De manera muy sucinta, ir a psicoterapia puede definirse es algo que hace una persona que, básicamente, desea que su vida cambie para mejor.

También en términos muy someros, un psicoterapeuta es una persona entrenada que tiene el, para mí, enorme privilegio de generar, promover y acompañar los procesos de cambio.

En nuestros días, existen muchas escuelas y modelos psicoterapéuticos. No siempre fue así, pues ya sabemos que antes existía un gran tabú sobre los asuntos relacionados con la salud mental.

Con la llegada del 2012 y nuestro arribo a lo que llamamos Nueva Era, muchas personas han ido cambiando de opinión y ahora es bastante aceptado el hecho de acudir con un especialista de la salud mental, en busca de ayuda para vivir mejor.

Sin embargo, ya sea por ignorancia, por falta de experiencia o por simple resistencia de nuestra sombra,  podemos ir a terapia y operar inconscientemente (o de forma más o menos consciente) para que ésta no funcione. A continuación, y siempre en clave de humor, una guía con algunos tips para lograr que tu psicoterapia fracase, para que te decepciones de los terapeutas y/o para que cualquier terapeuta se dé por vencido contigo.

 

  • De entrada, acude con CUALQUIER persona que diga que es terapeuta. Guíate por factores como que sea muy barato o el más caro de México o que te quede muy cerca o que sea famos@ y salga en el radio y la tele. No investigues nada sobre la preparación académica del sujeto ni sobre su historia como profesional. Que te dé lo mismo si es un experto con tres especialidades o si sólo tomó un taller de fin de semana. Es un terapeuta y todos han de ser iguales, no?
  • Acude a las citas pensando que es obligación del terapeuta resolver tus problemas, ve a que “te arregle” con su varita mágica del conocimiento. Si a la segunda cita no lo ha logrado, entonces no sirve y es mal terapeuta. Si te pide que el trabajo lo hagas tú, resístete: ¿qué no le pagas para que te componga? Vete y ya no regreses.
  • Exige que tu terapeuta te dé siempre la razón en todo. Discute con él o ella y no aceptes ninguna retroalimentación que se oponga a la manera como ves la vida. Haz de tu psicoterapia un ring de boxeo para coronarte campeón(a)!
  • Cambia de terapeuta con frecuencia, con mucha frecuencia. No le des tiempo a ninguno de conocerte ni de iniciar un proceso profundo y una relación significativa contigo. Yendo con uno y con otro, tendrás el gusto de repetir una y mil veces tu historia y te sentirás muy “en la búsqueda”. Si se te complica mucho cambiar, entonces acude a las citas de la manera más irregular que puedas. Una cita sí, tres no, dos sí, un mes no y así vétela llevando. Logra un justo medio en el que no te comprometas, pero parezca que sí.
  • Haz el esfuerzo para compartir en terapia sólo cosas buenas y lindas de ti, aunque tengas que mentir. Exprésale al terapeuta sólo tu imagen idealizada y demuestra que eres buen@, lind@ y una maravilla. Ten mucho miedo de hablar de tus sentimientos incómodos, de tus fallas y defectos… no vaya siendo que los vea y te obligue a atravesar eso de lo que debes defenderte a toda costa: SENTIR DOLOR!!!
  • Okay, te cuesta decir cosas buenas de ti. Aquí tienes otra manera de fastidiar tu proceso: dedica el tiempo de tu sesión a hablar –preferentemente mal- de otras personas que no estén ahí. Ni por error te refieras a ti. Si el terapeuta trata de centrarse en tu persona y en tus temas, batéalo con contundencia haciendo un chiste o ignorando sus esfuerzos.
  • Mira, los terapeutas son seres especiales, iluminados, sabios y perfectos. No te atrevas a decir que algo no te parece. Jamás los retes y obedece ciegamente sus designios. Incluso si su comportamiento te parece francamente inadecuado (como que te pida dinero prestado o favores sexuales), no confíes en tu intuición ni digas nada. Cuando mucho, deja de ir a terapia, pero no lo confrontes ni mucho menos, lo denuncies. Ya será problema de alguien más si le pasa lo mismo.
  • Por el contrario, si ves que tu terapeuta hace un trabajo serio y ético, una forma padrísima de llegar al fracaso consiste en exigirle absoluta perfección y al menor asomo de una falla, por mínima que sea, decepciónate y vete sin mirar atrás. No le des a tu terapeuta el derecho de ser un humano normal que eventualmente se  equivoca, se le olvidan cosas o no sabe algo. Para qué se metió de terapeuta?
  • En otro tenor, fíjate que muchos especialistas de la salud mental y emocional tienen la fea costumbre de hacer enojar o entristecer a sus clientes o pacientes. Si te pasa eso, sonríe, pon carita de buena gente y no le manifiestes tu molestia. No te hagas cargo. Guárdate tu coraje o tristeza, niégalos y más tarde, con el menor pretexto, déjalo plantado y desaparece sin dejar rastro.
  • Este consejo no falla. Si tú decididamente no quieres ir a terapia, pero alguien a tu alrededor insiste… ve y no le digas al psicoterapeuta que vas por la fuerza. Nomás llega y pon geta, usa muchos monosílabos y de preferencia no lo mires a los ojos. Pon a prueba su paciencia!

