Si seguir avanzando se vuelve complicado, ese no es motivo suficiente como
para abandonar. De hecho, significa que realmente estás haciendo progresos.
La montaña se hace más escarpada y empinada a medida que te acercas a la
cima. Sigue avanzando, sigue escalando, sigue haciendo el esfuerzo y de
pronto, rápidamente, te encontrarás llegando a lo más alto.
Los desafíos que encuentres serán la prueba incontrastable de que estás
marcando una verdadera diferencia. Aprovecha esos desafíos, no como una
excusa para detenerte, sino y en cambio como una plataforma desde la cual
saltar hacia adelante.
Porque los más grandes logros llegan como respuesta a los más grandes
desafíos. Cuando la marcha se haga difícil, lo más probable es que estés
ante una gran oportunidad.
Si hay mucho por hacer, entonces hay mucho valor esperando ser generado.
Avanza con decisión y aduéñate de ese valor.
Sea lo que fuere que pueda suceder, sea lo que fuere que pueda parecer estar
bloqueando tu camino, decide seguir avanzando.
Justo al otro lado de tus más perseverantes esfuerzos estarán esperando
recompensas verdaderamente magníficas.
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