REFLEXIÓN "CAMBIA TÚ Y CAMBIA EL MUNDO"

CAMBIA TÚ Y CAMBIA EL MUNDO

Cambia tú y cambia el mundo, analiza primero cuántas veces has intentado cambiar a los demás y cuántas veces lo has logrado. Analiza también cómo queda tu alma, tu estado de ánimo después de esa lucha desgastante de querer cambiar a los demás. Bajo la bandera de que es por su bien, de que sólo lo que tú haces  es correcto, y de que los demás deben pensar, hablar, sentir y actuar como tú piensas, como tú dices. Observa, en esta lucha desgastante, de querer cambiar al mundo y a los demás, qué resultados has obtenido, te sientes conforme, satisfecho. Seguramente estás solo, sola, pero eso sí, disfrazas la soledad con la ingratitud de los demás y te visites de víctima. Si realmente quieres cambiar al mundo, sabes, cambia tú. Y en lugar de estar esperando que la gente te rinda tributo porque eres la más vieja, porque eres el que más sabe, porque eres el que tiene dinero. ¿Por qué no te interesas un  poquito en los demás? ¿Preguntas por la salud del otro? ¿Por el problema de fulano?

¿Quieres cambiar al mundo?, aprende a escuchar antes de gritar, condenar,  juzgar y sentenciar a los otros porque no piensan como tú; escucha y no mientas, ni contigo ni con los demás. Reconoce que hoy aprendiste a guardar silencio y a escuchar lo que el otro tenía que decir y te vas a dar cuenta de que escuchar a los demás es una manera, también, de cambiar al mundo. Aprende a ponerte en los zapatos del otro, ten un poquito de compasión y, aunque afirmes tu punto de vista, lo que para ti parece correcto, llegarás a un punto de acuerdo, o por lo menos, con respeto y no con discusión. Cambia tú, cambia el mundo, deja de abrir el pecho para engancharte con las emociones de todo el mundo, de estar siempre con la espada desenvainada y recuerda que: el inteligente habla, el tonto grita y el sabio calla. Y, no porque el otro calle es porque esté lleno de culpa, tal vez es porque es un poco más inteligente o más sabio que tú, porque en esos momentos de silencio es la oportunidad de voltear al cielo, platicar con Dios, pedir que se establezca la verdad, la justicia, la armonía entre los dos. Cambia tú y, ¿qué crees?, cambia el mundo. Aprende a escuchar, a ponerte en los zapatos del otro, a interesarte por los problemas del otro, a preguntar cómo estás tú antes de ofenderte, porque no preguntan o se interesan de cómo estás tú. ¿Ya te diste cuenta que querer cambiar a los demás es desgastante, inútil, estéril? Para cambiar al mundo intenta cambiar tú, ve a los demás un poquito como los ve Dios, velos con compasión, procura solucionar problemas más que imponer tu voluntad. Invita a Dios a tu vida, pídele palabra en tus labios y date cuenta que, con esa riqueza interior, al cambiar tú, el mundo cambia también.

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Comentarios

  • Quien puede ayudarme. Tengo una hija casada que vive maltrato familiar y no me escucha ya intente de mil maneras y tiene miedo y por comodidad. Ayuda por favor
  • gracias, Raquel.

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