La tristeza, la desconfianza y el enojo. Sabores amargos que de pronto llegan a nosotros. Ante las situaciones difíciles en la vida, cuando pensamos que la vida nos va bien, resulta que no, aparecen entonces malos entendidos, dramas, llamadas de atención.
Resulta que tenemos días en los que nada nos acomoda. Será por nosotros? será por los demás? ¿Que podemos hacer ante esta incertidumbre?
Responsabilidad pienso, es la palabra adecuada. Esa palabra que hace frente a cualquier imprevisto ya sea bueno o malo. Esa palabra que conforme la hacemos nuestra, nos fortalece y engrandece frente a los demás. Nos asume como seres conscientes y con capacidad de hacer nuestras esas consecuencias tomadas bajo esta gran palabra.
Muchas veces la idea de sabernos libres nos rebasa. En ocasiones no nos gusta la respuesta del otro después de nosotros expresar una opinión. Es aquí cuando debemos sabernos responsables en nuestro sentir pensar y hacer.
Sabiendo que en nosotras existe plena libertad de pensamiento y acción, Sabiéndonos capaces de asumir con responsabilidad esta libertad ante nuestros actos y afrontando y recibiendo con amor y con brazos abiertos, cualquier respuesta que la vida ante esto, nos de.
Esta capacidad de decisión y de elección, es lo que nos hace vivir. No la certeza de que nuestras decisiones siempre serán acertadas. Esta capacidad que como mujeres tenemos para equivocarnos y resurgir. Para replantear nuestras decisiones y proyectos y para enfrentarnos de manera optimista a un nuevo día.
CREE EN TÍ. ES FÁCIL, SEGURO, POSIBLE Y TE LO MERECES.
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