SI ME TOMO A MI... ¿TE SUELTO A TI MAMÁ?

Escucho cada día en mis talleres a personas con historias de dolor, abuso, falta de cuidado, enojo y frustración, que en realidad solo buscan recrear historias que vivieron con su madre.

En una ocasión, una mujer me contaba lo cruel, descuidada, indiferente y fría que había sido su madre con ella y cuando le pregunte cómo se trataba a ella misma, describió exactamente las mismas conductas. Es decir, aunque en su discurso ella defendía su odio a su madre, en realidad, seguía buscándola a través de repetir en su actuar, pensar y sentir,  lo que tanto le dolió recibir de ella.

He escuchado también historias en las que el simple hecho de lograr algo bueno  en sus vidas, les genera una culpa terrible y que cuando toman consciencia se dan cuenta que la culpa viene por ser más felices de lo que su Mamá es o  fue.

También es común que cuando se han hecho “cómplices” de sus madres en el maltrato al cuerpo, la obsesión por adelgazar o en  los atracones, les cuesta mucho trabajo soltar estas conductas porque de algún modo sienten que sueltan la relación con quién les dio la vida.

Una de las historias que más me impactó recientemente es la de una mujer que sentía una enorme culpa por el gran sobrepeso que tenía.  En realidad la culpa venía de mucho más atrás, de cuando su madre le hizo saber que estaba arrepentida de haberla tenido, que había sido un descuido y  que en realidad no había querido ser madre. Una pequeña indefensa y con una consciencia comenzando a desarrollarse, era incapaz de dimensionar semejante información, por lo que su sistema eligió hacerle pensar que ella era culpable por haber nacido. Esa culpa la ha perseguido haciéndose cada vez más insoportable, al grado que la única forma que esta mujer encontró para mitigarla un poco ha sido castigándose con la comida y con el peso. Todo con tal de no regresarle ese sentimiento a su madre y de algún modo seguir “justificándola”.

De pequeños no podemos resistir  la idea de que quién nos dio la vida y de quien dependemos al cien por ciento pueda equivocarse, por eso aprendemos en un acto de supervivencia a tomarnos toda la responsabilidad de sus actos.

Aprendernos a cuidar hoy, si nuestra madre no lo hizo con nosotros, de algún modo implica traicionarla.

En una fantasía sumamente profunda, la mayoría de nosotros sigue esperando que venga la Mamá de nuestros sueños a darnos lo que necesitamos, por lo cual, estar bien, plenos y completos hoy, podría (en la fantasia), interferir  para que eso ocurra. “Si estoy bien, ella ya no va a  venir a salvarme”.

Esta compleja relación tiene muchas aristas y es precisamente reconocerlas lo que puede darnos luz para sanarla. Saber que  podemos conectar con Mamá desde diferentes lugares. Por ejemplo, puedo hoy como adulta, entender que la parte rígida de mi Mamá, provoca enojo en mí, lo cual abre el panorama para entender que también hay muchas otras partes de ella y de mí que pueden convivir de manera más amorosa y entonces voltear a ver que: La parte atenta de mi Mamá hace sentir muy cuidada a mi parte vulnerable.  Y así muchas otras partes de nosotras y de ella pueden encontrarse. Es decir, puedo comenzar a ver que no TODA yo choca con TODA ella.

Siempre es buen momento para sanar esta compleja  y vital relación y esto no involucra necesariamente a nuestra madre real, sino más bien a nuestra madre “virtual”, esa imagen que creamos de ella dentro de nosotros. 

Hacer paz con ella, nos lleva a hacer paz con nosotras, con las partes de ella que viven ya en nosotras.  El primer paso es aceptar que claro que puedo ser como ella. ¿Cómo no serlo si es quien me dio la vida? Y  entender que la unión con ella está dada, por lo que no necesito “mantener” esa unión con lealtades, conductas y sacrificios. Que ser felices es la mejor manera de honrarlas, bendecirlas y agradecerles la vida.

Pregúntate : ¿Qué clase de madre quieres ser hoy contigo?

 

Gracias por leerme.  Esta relación tan profunda con Mamá es uno de los temas vitales de la relación que tenemos hoy con el peso y es por eso que te invito a un espacio de sanación en mis talleres  “COMIENDOME MIS EMOCIONES”. Iniciamos nuevos grupos en Enero. Informes:  www.adrinaesteva.com @adriesteva FB: www.facebook/adriesteva.com

 

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Comentarios

  • Excelente reflexión, gracias! Una duda, como mejorar la idea virtual y real de madre que tienen mis hijos (8 y 16 años) de mi, para lograr en ellos una relación sana que no les afecte?
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