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EL MUNDO DEL REVÉS

El mundo del revés, en donde todo parece contrario a lo que quiero y en donde tal parece que mientras más lucho menos obtengo, más vacía se queda el alma, más seco el corazón; en donde sólo percibo dolor y desolación. Me da miedo dormir, porque los sueños se convierten en pesadillas. La preocupación me invade; la angustia se instala soberana, el resentimiento me ancla a una condena repetida, el miedo crece y me atormenta. Me da miedo despertar; tantos problemas, noticias que me alarman, me avergüenzan. Enfermedad y carencia por doquier. Ya no puedo más, ya no puedo más. El dolor duele; la injusticia me lastima, me agrede. El miedo se agiganta y gana terreno. Las puertas se cierran; se apaga la luz, la noche se instala y sólo quiero llorar, dormir profundamente y dejar de vivir. Grito cuando no quiero gritar, callo cuando necesito gritar; digo y hago lo que nunca imaginé y dejo de hacer lo que debiera, lo que quisiera hacer. Busco amor y encuentro desamor; busco compañía, encuentro soledad; busco dinero y salgo empeñando el alma, y la deuda es cada día mayor. El mundo del revés. Un día pensé que ése era sólo mi mundo, mi condena, mi suerte, y hoy cuando volteo y veo tu tragedia, tu tristeza, percibo que el mundo del revés, es también tú mundo, nuestro mundo. Veo lo que amenaza al planeta, lo que nos avergüenza como humanidad; que es el mundo del revés, no es sólo mi mundo, es el mundo que hemos construido en la inconciencia sacrificando valores, empeñando el alma, buscando solamente dinero y bienes materiales. Muy poco he pensado en tu valía como ser humano, en el trabajo que realizas, en la importancia que tienes para mi vida, para mi corazón. Se me había olvidado que tú y yo, somos “La Criatura más amada de Dios”, y que tenemos derecho y obligación de ser felices, simplemente felices. Derecho de vivir en armonía, de tener abundancia, salud, respeto por lo que haces, por lo que eres. Pero mira, sí hay salida; para salir del mundo del revés comienza por respetarte tú y así, aunque el mundo corra en pos de un sueño vano, de obtener riquezas y materia, tú puedes salir del mundo del revés. Detente, haz un alto, voltea al cielo y descubre que la abundancia viene del corazón de Dios. Valora lo que eres, lo que haces, y con eso estás asegurando un sitio en el Cielo, cielo que está dentro de ti mismo y con ello una transformación en la realidad material, y por si fuera poco, al platicar con Dios, aun sin darte cuenta estás utilizando la oración, el recurso más grande con que cuentas, el más importante para pedir por tus sueños, tus necesidades, tus anhelos, tus problemas. Para todos ellos hay solución. Visualiza, imagina en tu mente lo que quieres vivir y da gracias en silencio. Estos son recursos infalibles del espíritu, de la mente, del corazón, para transformar la materia, para emprender un genuino vuelo de libertad. “El mundo del revés”. Que no te asuste, es característica de la inconsciencia. Todo lo que buscas se aleja de tus manos, y te atrapa el infierno que ya no quieres vivir. Analiza, reflexiona y decide emprender un vuelo de libertad. Más allá del miedo, más allá de la carencia, hay un mundo de libertad que lo forjas en tu mente con tu sola decisión, con una simple y sencilla oración. Imaginar es visualizar y agradecer como si ya fuera realidad, como si ya estuviera respondida tu oración. ¿Hay un mundo del revés? Sí, en tu mente, en tu inconsciencia; pero también ahí existe con un pasaporte a la conciencia, al espíritu, a la libertad y está a tu alcance. Tuya es la elección.