REFLEXIÓN "BERRINCHES, BERRINCHOTES Y BERRINCHITOS"

BERRINCHES, BERRINCHOTES Y BERRINCHITOS

Berrinches, berrinchitos y berrinchotes, la manera de salirme con la mía, que se note que sólo yo tengo la razón; y el berrinche lo hace desde un bebé de cuna, hasta un grandote, berrinchudo y enojón, también el vaquetón. Berrinches, berrinchitos y berrinchotes, ahí ya no entra la razón, solamente mi razón cuenta y mi voluntad también, en lugar de hablar, de llegar a un acuerdo, de escuchar al otro, lo más elemental, ah no, grito, ofendo, pongo palabras en los labios de la otra persona, que jamás dijo; calificativos que son reflejo de mis pensamientos y, como no se hace mi voluntad, ahí les va el berrinche, ahora no como, no le hablo a fulano, no me tomo la medicina o me pongo a gritar, a pelear y a llorar. ¡Ah qué bonita muchachita, qué criatura tan especial!, haciendo berrinchitos. A ver, vete al espejo, ¿te gusta cómo te ves? Y pregúntate, a ti te gustaría tener una mamá, un hijo, un hermano, un esposo, como tú. ¡Ay no!, hasta miedo da. Berrinches, berrinchitos y berrinchotes, espejo del alma de quien vive en la inseguridad, la inmadurez, el egoísmo, y la soberbia. ¿Sabes de qué se nutren los berrinches?, de inconsciencia, ahí te va la lista: eres una persona berrinchuda que si no se hace tu voluntad te tiras al suelo, te pones a llorar, avientas la puerta y te quedas sin comer. O corres a las personas porque estás enojado, enojada, lo que cobija al berrinche, en primer lugar, es soberbia, egoísmo, inmadurez, inseguridad y demás chuladas de inconsciencia. Mira, en un diálogo se necesitan, por lo menos dos personas, una que habla, otra que escucha, y al rato se invierte el papel, la que habla escucha y la que escucha habla. Y de ahí se llega a un acuerdo, a una conclusión. El berrinchudo no oye razones, es incapaz de ponerse en los zapatos de los demás, es más fácil tirarse al suelo y mortificar. Pero si te gusta utilizar los berrinches para conseguir lo que quieres, no te asuste ni te alarme tu enorme soledad. Si quieres solución, aprende a dialogar, y para dialogar primero aprende a escuchar, a ponerte en los zapatos del otro y a descubrir que ganar, no es tener siempre la razón. En muchas ocasiones ceder, es vencer. Berrinches, berrinchitos y berrinchotes, no son más que la señal y la magnitud de tu inconsciencia y tu inseguridad. Aprende a dialogar, a encontrar un acuerdo y descubre que buscar soluciones te hace más grande, más fuerte, más dueño de ti.

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Comentarios

  • Si al final es inmadurez porque no aprendemos a ser tolerantes y a ser responsables de nuestros actos, gracias por tu artículo
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