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VOLUNTAD HUMANA / VOLUNTAD DIVINA

Voluntad Divina, voluntad humana. Cuando veo guerra, respiro miedo; cuando escucho en el alma llanto desgarrador, cuando la violencia es lo cotidiano, cuando hay niños golpeados, abandonados, abusados; cuando hay lucha de poder, enfermos sin remedio; ancianos desamparados. Entonces se genera tal dolor que parece que todo duele, duele tanto que hasta me enojo con Dios. Y es a ti, a ti Señor, a quien pregunto: “¿Cómo es que permites tanta tragedia y tanto dolor? ¿Cómo es que Tú permites todo esto, cómo es que has instalado semillas de esperanza en el corazón y me das por respuesta un rotundo no a mi oración?”

Todo eso me hace dudar de Ti, dudar de mí, pero la voz silenciosa que brota del corazón me dice que ignorar tu Voluntad es ir en contra de la vida y su mejor expresión pero, es que desde siempre aprendí, cuando se instalaba la tragedia, el dolor, la pérdida de un ser querido, que Dios así lo quiso, que esa era la Voluntad de Dios. Respuesta conocida y repetida para el dolor y el sufrimiento. Sabes, Señor, a veces hasta miedo me das, pero mi necesidad de  ti es mayor y, como el sediento busca el agua, como al aire que necesito para respirar, así te busco yo a ti. Y hoy que he aprendido a guardar silencio, por fin, escucho tu voz silenciosa que me dice de mil formas: “Mi Voluntad es solamente amor, mi Voluntad es la vida, la salud, la paz, la armonía, la belleza sin límite, la riqueza sin par; tienes que descubrirla con tus propios ojos, aquellos que están en lo profundo de tu ser; tienes que crearla conquistando tú mismo tus pasiones, tus instintos, tus miedos y resentimientos”. “No me culpes a mí de la tragedia cotidiana o de lo que parece un NO a tu oración. No creas que yo me enojo contigo; jamás me enojo contigo. Culpar a alguien te hace víctima e irresponsable. Cuida tus pensamientos,  perdona lo que tienes que perdonar, haz una oración por quien sufre, por quien llora. Descubre que la vida continúa aún después de la llamada muerte. Descubre que mi voluntad para ti es solamente amor y bendiciones. Cuando unes tu voluntad a la mía, el milagro está a tu alcance y la paz también”.

Con este secreto, con esta herramienta maravillosa, da gracias en silencio, respira profundo y vuelve a agradecer.