LO IMPOSIBLE SOÑAR
Construir un mundo de paz, reconciliarme conmigo, con mis semejantes. Vivir en armonía y en paz, es un sueño que parece imposible en tiempos difíciles, cuando amenazan nubes de guerra, de injusticia, de venganza. Cuando hay guerra en mi corazón. Cuando las pasiones, los instintos, los defectos de carácter siguen siendo bandera, bandera de inconsciencia para dañar, lastimar y sufrir.
Pero hay un sueño, que es mi propio sueño, un sueño que es tu sueño, un sueño que pertenece a toda la humanidad. Un sueño que nos invita a voltear al cielo que, como un canto de esperanza, nos invita a ponernos de pie frente a la vida para construir un mundo nuevo, una vida, una vida mejor. Recuerda que tú eres: “La Criatura más amada de Dios”, que en ti se encuentran depositados, desde el principio del tiempo, todos los recursos para transformar la adversidad, para hacer tu sueño realidad, para amar soñar y perdonar. Qué difícil es mantenerte de pie cuando hay rumores de que se cierran puertas de trabajo, cuando no hay respeto a la persona, a la edad, a las circunstancias. Cuando hay crisis, pánico; cuando la pobreza, como un tumor, se ha sembrado en el alma; cuando hay rabia, miedo, intolerancia, dolor. Este el momento preciso para extender las alas de la mente, establecer una meta clara, una meta definida que incluye a cada uno de los hijos de Dios y tener la certeza de que si se lo entregas a ese Poder Supremo, como una flor, como una semilla de esperanza, con fe y gratitud; los sueños, los sueños se hacen realidad. Recuerda siempre que tú eres “La Criatura más amada de Dios”. Y aunque esa voz silenciosa, que brota de la inconsciencia, te diga que no puedes, que nunca lo vas a lograr, que parece que ya no hay camino, lo que hace que el miedo se instale en tu corazón y tu espíritu. Mantente de pie, con la serenidad que regala la esperanza, y aun cuando sea difícil atravesar ese túnel oscuro, salir de ese abismo, de esa soledad, sí es posible soñar. Es tiempo de romper cadenas de inconsciencia y de prepararte para emprender un vuelo de libertad. Recuerda que, ¡con fe, es posible soñar hasta lo imposible; y lo imposible hacerlo realidad! Y ahora, respira profundamente, exhala suavemente y descubre que los sueños... ¡se hacen realidad!
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