Con las múltiples responsabilidades que las madres tienen hoy en día, ser madre se ha convertido en una tarea bella pero angustiosa
Los tiempos han cambiado mucho, ser madre ya no es lo que era hace unas cuantas décadas, en gran parte porque son pocas las mujeres que deciden ser amas de casa.
“La generación de mis padres, la mía y la de mis hijos, no tienen la misma jerarquía de valores. El comportamiento se regía con base a un fundamento religioso”, asegura Rosa Chávez Cárdenas, psicóloga y terapeuta familiar.
“El miedo, el chantaje y la culpa eran los puntos de apoyo de la conducta, nos recordaban a cada momento ¡“Dios te va a castigar”!. Los maestros compartían la autoridad con los padres, la imponían a su arbitrio por el hecho de estar implícito al asistir a la escuela. Muchos sufrimos castigos injustos, los Derechos Humanos brillaban por su ausencia, el lema era: “la educación con sangre entra”, reglazos, pellizcos y burlas de los compañeros eran lo cotidiano”, comenta la también escritora.
En la actualidad los Derechos Humanos están en todas partes, aunque nos hemos ido un poco al extremo, los hijos se han vuelto amos del espacio, la antigua concepción autoritaria se fue a la permisividad. Hay crisis en la familia, en la escuela y en el gobierno, los hijos conocen muy bien sus derechos, sin embargo no aceptan sus obligaciones.
La terapeuta nos pone como ejemplo a Luis de 12 años, quien se ha vuelto muy rebelde a partir de la separación de sus padres. Su madre, agobiada con el exceso de trabajo le pide su cooperación en las labores de casa a lo que él le responde “Es tu problema, mi única obligación es la escuela”.
Comentarios
Es una triste y cruel realidad, y debemos buscar y tratar el punto medio.