a menos que alguien me empujara, cosa que era por demás cansada para el valiente que quisiera hacerlo y además rara vez alcanzaba yo la velocidad que quería. Subir era pesado y requería un esfuerzo extra porque tenía que jalar mi avalancha, lo cual era bastante incómodo, a veces me machucaba, me tropezaba, me pegaba, pero poco importaba con tal de experimentar la diversión que ofrecía viajar a “toda velocidad”. Eran carcajadas, caras de entre susto y emoción, raspadas y locuras en cada tirada.
En la vida de pronto se nos olvida y quisiéramos que todo fuera plano, que no nos sacudieran tanto y que todo fuera fácil, nos asustan tanto las subidas como las bajadas, sin darnos cuenta que ambas tiene características que si sabemos aprovechar serán de gran utilidad.,
Nos encanta estar “en la cima” y eso está maravilloso, sin embargo para llegar a ella, es necesario también estar abajo para ver otra perspectiva.
Necesitamos las subidas para disfrutar de las bajadas y a la vez necesitamos de las bajadas para agarrar vuelo hacia las subidas……
Yo misma me he sorprendido diciendo: “¿Por qué no puedo tener la misma energía hoy que tenía ayer o hace una semana o un año o cuando tenía 15 años”?. Mi mente me hace jugadas y casi me convence de que mientras no tenga un estado “ideal” de ganas, de iniciativa, de recursos, de relaciones, etc., no puedo entonces hacer nada. ¿Te ha pasado? Reflexionando sobre el tema, me he dado cuenta que mi vida no se detiene solo por estar en una bajada o por estar en el suelo, que cada momento me permite hacer cosas diferentes. Por ejemplo, si estoy con la energía más “apagada”, es buen momento para abrazarme y verme a detalle, mientras que cuando estoy más activa, tengo más facilidad para poner en práctica ideas que es muy probable que hayan surgido mientras estaba en un estado más pasivo. He aprendido que todo es parte de este juego llamado vida y que creer que tenemos que estar siempre del mismo humor, con la misma cara, en la misma intensidad, con las mismas ideas, etc, es solo eso: Una creencia que lejos de ayudarnos nos frustra. Somos seres duales, llenos de matices y es eso lo que nos hace maravillosos.
Te sorprendería darte cuenta que muchas de las grandes obras de arte han surgido en los momentos más dolorosos, frustrantes y oscuros de sus creadores, no con esto quiero decir que nos volvamos depresivos o frustrados solo para crear, pero si que dejemos de pelearnos con lo que nos ocurre y tomemos lo mejor de cada estado por el que pasamos, porque nos guste o no, seguiremos viajando en las olas del mar de la creación y de la vida.
Solo para reflexionar te invito a que hagas una lista de lo que has logrado o aprendido estando “abajo” y también estando “arriba”.
Agradezco que me leas y te invito a participar en mis diplomados COMIENDOME MIS EMOCIONES, en donde hacemos viajes profundos e impensables a esos territorios desconocidos de nosotros que guardan mucho de nuestro potencial. Informes en www.adrianaesteva.com contacto@empresenciamx.com y al 53772142
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