Mi bien es inmensurable. Soy uno con Dios y heredero de Su bien infinito.Soy rico en ideas. Mi mente y mi corazón están abiertos a la sabiduría e inspiración de Dios en mí. Al actuar según mis nuevos pensamientos e ideas, mi conciencia de Dios aumenta. En momentos de oración y meditación abro mi alma al bien ilimitado. Las riquezas del universo se presentan como nuevas ideas, actividades y búsquedas potenciales. Considero que cada una me invita a acoger el bien de Dios.
¡Tengo infinitas posibilidades! En el plano ilimitado del bien de Dios, todas las cosas son posibles. Doy gracias por todo lo que tengo y por la conciencia de todo lo que soy.
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