Pasamos más de la mitad de nuestra vida haciendo las cosas que se “supone” que debemos y lo que otros piensas que tenemos que lograr, con miedo de no ser suficientemente buenos, de no llegar a tener todo lo que nos han dicho que nos dará felicidad, compitiendo por ideales, que pocas veces hablan de nuestro verdadero yo, llenando las expectativas de los demás, entrenados a pedir permiso a otros.
Estamos “tan ocupados”, que se nos olvida escucharnos, más a nosotros que a los demás, hasta que algo nos sucede que nos hace parar y reflexionar… ¿a dónde voy? ¿qué quiero realmente?.
Poder reinventarte a la edad que sea, empezar una carrera, abrir un negocio, iniciar una familia, viajar y atreverse a perder el control y permitir que la vida nos sorprenda, es el inicio de la conquista de nosotros mismos.
Consideremos que la felicidad depende sólo de nosotros, atrevernos e insistir en hacer lo que sabemos y sentimos, sin importar lo que otros opinen, es el valor del crecimiento real.
Cada día esforzarnos para hacer cambios, que requieren valor y que nos hace más sabios, que nos conviertan en lo que realmente somos. “Hoy es el primero día del resto de tu vida”, si cada día es una nueva oportunidad, ¿por qué seguir en la misma página, con los mismos diálogos?, quejándonos de todo.
El crecimiento implica soltar lo viejo para encontrar nuevas formas, a veces es más doloroso quedarse en el mismo lugar, que decidir soltarlo. Para tener avances reales habrá que restablecer nuevos hábitos, rutinas y ser valientes, seguir nuestros valores. ATREVERSE A SER DIFERENTE, sin miedo a lo que otros piensen de nosotros.
Encontrar lo que genera en nuestro corazón pasión, es una prioridad, sin ella no hay progreso, esa pasión es la que nos ilumina, libera, desafía, nos da significado. Pasión y satisfacción van de la mano, sin esto no hay felicidad verdadera y el tiempo para hacerlo es HOY.
Los sueños no se convierten mágicamente en realidad, toman determinación, sudor y mucho trabajo, si construimos un compromiso para alcanzar nuestras metas y sueños, si cada mañana nos movemos con esa pasión, cualquier cosa será posible.
Cuidemos de cada palabra que decimos, con ellas estamos creando el futuro.
Dejar fuera lo que otros pueden pensar de nosotros, nos libera, si asumimos la responsabilidad de nuestra vida, con sus lecciones, sus errores y sus aciertos, celebrando que somos únicos y diferentes, raros y especiales, SER UNO MISMO.
Soy único, irrepetible, indivisible, del Todo, sólo tengo que ocupar el lugar que me corresponde y hacer de mi vida la obra de arte que está destinada a SER.
BRILLA SIEMPRE
MEG
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