REFLEXIÓN: "PERSEVERAR ES TRIUNFAR"

PERSEVERAR ES TRIUNFAR

Perseverar es triunfar. No lo dudes, alguien dice incluso: “El que persevera, alcanza”. Solo ten muy claro tu objetivo, tu meta, hacia dónde quieres llegar y analiza muy bien las intenciones, porque esto hace la enorme diferencia. Porque muchas personas dirán: “Yo por más que persevero, no sólo no alcanzo, sino parece que todo se vuelca en mi contra, que todo es al revés”. Pon atención, mira: dos potencias en tu mente; una de claridad y otra de oscuridad. La parte de claridad es la fuerza espiritual que nos pone en contacto con el Ser Supremo, como tú le entiendas, como tú le concibas. La parte de oscuridad es la que nos ancla a la materia, al ayer, al mañana. La primera, la parte espiritual, la mueve el amor y la segunda el miedo. El miedo que surge del rechazo hacia nosotros mismos, a las circunstancias, a la vida, a los demás o hacia Dios.

Entonces, si lo que pretendes es demostrar que eres el número uno, bordado a mano, nadie como tú; no lo dudes, la vida se encargará de pasarte factura y ponerte de rodillas. Porque: “Los humildes serán ensalzados, los soberbios serán humillados”.

Hay leyes universales que no podemos transgredir y por eso cuando haces las cosas por mezquindad, por egoísmo, para vengarte de alguien o, simplemente, para evadir como sería el caso de refugiarte en el alcohol o la droga; no te sorprenda que las cosas salgan siempre al revés. Pero cuando tu anhelo es para bien, simplemente el forjar un hábito que te permita tener mejor salud, mejor condición física, terminar una carrera, construir un negocio, reconstruir tu familia, hacer este mundo un poquito mejor de lo que lo encontramos… ¡Persevera! no lo dudes. Seguramente habrá noches oscuras, días difíciles, incluso inviernos largos, pero jamás pierdas la fe, ni dejes de perseverar, porque sólo el que persevera llega a la meta. Solo el que persevera alcanza y solo el que persevera puede considerarse un genuino triunfador.

Si eres veleta y vas conforme al viento: hoy soy de este equipo, hoy le voy a este partido, hoy me involucro con este proyecto, mañana, bueno mañana seguramente estaré involucrado con otro, me voy con el que más ofrezca o con el que parezca ser un campeón. Entonces, no lo dudes, eres como una veleta, como un papalote al viento, un corcho en el mar. Así que no te sorprenda que la vida te trate como te trata, de repente arriba, de repente abajo, de repente parece “que la vida contra mí”, de repente como que ya viene la buena, pero la buena pasa solo frente a tus ojos o como viene se va.

Porque no es suerte, la buena se forja paso a pasito, día con día, esfuerzo a esfuerzo, sueño a sueño. El que persevera, no lo dudes, no solo alcanza, sino también triunfa. Procura que tu meta sea encumbrada, acorde a tus valores más altos. Que tu intención sea buena, porque solo lo bueno viene del corazón de Dios. Que sea en armonía con el mundo y siempre para bien. ¡Y a partir de ahí no cejes ni un instante! Y justamente en los momentos difíciles, en las noches oscuras, es cuando más hay que perseverar y mantenerse de pie, como un árbol, como un roble que incluso muere de pie. Tú, mantente siempre con la mirada en dirección al cielo y los pies bien puestos en la realidad.

Persevera, porque el que persevera, alcanza. ¡El que persevera, triunfa!

Enviadme un correo electrónico cuando las personas hayan dejado sus comentarios –

¡Tienes que ser miembro de Retos Femeninos para agregar comentarios!

Join Retos Femeninos