Estaba leyendo el artículo de un especialista en huracanes y fenómenos climatológicos, que asegura que estos fenómenos se pueden medir desde que inician y se pueden hacer cálculos aproximados en cuanto al tiempo en que llegaran a una población y el posible riesgo de inundaciones y daños que pueden causar.
Nuestro país acaba de ser blanco de dos fenómenos naturales de gran magnitud “Ingrid” y “Manuel” afectando por ambos lados a nuestro país, y todos conocemos las consecuencias porque las vemos en todos los noticieros.
La pregunta que no me deja dormir es: ¿No debió de haber existido “alguien” que vigilara estos fenómenos y por lo menos hubiera enviado una alerta a la población?
El puente largo del 15 de septiembre, invitaba a los turistas a las playas y las reservaciones estaban al tope, lo cual representaba la enorme posibilidad de generar un caos. ¿No debió existir “alguien” que diera la alerta para evitar ese caos?
Yo entiendo que no es fácil controlar los fenómenos naturales, se perfectamente que un sismo no se puede evitar, pero estos fenómenos climatológicos son bastante observables y se pueden monitorear. No me queda ninguna duda de que si hubiera existido algún líder con poder y sobre todo con VISION, el problema se hubiera reducido a la mitad. Como dice Fernanda Familiar en su libro... ¿De verdad no La Veías Venir?
Pero estábamos muy distraídos con el tema de los maestros. Maestros de Michoacán, Guerrero, Oaxaca y otras ciudades cerrando calles en la ciudad y generando crisis y caos. (Casualmente 3 de las ciudades mas afectadas)
Nuestros políticos peleándose como siempre por tener la razón. Unas reformas educativas, energéticas y hacendarias que tienen a la población muy indignada. Y todo esto generando un clima de malestar y un ambiente de conflicto a nivel nacional; mientras Ingrid y Manuel empezaban a tomar fuerza quizá también alimentados por esta mala energía.
Dicen que “como es arriba, es abajo” y yo pido todos los días por la Paz en nuestro país y en el mundo entero. Paz para nuestra madre tierra para no seguir alterando su equilibrio.
Como digo en mi libro Sopa o Sexo: Todos preocupados por lo “importante” y perdiendo de vista lo “valioso”.
Una tragedia quizá no se puede evitar pero si se puede prever el peligro y la velocidad con la que nos acercamos a él.
Hay que aplicar el dicho… Más vale prevenir, que lamentar.
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