 

Por supuesto, el éxito en un proceso no depende 100% del paciente. Una psicoterapia es una co creación donde ambos ponen algo para avanzar o para obstruirla. Los conceptos anteriores, son sólo algunas formas de conducta que he podido observar y que tienen gran éxito para deteriorar y con el tiempo destruir la posibilidad de crecimiento a través de la terapia.

 

Quienes tenemos el honor de ser psicoterapeutas, reitero, gozamos del inmenso privilegio de ejercer una de las más bellas profesiones que existen y  tenemos la obligación de hacer un trabajo ético, profesional y actualizado. A quien decide ser cliente o paciente, nada lo obliga, sino escuchar el llamado de su alma y satisfacer una necesidad de bienestar que viene siempre del núcleo divino que hay en toda alma: el Ser Superior, la Luz Divina que hay dentro de cada ser humano.

Que una lluvia de bendiciones llegue en forma de claridad, amor y crecimiento para quienes están o han estado en proceso terapéutico, para quienes desean iniciar uno y, claro, para los terapeutas ;)!!!

Un abrazo,

Aurora del Villar

Enviadme un correo electrónico cuando las personas hayan dejado sus comentarios –

¡Tienes que ser miembro de Retos Femeninos para agregar comentarios!

Join Retos Femeninos

Comentarios

  • Síiiiii! en efecto, Mercedes, muy cierto!

  • y abandonar el tratamiento antes de que te den de alta, èso funciona para que despuès todo salga al revès, o no?

  • Me encanto; gracias a una genial psicoterapeuta hoy tengo una vida mas plena, he trabajadp duro, llorado, visto mis errores y me he perdonado, sigo adelante mas alerta de mis zonas conflictivas y se que no hubiera sido posible sin el apoyo de Gaby mi querida terapeuta y sin mi trabajo conciente de cada dia. Gracias a ti y a los de tu profesion, curadores de almas. Besos.

  • Encantadora Aurora, gracias...
    Bendiciones siempre como lluvia de estrellas,
    Bendigo lo mejor en ti,

    Namasté __/\__

  • Qué padre, Celina! Gracias, claro que lo puedes compartir! Bendiciones!!!

  • Estupendamente expuesto Aurora, gracias. De igual manera encontré mi misión y soy terapeuta felizmente. He acompañado a muchas personas en su proceso y definitivamente muestras verazmente la actitud de la persona que se boicotea.

    Si me permites, lo comparto en otra red social...

    Recibe mi gratitud y bendiciones como lluvia de estrellas, en besos y abrazos,

    Namasté __/\__

  • Muy interesante.

    Gracias

    Patricia

This reply was deleted.